Técnicos y especialistas de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia diseñan de manera conjunta protocolos de bioseguridad y actualizan un plan de contingencia regional frente a la amenaza de un hongo que devasta plantaciones de banano, además de realizar un simulacro de emergencia en el municipio de Caranavi.

La amenaza se llama Fusarium de raza 4 tropical (R4T), un hongo que ha destruido decenas de miles de hectáreas comerciales de bananos en diferentes regiones del mundo, ocasionando grandes pérdidas económicas.

El impacto de la plaga incluye la reconversión de áreas de producción bananera; la modificación de los sistemas de cultivo, la desaparición de miles de empleos en todas las áreas afectadas, con serias afectaciones de los ingresos y medios de vida de productores y trabajadores del sector.

Con el asesoramiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a través de un proyecto regional, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) impulsa acciones preventivas y de contención de la plaga.

“Este ejercicio fortalecerá las capacidades para la prevención y contención de la marchitez por Fusarium R4T, mediante la mejor vigilancia epidemiológica, la bioseguridad y el uso de herramientas inteligentes y altamente participativas con técnicos y productores, en especial de agricultura familiar”, dijo el Representante de la FAO en Bolivia, Rodrigo Roubach.

En Bolivia se producen siete variedades de plátano, la banana Cavendish es la más cotizada y buscada en los mercados internacionales por el tamaño y la finura de su cáscara. La producción se concentra en la región tropical de Cochabamba, principalmente en los municipios de Chimoré, Villa Tunari, Puerto Villarroel, Entre Ríos y Shinahota. Y en la zona de Caranavi y Alto Beni de La Paz, según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.

En Bolivia y América Latina la producción de banano genera ingresos familiares, ingresos nacionales y empleo. De acuerdo con las estadísticas de la FAO, el 25% de la producción mundial de banano y el 66% de las importaciones de banano en 2019 se generó en países latinoamericanos y caribeños.

El Fusarium R4T es una de las principales amenazas contra este cultivo por su capacidad de arrasar rápidamente con grandes plantaciones de bananos y plátanos. La prevención y la contención de esta plaga es una prioridad para los países productores, entre ellos, Bolivia. Los productoras y productores son cruciales en este proceso de prevención pues pasan todo el año sobre el terreno.

A la par del simulacro, los expertos nacionales e internacionales desarrollan un taller en temas de bioseguridad, ⁠diagnósticos en emergencias, ⁠monitoreo y vigilancia especializada.