Alrededor de 2.100 niños del municipio de Pojo recibirán Alimentación Complementaria Escolar sana y nutritiva, con alimentos producidos y transformados por productores de la región, gracias a la concreción de una compra por 267.809 bolivianos a la Asociación de Productoras de Alimentos Nutritivos de Pojo (APAN P).

El municipio de Pojo, ubicado en la provincia Carrasco del departamento de Cochabamba, contribuye así al ejercicio de la soberanía alimentaria y a la territorialización de políticas públicas que promueven las compras estatales a pequeños productores y la alimentación de calidad para la población escolar.

Esta experiencia municipal y comunitaria es fruto de un proceso iniciado hace dos años por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en coordinación con el municipio de Pojo, y que implicó la identificación de la idea de negocio y al grupo de mujeres para brindarles asistencia técnica y capacitación.

La Asociación está conformada por agricultoras familiares pertenecientes a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”. Ellas acopian la producción local para su transformación y comercialización. El fortalecimiento de capacidades al que tuvieron acceso en dos años de trabajo les ha permitido adjudicarse el 25 por ciento del presupuesto del municipio asignado a la adquisición de alimentos.

La oferta de la Asociación incluye lacteado de haba, api amarillo con fruta y arroz a la valenciana con verduras. En sociedad con la Organización de Productores del Municipio de Totora, completará su oferta con galletas fortificadas multicereal y sopa de maní con fideo y verduras.

El emprendimiento cuenta con el decidido apoyo del municipio, que cedió un espacio a la APAN P dentro del mercado campesino para la comercialización de sus productos, a través del cual lograron reunir fondos para cumplir con los requisitos exigidos por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), entidad encargada de certificar la inocuidad alimentaria para la comercialización de alimentos a nivel nacional.

“No había sido fácil organizarnos, había muchas compañeras nuevas que decían ya estamos dentro y hay que seguir adelante, nos hemos esforzado para dar las contrapartes, pero valió la pena, hemos generado trabajo para las compañeras, algo de ingreso también para ayudar a su economía y por otro lado nuestros hijos, hijas, pueden comer un alimento sano y de calidad”, dijo Sandra Guzmán, presidenta de APAN P.

Replicando la experiencia de la FAO en otros territorios, este trabajo ha sido un proceso participativo que involucró a la junta municipal de padres de familia y a los mismos estudiantes para ajustar y mejorar el menú escolar. “Esta forma de trabajo creo que puede ser un modelo para otros municipios, a través de APAN P compramos la producción local elaborada de manera orgánica, garantizando la salud de nuestros niños y con la participación de la comunidad, fortalecidos por otros productores de la zona para garantizar el abastecimiento, ejercemos una soberanía alimentaria en nuestro territorio. Ya otras regiones han venido a ver cómo estamos trabajando”, comentó el alcalde municipal de Pojo, Eloy Rocha.

Este es uno de los resultados de la asistencia técnica organizacional que promueve la FAO, con capacitación para producción, acopio, transformación, comercialización, consumo y fortalecimiento de las compras locales estatales a la agricultura familiar, especialmente dirigida a la Alimentación Complementaria Escolar, en cumplimiento de la Ley 622. A través de los proyectos implementados por la Organización en diferentes territorios, se contribuye de esta forma a que niños y niñas de las unidades educativas de municipios rurales reciban diariamente una alimentación nutritiva, diversificada y fortalecida con la producción de sus propios padres, mediante la compra local de insumos de los menús escolares a organizaciones de la región.