FAO en Bolivia

Un conversatorio da a conocer resultados relevantes del informe “El estado mundial de la agricultura y la alimentación”

Invitados al Conversatorio escuchan el mensaje del Director General de la FAO, Graziano da Silva.
24/10/2016

Si no se aborda el cambio climático la productividad agrícola disminuirá, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria, dijo Crispim Moreira, Representante de la FAO en Bolivia, durante un Conversatorio organizado para compartir el informe sobre El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2016 (SOFA, por sus siglas en inglés).

Con la participación de funcionarios del Estado Plurinacional de Bolivia, del Sistema de Naciones Unidas, de la cooperación internacional y la prensa internacional, la actividad fue organizada con el objetivo de dar a conocer los resultados más relevantes del documento que este año advierte sobre la necesidad de transformar los sistemas agrícolas y alimentarios para adaptarse a un planeta cada vez más cálido.

La agricultura –incluyendo la silvicultura, la pesca y la ganadería–, genera cerca de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. El sector agrícola debe hacer más para combatir el cambio climático, mientras se esfuerza en superar su impacto, según la última edición del informe.

Hay una necesidad de empezar a encarar con mayor fuerza una renovación en las formas de producir alimentos, pero sobre todo en las formas de consumo, dijo Mauricio Ramírez, Coordinador Residente de Naciones Unidas en Bolivia, tras conocer el documento.

La FAO advierte que la estrategia de "seguir haciendo como siempre" puede convertir a millones de personas más en víctimas del hambre, lo que no sucedería en un futuro sin cambio climático. La más afectada sería la población de las zonas pobres en África subsahariana, Asia meridional y el Sudeste asiático, en especial los que dependen de la agricultura para su sustento. La seguridad alimentaria en muchos países empeorará en el futuro si actuamos hoy.

Es un desafío a gran escala –opinó por su parte Francisco Sancho, Coordinador General de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, tras conocer los resultados del informe—ya que atinge a múltiples sectores de la sociedad.

El informe de la FAO subraya que el éxito en la transformación de los sistemas alimentarios y agrícolas dependerá en gran medida en apoyar con urgencia a los pequeños productores a adaptarse al cambio climático. En los países en desarrollo viven cerca de 500 millones de familias de pequeños agricultores que producen alimentos y otros productos agrícolas dentro de una enorme variedad de condiciones agroecológicas y socioeconómicas. Las soluciones tienen que adaptarse a esas condiciones; no hay una solución única para todos los casos.

El informe SOFA 2016 describe formas alternativas y económicamente viables de ayudar a los pequeños productores a adaptarse y que los medios de vida de las poblaciones rurales –a menudo las más expuestas a las amenazas del cambio climático– sean más resilientes.

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