FAO en Colombia

Poner fin a la violencia contra las Mujeres Rurales: Esencial para labrar el nuevo campo colombiano

25/11/2017

Cada 25 de noviembre el mundo conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En Colombia se estima que más de 5 millones de mujeres habitan en la ruralidad, la mitad de ellas en condiciones extremas de pobreza, muchas en situaciones graves de marginalidad, víctimas de violencia intrafamiliar y en el marco del conflicto armado.

Este año el lema del día internacional es  «Que nadie se quede atrás: pongamos fin a la violencia contra las mujeres y las niñas». Las mujeres rurales víctimas de lo que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha denominado, la triple discriminación: por ser campesinas, mujeres y muchas veces sujetos de violencias a causa del conflicto armado las convierte en una de las poblaciones más vulnerables cuya atención es prioritaria en el objetivo de exterminar una de las violaciones a los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo.

Según el Instituto nacional de medicina legal, 138 mujeres rurales fueron asesinadas en el año 2016 en el país y 2.161 fueron víctimas de Violencia Intrafamiliar, sin embargo se estima que el subregistro de casos es alto, pues las brechas de denuncia frente a estas violencias son enormes entre las zonas rurales y urbanas.

“En el diagnóstico del Programa Familias Rurales encontramos mujeres con problemáticas muy concretas: problemas con el acceso y la disponibilidad de los alimentos,  la tenencia de la tierra, la participación limitada en escenarios de toma de decisiones frente a temas productivos y de seguridad alimentaria y nutricional (...) Encontramos violencias de género: física, psicológica, económica, patrimonial y violencia sexual”

Estas fueron las palabras de Amanda Romo, Profesional Especializada Social y de Género del programa Familias Rurales, el cual liderado por Prosperidad Social en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura FAO viene siendo implementado desde el año 2016 en tres municipios del departamento del Cauca (Almaguer, La Vega y Argelia) impactando a 1500 familias vulnerables para el fortalecimiento de procesos de seguridad alimentaria y nutricional, el desarrollo de proyectos productivos y la reconstrucción del tejido social quebrantado por décadas de conflicto armado.

De los participantes del proyecto más de la mitad son mujeres en quienes el programa ha evidenciado las grandes brechas de género existentes entre el campo y las ciudades. Sin embargo, hoy estas realidades se están haciendo visibles con programas que, como Familias Rurales, han podido llegar a estas zonas anteriormente inaccesibles. El actual escenario de construcción de paz ya se vislumbra como la mayor oportunidad para romper los ciclos de violencia perpetuados en el campo colombiano que afrontan a diario muchas mujeres rurales colombianas.

A su vez, para hacer frente a la situación, Familias Rurales ha incorporado el enfoque de género de manera transversal a todo el proceso. Su metodología innovadora en el país ha fomentado la construcción de nuevas masculinidades invitando tanto a hombres como a mujeres a replantear su papel en los espacios domésticos y productivos, ha promovido la participación paritaria de la mujer en escenarios de toma de decisión como asambleas comunitarias y  Comités de Participación y Control Social. A su vez, puntualmente ha llevado a cabo Encuentros Comunitarios de Género con el propósito de conversar y reflexionar sobre el reconocimiento de los derechos de las mujeres y su papel en escenario familiares, comunitarios y productivos.

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Contacto de prensa Programa Familias Rurales

Monica Castaño

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