Para evaluar respuesta en campo se realizó un Simulacro de Alerta Roja en Beni
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Como parte de las actividades de los proyectos: “Incremento de la preparación y resiliencia en comunidades indígenas vulnerables priorizadas y organizaciones, bajo un enfoque multisectorial a nivel local, sub nacional y nacional en las cuencas de los ríos Beni y Mamoré”, financiado por el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea y “Fortalecimiento de la resiliencia local ante la inseguridad alimentaria, basada en estrategias exitosas, para desarrollar y consolidar el sistema nacional de alerta temprana, los medios de vida tradicionales y las condiciones de seguridad alimentaria de familias rurales vulnerables en la zona Alto Andina y en el Beni”, financiado por la Cooperación Italiana, el día de hoy se realiza un simulacro de inundación en el departamento del Beni.
En conferencia de prensa, el Viceministerio de Defensa Civil, informó que el simulacro de inundación en el departamento del Beni (Rurrenabaque, San Buenaventura y Trinidad), se realiza a fin de poder prevenir los efectos que podría tener la ápoca de inundación que ya está comenzando, como consecuencia de los efectos de “el niño”.
Carlos Mariaca, responsable de Información y Fortalecimiento del Sistema Integrado de Información y Alerta para la Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGER ) en el VIDECI, predice que entre enero y febrero se van a masificar las precipitaciones y áreas de inundación; en estrecha coordinación entre el VIDECI, SENAMHI y un grupo de agencias humanitarias como la FAO, UNICEF, PNUD, Soluciones Prácticas, Ayuda en Acción, OIM y la Fundación Salud del Río Beni, se ha organizado un simulacro de inundación que consiste en que el SENAMHI envía al VIDECI una alerta anunciando una inminente inundación, quien recibe la información y realiza un análisis de riesgo, vale decir, un análisis de las posibles zonas y consecuencias de esos impactos, por ejemplo; densidad poblacional de las comunidades que se encuentran ubicadas en proximidades de los ríos Beni y Mamoré. Posteriormente, se emiten recomendaciones inmediatas a los municipios y comunidades para que puedan tomar acciones preventivas en sus poblaciones.
Considerando que la Ley 602 tiene un carácter previsorio, se pretende desarrollar y optar por una cultura anticipada de prevención antes de los desastres y no solamente de atención de emergencias; para que la población cuente con mayor tiempo y oportunidad de salvar sus vidas y la de sus familias antes de que impacte el evento, en este caso la inundación o un desborde de rio; de ese modo podrían incluso ser evacuados a tiempo. Con ese fin se desarrollaron planes de contingencia que consideren esta alerta de manera temprana. Estos planes consideran medidas no solo para la seguridad de la vida humana, sino también para los medios de vida de esas poblaciones rurales, tales como sus cultivos y su ganadería; de esta manera se logra fortalecer ese nivel de organización en los diferentes municipios del Beni para que el impacto sea menor.
Para tales fines, el país, con ayuda de la cooperación internacional, especialmente de la FAO, cuenta con el Sistema Nacional de Alerta Temprana (SAT), incluyendo tecnología de punta como la plataforma DEWETRA, que concentra la información de pronóstico meteorológico. Este año también se están implementando los modelos hidrológicos en la cuenca de los ríos Beni y Mamoré, mismos que han sido desarrollados con la contribución del gobierno italiano, a través de la fundación CIMA (Centro Internacional de Monitoreo Ambiental) y que va a ser incorporado en esta época húmeda.
El SENAMHI (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) realiza el monitoreo diario y permanente del clima a nivel nacional, el cual puede predecir que los impactos podrían ocurrir en lugares específicos y en distintos lugares; esto permite alertar y recomendar a la población, logrando que esos impactos resulten mitigados. En este sentido, la simulación es un examen previo a la realidad para advertir con anticipación que fallas aún persisten en los actuales modelos de organización ante desastres a nivel municipal o nacional y de esa manera poder conocer si el plan de contingencia que se ha diseñado en los municipios y gobernaciones es viable y efectivo al momento de una inundación real.
Un simulacro busca también que estos procedimientos corregidos se constituyan en instrumentos de coordinación que se ajusten a las necesidades reales para obtener de ellos resultados positivos para la población.
El simulacro actual ha consistido en analizar cuál es el impacto a partir del envío de la alerta desde el VIDECI y del SENAMHI, respecto a las reacciones que podrían asumir los municipios en un momento real de desastre, con la institucionalidad creada en sus respectivas Unidades de Gestión de Riesgo (UGR). Cada una de estas UGRs fue implementada en cada municipio, con equipos técnicos que han sido capacitados para el desarrollo de estas destrezas preventivas; dado que son ellos quienes deberían tomar las decisiones pertinentes para ayudar a la población en riesgo para evitar su sufrimiento lo menos posible.
El personero del VIDECI, informó que ya han existido otras simulaciones, pero que la diferencia radica en que está incorpora un simulacro; que consiste en la inclusión de una acción puntual de
evacuación de la gente y del ganado, involucrando a varias instituciones, como por ejemplo el Comando Estratégico Operacional, que a través de la Armada que cuenta con embarcaciones navegables, coordina con FEGABENI (Federación de Ganaderos del Beni) para que ellos puedan trasladar al ganado a aquellas áreas provistas de puertos de embarque para puedan ser transportados a zonas seguras más altas libres de ser inundadas.
Las familias damnificadas serán desplazadas a lugares donde se han instalado albergues temporales y ahí recibirán la atención necesaria para cada caso de gravedad que se pueda presentar en algunas personas o familias. El simulacro servirá para identificar la actual eficiencia de las instancias de coordinación inter-institucional, la articulación entre el municipio y la gobernación; y de ésta a un nivel nacional, incluyendo la validación de las instrucciones y recomendaciones preventivas que se podrían dar a la población,; garantizando que la comunicación llegue a la comunidad y puedan tomarse acciones de acuerdo a las capacitaciones previas que se han realizado. También permitirá corregir las estrategias logísticas necesarias para realizar las acciones de traslado, evacuación, entre otros.
El simulacro durará todo el día y se trabajará con horas simuladas; viendo que tanto la alerta, la emergencia y algunos elementos de rehabilitación y respuesta temprana sean contemplados en un escenario especifico.
Se tienen previstas las evaluaciones pos simulacro en tres diferentes niveles, municipal, departamental y nacional, para ir retroalimentando sobre el resultado de la alerta, las acciones que han realizado los municipios y el estado real de preparación con el que se cuenta para enfrentar la época de inundación.