Una estación meteorológica y equipamiento fueron entregados por la FAO

“Estamos avanzando y no nos vamos a detener”, dijo vehemente Ciro Mamani Veliz, Alcalde del Municipio de Salinas de Garci Mendoza, celebrando las obras inauguradas en el 75 aniversario de la capital de la Provincia Ladislao Cabrera de Oruro. Una estación meteorológica para la Marka Aroma, equipos de transformación de quinua para las comunidades de Ucumasi y San Martín, y equipamiento para el Banco de Semillas Municipal fueron entregados el 22 de marzo por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en una jornada en la que el pueblo salineño expresó esperanza por nuevos tiempos para las familias productoras de quinua.

Salinas de Garci Mendoza se encuentra entre los salares de Uyuni y Coipasa, muy cerca de Thunupa, junto a los cerros de San Pedro y San Pablo. La región es quinuera por excelencia, lo que le ha dado el merecido sobrenombre de “Capital de la Quinua Real”. Esta variedad, la Quinua Real, crece únicamente en la zona y es altamente preciada en los mercados mundiales por ser orgánica, de una calidad insuperable.

La entrega de equipamiento se hizo en el marco del proyecto “Sistema Agroalimentario Quinua/Camélidos: Promoción de la Agricultura Familiar Comunitaria en el Altiplano Boliviano”, coordinado entre el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), la FAO y la Cooperación Italiana.

La Representante Regional Adjunta de la FAO para América Latina y el Caribe, Eve Crowley, y el Representante de la FAO en Bolivia, Crispim Moreira, se trasladaron a la región para este encuentro con algunas de las comunidades donde se lleva adelante un trabajo orientado a los diferentes procesos de producción, desde la semilla hasta el consumo, pasando por la transformación, comercialización, gestión de riesgos frente al cambio climático con diálogo de saberes,  investigación y alimentación escolar.

La visita se inició en la Marka Aroma, una región en la que desde hace milenios se desarrolla un sistema de agricultura familiar basado en la complementariedad de quinua y camélidos; y donde el diálogo de saberes permite una lectura integral del comportamiento del clima y la prevención de riesgos climáticos inherentes.

Para fortalecer estas prácticas, el proyecto entregó una estación de ocho sensores, iniciativa que tiene el objetivo de apoyar la unidad municipal de Gestión del Riesgos e implementar un sistema de alerta temprana en el municipio, en diálogo con los saberes locales. La contraparte de Aroma consiste no sólo en el enmallado y la otorgación del terreno para la ubicación de la estación, sino en el aporte de la sabiduría local sobre los fenómenos climáticos y el comportamiento de la flora y fauna que se complementa con el saber científico. La estación ya se encuentra articulada al Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) y transmite datos agrometeorológicos vía satélite al servidor de esta instancia de monitoreo a nivel nacional.

Aroma también inauguró invernaderos de 8 por 3.20 metros y un sistema de cosecha y almacenamiento de agua de lluvia con capacidad para cosechar 16 mil litros en una zona caracterizada por la escasez de agua. La Organización de Mujeres Emprendedoras en Tejidos y Artesanías de la Marka Aroma (OMETAMA) ofreció una exposición de delicados tejidos de fibras procesadas de manera natural y diseños diversos, resultado del equipamiento y fortalecimiento organizacional recibidos por ACRA-FAO en el marco del proyecto; además de productos de repostería hechos en base a quinua.

Un movimiento similar se vivió en la comunidad de Ucumasi, donde la Asociación de Mujeres Productoras de Ucumasi (AMPRODUC) recibió equipamiento para la planta de transformación de quinua, donde se produce turrones de quinua, pipocas con miel, glaseado de quinua y chocolate, y variada repostería. La Asociación fue dotada con un horno industrial, bandejas de cocción, clavijera y una procesadora de alimentos, además de un pack de promoción de sus productos consistente en folletería, etiquetas de identificación de sus productos, un roller para visibilizar su trabajo en las diferentes ferias y exposiciones a las que asisten, y un logo, todo construido por las mismas socias, con asesoramiento de la FAO.

Por su parte, las productoras del Centro de Madres 23 de Julio, en la comunidad San Martín, recibieron equipamiento consistente en una amasadora industrial, un horno industrial, bandejas de cocción, una mesa de acero inoxidable y una balanza de macros, todas herramientas para apoyar la producción de repostería hecha en base a quinua y espinaca cultivada en sus huertos e invernaderos. En esta región árida y seca, mujeres agrupadas en el Centro se han comprometido con estos emprendimientos y han encontrado su primer nicho de venta en el Centro de Salud que adquiere sus productos para entregar a los niños de entre 2 y 5 años de edad como parte de un programa de alimentación complementaria para los pre escolares.

Para coronar la jornada, la FAO hizo entrega de equipamiento para el Banco de Semillas Municipal y Centro de Investigación Genética que funciona en Salinas de Garci Mendoza, en el marco del Centro Internacional de la Quinua y la Universidad Técnica de Oruro. Allí se almacena semilla de quinua de las variedades Kellu, Toledo, Real Blanca, Utusaya y Pandela, por un precio referencial aproximado de 100 mil bolivianos y con el respaldo de la Ley Municipal 033 aprobada para conservar semillas estratégicas para las familias productoras de la región. El Banco de Semillas tiene el doble propósito de proveer de semillas para el desarrollo local en tiempos de normalidad y de distribuir semillas de manera inmediata en casos de emergencias por desastres naturales en la región. A su vez, se articula a los grupos de semilleristas conformados y certificados por el INIAF durante la ejecución del proyecto. 

Estas son algunas de las acciones que lleva adelante el proyecto “Sistema Agroalimentario Integrado Quinua/Camélidos” en 45 comunidades, no sólo de Salinas de Garci Mendoza, sino también del municipio de Colcha K (Potosí). Alrededor de 1.837 familias agricultoras se encuentran involucradas con esta iniciativa que implementa las políticas públicas de seguridad alimentaria con soberanía en la construcción de los territorios del Vivir Bien.