El Senado del Estado Plurinacional de Bolivia entregó dos reconocimientos a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en mérito a su aporte al desarrollo y a la lucha contra el hambre en el país. Dos resoluciones camarales fueron emitidas por la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, ponderando el aporte de la Organización en 73 años de trabajo en el mundo y reconociendo el impulso dado por la FAO a la revalorización de las mujeres rurales, protagonistas de la lucha contra el hambre, la malnutrición y la erradicación de la pobreza.

La Cámara de Senadores declara: “Rendir un justo y merecido reconocimiento a la FAO (…) por la loable labor que realiza al contribuir y fomentar la solidaridad nacional e internacional (…) y por los éxitos conseguidos en materia de desarrollo alimentario y agrícola, que favorecen al desarrollo integral de Estado Plurinacional de Bolivia”, señala una de las resoluciones firmadas por el Presidente de la Cámara de Senadores, Leónidas Milton Barón Hidalgo.

Durante la entrega de los reconocimientos, el senador Fernando Ferreira Becerra destacó las diferentes iniciativas que lleva adelante la FAO actualmente, principalmente el apoyo a los agricultores familiares y el impulso a los emprendedores, lo que es también una importante contribución a la lucha contra la pobreza, dijo.

Mediante una segunda resolución camaral, el Senado también reconoció a la FAO por promover desde hace una década el Día Mundial de las Mujeres Rurales e “instar a los gobiernos a que tengan presente las necesidades y potencialidades diferenciadas de hombres y mujeres (…), favorezcan y escuchen la voz de las organizaciones de mujeres campesinas”.

Desde su instauración en 1978 la FAO en Bolivia ha colaborado con el Gobierno, la sociedad civil, el sector privado y otros asociados en el desarrollo para el logro de la meta Hambre Cero, a través de 341 proyectos ejecutados en los nueve departamentos del país (280 proyectos nacionales y 61 regionales, interregionales y globales), habiendo movilizado un total de USD 118.545.613.

Los accionares y el compromiso de la Organización han permitido, entre otros hitos, el compromiso del Estado Plurinacional para eliminar o reducir sustancialmente el hambre crónica, la subalimentación –especialmente entre los niños, mujeres y ancianos–; las enfermedades relacionadas con la dieta transmisibles y no transmisibles; los obstáculos para la lactancia materna óptima; y el saneamiento inadecuado, la falta de higiene y el agua no potable.

Este compromiso ha situado al país entre los más avanzados de la región en cuanto a marco normativo y políticas públicas favorables a la lucha contra el hambre y la pobreza.

A partir de la celebración de Cumbres y otras iniciativas, como por ejemplo la declaración del Año Internacional de la Quinua, ha sensibilizado y destacado el aporte de los alimentos ancestrales a la seguridad alimentaria del mundo, con efectos en la optimización de la producción y los ingresos por exportación, mejorando los medios de subsistencia de los agricultores y productores.

La contribución de la FAO consiguió posicionar a Bolivia entre los 13 países que alcanzaron la meta uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, al reducir la proporción de personas que padecen hambre a la mitad antes de 2015. Actualmente, la meta es erradicar por completo el hambre.