Cafeteros de Nariño buscan productores para exportar en pequeñas cantidades
Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural, PIDAR 507, La Unión - Nariño.
“Exportar ya no es un impedimento. Ya no es la cantidad o el precio lo que limita exportar ”dice convencido Braulio Salcedo Pérez, representante de la Fundación Ecotrópico y participante con 100 cafeteros en el Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 507, quienes ahora, casi cuatro meses después de haber cerrado el proyecto, abrió una nueva línea de negocio: exportar en pequeñas cantidades –10 k., 25 k. y 50 k. de café– a Estados Unidos y México con precios competitivos. A la fecha han exportado 1.500 kilos de café tostado.
Hace cuatro años comenzaron a exportar café. La primera vez fue a Taiwán a donde enviaron un contenedor completo con 18 mil kilogramos. Fue ahí cuando descubrieron que el secreto estaba en las redes sociales: “Hoy el que no se conecta, no consigue mercado. Por muy campesino que uno sea, en el rincón más apartado, siempre hay una señal para celular. El celular y las redes sociales son unos aliados para los campesinos”, asegura Salcedo quien ahora junto con los 800 productores de café y frutales de Ecotrópico están dedicados a la exportación en pequeñas cantidades.
Justamente explorando en las redes sociales promocionando su producto y la forma como lo procesan lograron acceder a una tarifa con trato preferencial que les subsidia hasta el 80% del valor real del transporte. Con ese subsidio empezaron a buscar amigos, familiares, contactos a través de las redes y a exportar cajas de 10 kilos y 25 kilos. “Les enviábamos el café y el precio era tan competitivo que de inmediato nos pedían más”.
La respuesta positiva les hizo pensar que podían ayudar a otros productores para que hicieran lo mismo que ellos: exportar en pequeñas cantidades a precios competitivos. Ahora están a la caza de nuevos productores que quieran aliarse con ellos, en cualquier lugar del país y exportar: “no importa el producto, nosotros los asesoramos, lo único que tienen que hacer es buscar los contactos. No es tan difícil: ¿quién no tiene un familiar, un conocido en el extranjero?”
Salcedo reconoce que muchos de estos logros se deben a la implementación del PIDAR con el que pudieron mejorar la calidad del café.
El PIDAR es liderado por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), con la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El PIDAR es, según la ADR, una iniciativa productiva que contempla actividades limitadas en el tiempo, que utiliza parcialmente recursos públicos con el fin de crear, ampliar, mejorar o recuperar la capacidad de producción o de provisión de bienes o servicios por parte del Estado en el sector rural. La ADR con la cooperación técnica de la FAO, apoyan la implementación de esos proyectos a través de procesos de formación técnica, socio empresariales y de corresponsabilidad con el medio ambiente; y con la entrega de insumos o bienes de acuerdo con las características del proyecto.
A la fecha, la alianza ADR – FAO ha implementado 49 proyectos PIDAR en 22 departamentos, en los que han participado alrededor de 6.600 familias productoras de 169 municipios, las cuales representan a 135 organizaciones de campesinos, indígenas, afrodescendientes y raizales.
Los 100 de La Unión
Efectivamente, en el PIDAR 507 participaron 100 productores de la Fundación, quienes se denominaron los 100 de La Unión. El propósito del proyecto fue realizar un fortalecimiento técnico y socio-empresarial a los productores. Recibieron capacitación en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), manejo integrado de plagas y enfermedades (MIPE), fertilización, uso adecuado y mantenimiento de equipos y visita a predios para el refuerzo y orientación para la aplicación de los conocimientos. Se pasó de la producción de café tradicional a café Pergamino Seco Especial.
El equipo FAO – ADR los apoyó para la construcción de un modelo de negocio consolidando la venta de café pergamino seco con la firma de un acuerdo de comercialización.
Además, a cada productor se le dotó con 100 kits para control pos cosecha (un fermaestro, una paleta plástica perforada, un gravimet, un rastrillo, una lámpara recargable con energía solar de 36LED), materiales e instalación de 100 túneles de secado, una báscula de pesaje, una trilladora de laboratorio para café pergamino y 153 sacos cafeteros nuevos en fique.
Como resultado de toda la intervención, se redujeron los costos de producción en 40%, se incrementó en 37% el precio de venta por kilogramo de café, se ahorraron 33 litros de agua por kilogramos de café pergamino seco en labores de despulpado y se generó una escuela de catación de café para los hijos de los productores.
Todo esto, concluye Braulio, “nos ha permitido crear un abanico de ofertas de café entre ellos los naturales que nos posiciona en el mercado internacional”.
Contacto de prensa:
Nancy Villescas Sánchez
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia