Día Internacional de la Familia
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Familia, establecido por la ONU en 1994. Desde nuestro lugar queremos destacar el papel fundamental que juega el núcleo familiar en la agricultura mundial, manteniendo la unión en la vida de la sociedad para garantizar el bienestar económico, la salud y la formación de sus miembros. Todo esto coincide con algunos objetivos principales de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, que apunta a acabar en todas las edades con la pobreza, el hambre, la falta de salud, la desigualdad de género, el daño al medio ambiente y las carencias educativas.
La agricultura familiar se relaciona con varios ámbitos del desarrollo rural, ya que implica las actividades agrícolas, forestales, pesqueras, pastoriles y acuícolas. Al depender de la mano de obra de todos los involucrados, incluye en el trabajo tanto a hombres como a mujeres. También es una forma de producción alimenticia predominante en todo el mundo que se desarrolla en un 90% de las explotaciones agrícolas y ocupa más del 70% de las tierras trabajadas, creando alrededor del 80% de la comida existente. Es un fenómeno que se da mayormente a pequeña escala y aporta a la seguridad alimentaria porque rescata los alimentos tradicionales, lo que contribuye a una dieta equilibrada, a la protección de la biodiversidad agrícola del planeta y al uso sostenible de los recursos naturales. Además, esto permite dinamizar las economías locales al generar muchos empleos en su zona (dado que los trabajadores involucrados gastan la mayor parte de sus ingresos en mercados regionales), sobre todo con la ayuda de políticas específicas destinadas a la protección social y al bienestar comunitario que aumenten la productividad de los campos y erradiquen la pobreza (como la facilitación del acceso al crédito, a los recursos naturales -como la tierra y el agua-, a la asistencia técnica, a los seguros, a los mercados, a las compras públicas y a las tecnologías apropiadas).
Particularmente en Latinoamérica, a pesar de los importantes avances logrados en las décadas recientes se calcula que la mitad de quienes viven en zonas rurales son pobres, y cerca del 30% están en situación de pobreza extrema. La mayor parte de la población agrícola de la región normalmente trabaja en unidades familiares, por lo que es una actividad vital para la economía de la zona que contribuye a la seguridad alimentaria y al progreso territorial de su gente. Sin embargo, muchos países de la región no cuentan con políticas e incentivos que garanticen la inclusión socioproductiva de los agricultores familiares, ni tienen los sistemas de protección social para mejorar sus niveles de vida y aportar al desarrollo sostenible de los territorios rurales.
En Argentina, la agricultura familiar se basa en el concepto de la soberanía alimentaria local y regional, el privilegio de la dignidad del trabajo por sobre el lucro, la búsqueda del “precio justo” frente a la especulación del mercado, y el cuidado de los recursos naturales. Se conforma con familias que aportan el trabajo productivo, poseen la propiedad de los medios de producción (aunque no siempre de la tierra), y en su interior se transmiten los valores y prácticas. Además de las típicas actividades agroganaderas, pesqueras y forestales, hay una producción artesanal agroindustrial, recolección tradicional y turismo rural.
Enlaces relacionados:
- ONU: Día Internacional de la Familia
- 2014: Año Internacional de la Agricultura Familiar
- Agricultores familiares: Alimentar al mundo, cuidar el planeta