La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) de Argentina, impulsados por su objetivo común de gestión de la langosta para lograr sistemas agroalimentarios resilientes, han participado en un productivo intercambio de conocimientos y experiencias en materia de gestión y control de la langosta.

Argentina lucha contra tres especies de langostas, siendo la langosta de América del Sur (Schistocerca cancellate) la que representa la mayor amenaza para la agricultura debido a sus tres generaciones por año. Las langostas también afectan a otros cinco países vecinos: Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay.

"Esperamos colaborar con la FAO para mejorar las capacidades nacionales e implementar un proyecto regional para la gestión eficaz de la langosta", dijo Alicia Silvana Barone, Representante Permanente Adjunta de Argentina ante la FAO, el FIDA y el PMA, al describir el propósito de la visita.

Durante más de 50 años, la FAO ha coordinado el trabajo mundial sobre la gestión sostenible de la langosta en diferentes regiones.

"Dada la naturaleza migratoria y transfronteriza de las langostas, es crucial que los países afectados y las partes interesadas compartan conocimientos y experiencias. La amplia experiencia de la FAO puede beneficiar significativamente a la Argentina y a los países de la región, y viceversa", mencionó Shoki Al-Dobai, Jefe del Equipo de Langostas y Plagas y Enfermedades Transfronterizas de las Plantas durante la reunión de intercambio con la delegación argentina en la sede de la FAO en Roma.

Fortalecimiento de la lucha contra la langosta en América del Sur

Argentina experimentó su peor brote de langosta, el primero de su tipo, entre 2015 y 2020. Las estimaciones oficiales muestran que la langosta sudamericana representa una pérdida potencial de producción por valor de USD 3.700 millones solo en Argentina. Los insectos cubren una distancia de 150 km (93 millas) en un día, consumiendo toda la vegetación a su paso.

El trabajo de SENASA incluye el relevamiento, la detección temprana y el control, la coordinación, la respuesta, así como la operación de un sistema de alerta para langostas que incluye el uso de una aplicación para teléfonos móviles que permite a los agricultores informar sobre los avistamientos de plagas en tiempo real. Sin embargo, se necesita más desarrollo de capacidades y herramientas modernas para mejorar la gestión de la langosta en la región.

Héctor Emilio Medina, Coordinador General de Contingencias y Emergencias y Jefe del Programa Nacional de Langostas del SENASA, destacó: "La transferencia de conocimientos y habilidades de la FAO sobre tecnologías innovadoras utilizadas en otros países es crucial para nuestros esfuerzos de manejo de la langosta. En la actualidad, no estamos llevando a cabo previsiones, un área esencial en la que creemos que podríamos beneficiarnos enormemente de la experiencia de la FAO".

La delegación argentina visitó también el Centro Suizo de Langostas y Plagas Migratorias donde apreciaron las tecnologías digitales para las actividades de monitoreo y análisis, manejo y coordinación.

El SENASA utilizó las directrices de la FAO para la gestión de la langosta, que se tradujeron a los idiomas locales para apoyar a los agricultores y las partes interesadas.