FAO en Bolivia

El sobrepeso y la obesidad aumentan en América Latina y el Caribe según informe de la FAO y la OPS

La FAO y la OPS llaman a promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles que liguen agricultura, alimentación y nutrición y salud.
19/01/2017

Mientras que el hambre y la desnutrición disminuyen, el sobrepeso y la obesidad aumentan en América Latina y el Caribe, según el nuevo informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe que publican de manera conjunta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lanzado hoy desde Santiago de Chile.

Unos 360 millones de personas, cerca del 58 por ciento (%) de los habitantes de la región, presentan sobrepeso, una condición que va afectando sobre todo a mujeres y niños, dice el documento.

En los últimos 20 años ha ocurrido un rápido incremento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en toda la población, con un impacto mayor en zonas y países donde se consumen más alimentos procesados.

La Representante Regional de la FAO, Eve Crowley, dijo que de no frenarse este aumento, el mayor riesgo es para zonas y países donde se consumen más alimentos procesados. Y en ese contexto, la región debería recurrir a la valiosa experiencia que tiene en la lucha contra el hambre.

Por su parte, la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, dijo que es importante abordar los principales factores sociales que determinan este escenario, por ejemplo, la falta de acceso a agua y saneamiento, a servicios de educación y salud, y programas de protección social, entre otros.

Sobrepeso y obesidad

El documento, presentado oficialmente el 19 de enero, identifica las tasas más elevadas de sobrepeso en Chile (63%), México (64 %) y Bahamas (69%), en tanto que la prevalencia más baja se registra en Haití (38,5%), Paraguay (48,5%) y Nicaragua (49,4%).

La obesidad, por otro lado, afecta a 140 millones de personas (el 23% de la población regional) y las mayores prevalencias se dan en países del Caribe: Bahamas (36,2%) Barbados (31,3%), Trinidad y Tobago (31,1%) y Antigua y Barbuda (30,9%).

El Panorama revela que el aumento de la obesidad ha impactado de manera desproporcionada en las mujeres, ya que la tasa de obesidad femenina es 10 puntos porcentuales mayor que la de los hombres.

Uno de los factores que explican el alza de la obesidad y el sobrepeso ha sido el cambio en los patrones alimentarios (aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares). Otro factor importante es la tendencia a la disminución de la actividad física debido al aumento de la naturaleza sedentaria de muchas actividades recreativas, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización. Por su parte, el crecimiento económico, con el aumento de los ingresos medios de las personas y la integración de la región en los mercados internacionales han reducido el consumo de preparaciones tradicionales y aumentado el consumo de productos ultra procesados, un problema que afecta con mayor fuerza a las zonas y países que son importadores netos de alimentos.

Para hacer frente a esta situación, la FAO y la OPS llaman a promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles que vinculen agricultura, alimentación, nutrición y salud. Para ello, los Estados deben fomentar la producción sostenible de alimentos frescos, seguros y nutritivos, asegurando su oferta, diversidad y el acceso a los mismos, especialmente para los sectores más vulnerables. Esto tendrá que ser complementado con educación nutricional y advertencias para los consumidores sobre la composición nutricional de alimentos altos en azúcar, grasas y sal.

Avances en la lucha contra el hambre

Según el informe, la región ha logrado reducir considerablemente el hambre; hoy 5,5% de la población vive subalimentada, siendo el Caribe la subregión con la mayor prevalencia (19,8 %), en gran parte debido al hecho de que Haití posee la prevalencia de subalimentación más alta del planeta: 53,4%.

La desnutrición crónica infantil (baja talla para la edad) en América Latina y el Caribe también ha presentado una evolución positiva: cayó de 24,5 % en 1990 a 11,3% en 2015, una reducción de 7,8 millones de niños.

En Bolivia la prevalencia de desnutrición crónica en niñas y niños menores de cinco años es de 18,1%, según la Encuesta de Evaluación de Salud y Nutrición 2012.

Prácticamente todos los países han logrado mejorar la nutrición de sus niños, pero cabe destacar que la desnutrición afecta más a la población más pobre y a las zonas rurales. “Ahí es donde los gobiernos deben enfocar sus esfuerzos”, dijo Crowley.

Políticas para mejorar la nutrición

Un aspecto que destaca el Panorama es la implementación de políticas de alimentación saludable, aprobación de impuestos a las bebidas azucaradas y la regulación de la publicidad y/o el etiquetado de alimentos.

Bolivia, por ejemplo, cuenta con las leyes 622 de Alimentación Complementaria Escolar y 775 de Promoción de Alimentación Saludable, entre otras políticas que han tenido un importante impacto en la reducción del hambre y la malnutrición.

El Informe destaca también el “Programa Cosechando Vida - Sembrando Luz” en el marco de la “Agenda Patriótica del Bicentenario 2025”, que tiene por propósito dotar de agua potable y saneamiento a comunidades rurales, especialmente las que se encuentran en situación de pobreza extrema, con vulnerabilidad alimentaria y altos índices de necesidades básicas insatisfechas; y el Decreto Supremo 2480 de “Subsidio Universal Prenatal por la Vida”, que busca disminuir los índices de mortalidad materno-infantil.

La Directora de la OPS resaltó que estas medidas deben ser complementadas con políticas para aumentar la oferta y acceso a alimentos frescos y agua segura, con el fortalecimiento de la agricultura familiar, la implementación de circuitos cortos de producción y comercialización de alimentos, sistemas de compras públicas y programas de educación alimentaria y nutricional.

“La sostenibilidad de la oferta alimentaria y su diversidad futura se encuentran bajo amenaza, a menos que cambiemos la forma en que hacemos las cosas”, explicó la Representante Regional de la FAO, destacando que 127 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician anualmente en América Latina y el Caribe.

La FAO y la OPS sostienen que hay que hacer más eficiente y sostenible el uso de la tierra y de los recursos naturales, mejorar las técnicas de producción, almacenamiento y transformación y procesamiento de los alimentos, y reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos para asegurar el acceso equitativo a los mismos.