La cuenca del Guadalquivir, en el departamento de Tarija, tiene el desafío de desarrollar prácticas de riego resilientes y eficientes, que garanticen la producción de alimentos, sin afectar la disponibilidad de agua para consumo humano. Esta es una de las recomendaciones del Estudio sobre la “Gobernanza del agua en la Cuenca del Río Guadalquivir”, presentado este 6 de julio en un foro virtual, con participación de actores centrales en la gestión del agua a nivel nacional, departamental y regional.

El trabajo engrosa una serie de estudios de caso de gobernanza del agua en territorios agrícolas de Latinoamérica, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura que se desarrolló en tres países andinos y tres mesoamericanos.

Los resultados en Bolivia fueron logrados en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua; el Gobierno Departamental de Tarija y la Plataforma Interinstitucional de la Cuenca del Guadalquivir, todos representados en el foro virtual.

Así, la actividad contó con la presencia del Viceministro de Recursos Hídricos y Riego, Juan Pablo de la Fuente. Participaron, también, Sally Bunning, Oficial Principal de Sistemas Agrícolas, Tierras y Aguas de la FAO – Representación América Latina y el Caribe (FAO-RLC); Marcelo Gamboa, consultor de FAO RLC; Wilson Rocha, consultor de FAO Bolivia; Alfonso Blanco, de la Gobernación de Tarija; Rodrigo Ayala, de la Organización PROMETA; Jaime Baldiviezo, del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija; y Jorge Tejerina, de la Universidad Juan Misael Saracho.

El estudio analiza el contexto político, normativo e institucional relacionado con el manejo integral y sustentable del agua, las características socioeconómicas de la cuenca, los actores clave y su rol.

Es una importante aproximación que plantea desafíos en la gobernanza del agua, a partir de la revisión de información disponible y levantamiento de percepciones en el ámbito local, departamental y nacional.

Es ahí donde radica su valor, en que muestra los avances en la gobernanza del agua a través de la participación ciudadana, lo que es una garantía de transparencia.

Bolivia ha seleccionado a la cuenca del Río Guadalquivir, un afluente que sufre daños desde hace más de 20 años, como consecuencia de la extracción de áridos, la contaminación industrial con aguas residuales y las aguas servidas de los barrios nacidos en la parte baja de la ciudad de Tarija.

Los resultados permitirán proyectar acciones que contribuyan a superar esta situación y lograr un uso más eficiente del agua en los sistemas de producción, base fundamental de la seguridad alimentaria de la región.