El campo sigue con ADR y FAO apoyando los PIDAR. 

Con una marca de café propia -MUCAHUI-, habilidades técnicas para producir café de exportación y una asociación fortalecida y empoderada concluye el acompañamiento técnico a la Asociación de Mujeres Cafeteras del Centro de Huila, núcleo El Pital y Agrado del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 207, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia de Desarrollo Rural (ADR). 

En la Granja Agropecuaria Municipal de El Pital se realizó el acto protocolario de cierre del PIDAR donde las 27 mujeres afiliadas recibieron un informe de los resultados obtenidos durante la intervención. El documento fue socializado por Gustavo Chinchilla, coordinador del proyecto de la Unidad Técnica Territorial (UTT) de ADR y Carlos Sánchez, coordinador del Pidar del equipo FAO. Las palabras de aceptación estuvieron a cargo de Ana Milena Valencia representante legal de la Asociación. 

La intervención en Pital y Agrado, de más de 24 meses, permitió que las mujeres recibieran acompañamiento técnico en sus predios sobre buenas prácticas agrícolas que les ayudó a mejorar la calidad del producto. Este resultado llamó la atención de la firma canadiense RGC Américas, gestionado por la FAO, que manifestó su interés en adquirir el café. RGC AMERICAS tiene tiendas de café especial. 

Las afiliadas recibieron capacitación en gestión administrativa, financiera, en crecimiento personal, en aprendizaje técnico, TIC`s y en comercialización. Además, se les entregaron palas, guadañadoras, despulpadora, fumigadoras, fertilizantes, y piezas publicitarias para comercializar su café y participar en ferias, el cual bautizaron el nombre Café Mucahui (Mujeres Cafeteras del Centro del Huila). 

“Lo que más destaco del convenio con ADR – FAO, dice Ana Milena, es que los recursos fueron ejecutados de manera transparente. Además, se generaron algunos ahorros que la asociación acordó invertir para fortalecer el grupo. Recibimos asistencia técnica integral y todas las familias tuvimos asesoría social en todo el ciclo productivo del café”. 

Dentro de los muchos conocimientos adquiridos por la intervención del convenio, Ana Milena destaca que recibieron apoyo en el mejoramiento de la administración de la asociación, en la organización de la documentación, en realizar diagnósticos de mercados potenciales. También en comprender su estructura organizacional y delegar funciones entre las asociadas encaminadas a la participación de todas; en apropiarse y aplicar sus estatutos, que es la carta de navegación de cualquier asociación, y en la generación de conocimientos contables y tributarios, con el fin de poder cumplir con todas sus obligaciones tributarias ante las respectivas entidades de control y vigilancia. 

La asociación está iniciando su proceso de comercialización. El sueño, dicen, es que puedan vender directamente el café, sin intermediarios y continuar presentando proyectos que ayuden a fortalecer la asociación.
 

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