FAO en Colombia

Le pasamos por encima, desconociendo su importancia. El suelo, es un recurso no renovable

09/07/2018

Pocos saben que el suelo es un recurso finito y es quizás por ello que no se le da la importancia que merece. Para crear tan solo un centímetro de suelo se requieren de 1000 años. Pareciera una historia de ficción, pero es real; su pérdida y degradación no son reversibles en el curso actual de la vida humana.

El suelo es la base para la producción del 95% de los alimentos que consumimos, así como la generación de combustibles y fibras, además de ser el soporte para muchos servicios ecosistémicos esenciales y por ende, el soporte de medios de vida e ingresos de muchas familias. La superficie natural de suelos productivos es limitada y cada día aumenta su presión debido a la intensificación y el uso competitivo que caracteriza el aprovechamiento de los suelos con fines agrícolas, forestales, pastorales y de urbanización, para cubrir la demanda de producción de alimentos, energía y extracción de materias primas.

El suelo debe ser reconocido y valorado por sus capacidades productivas y por su contribución en el sustento de la seguridad alimentaria y el sostenimiento de servicios ecosistémicos fundamentales. Consciente de ello, la FAO promovió en el 2012 la creación de Alianza Mundial por el Suelo (AMS), como un mecanismo para desarrollar una fuerte coalición interactiva y mejorar la colaboración y sinergia de esfuerzos entre diferentes países, a través de sus gobiernos, centros de investigación, universidades y organismos de cooperación internacional. Su propósito: mejorar la gobernanza y la gestión sostenible de los suelos.

De esta AMS se derivan las Alianzas Regionales por el Suelo, integradas por actores de diferentes instancias, interesados y activos en apoyar los pilares de la AMS, los cuales son: i) promoción del manejo sostenible del suelo para su protección, conservación y productividad sostenible; ii) fomento de la inversión, cooperación técnica, políticas, concientización, educación, capacitación y extensión sobre los suelos; iii) promoción de la investigación y el desarrollo edafológico focalizado y centrado en las brechas y prioridades que se hayan identificado y las sinergias con acciones relacionadas con la producción, desarrollo ambiental y social; iv) mejora de la cantidad y la calidad de los datos e información edafológica (recolección de datos, análisis, validación, presentación de informes, monitoreo y su integración con otras disciplinas); y, v) armonización de los métodos, medidas e indicadores para el manejo sostenible y la protección del recurso suelo.

De la mano con esta iniciativa, en el año 2017, la FAO puso en marcha un proyecto regional para el desarrollo de capacidades en información de suelos para el manejo sostenible de los recursos naturales en siete países de América del Sur: Argentina, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay, Bolivia y Colombia, liderado por Colombia, en alianza con el Instituto Geográfico Agustin Codazzi (IGAC). A la fecha, cada país ha elaborado su mapa de carbono orgánico, el cual ha sido incluido en el mapa mundial de carbono orgánico. Este proyecto busca también la reactivación del Sistema de Información de Suelos de Latinoamerica (SISLAC), que permitirá generar herramientas para la toma de decisiones en los países. 

Hoy se dieron cita en el Taller Regional el uso de datos de suelos para la toma de decisiones y la planificación en Latinoamérica: presentación del sistema de información de suelos SISLAC, realizado en la sede del IGAC en Bogotá, Colombia. En este evento participaron cerca de 70 actores de nivel regional y nacional, relacionados con el uso de datos de suelos. A nivel regional, se contó con la participación de los puntos focales de la Alianza Sudamericana por los Suelos (ASS), que participan en el marco del proyecto regional de suelos de la FAO, así como oficiales de la FAO responsables del proyecto y el coordinador para América Latina de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía, UNCCD.

Durante su presentación sobre la importancia de los datos de suelos del SISLAC para la toma de decisiones y la planificación del territorio en la Alianza Mundial por el Suelo, AMS, Ronald Vargas, Secretario General de la AMS, FAO, resaltó: “desde FAO se promueve el liderazgo de los países en la obtención, sistematización y manejo de la información, por ello consideramos que el SISLAC será una herramienta de mucha ayuda en la planeación”.

Asimismo, José Miguel Torrico, Coordinador para América Latina y el Caribe de la Convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la desertificación y la sequía, UNCCD, presentó las metas e indicadores para los objetivos de Neutralidad de Degradación de la Tierra (NDT) e invitó a difundir el mensaje sobre la protección de los suelos, “es necesario hacer concientizar a la gente de la importancia del suelo, enseñar a quienes no saben para que todos entendamos que es un recurso no renovable”.


El Sistema de Información de Suelos, SISLAC

En 2012, la FAO creó en Latinoamérica un sistema de información de suelos, el SISLAC, que contó inicialmente con una serie de datos proporcionados por los países y culminó en una primera etapa de generación de mapas de suelos a escala 1:1.000.000. Desde junio de 2017, con el proyecto regional de suelos, se han venido realizando una serie de capacitaciones en mapeo digital de suelos y se está realizando un nuevo diseño del SISLAC, con el fin de fortalecer las capacidades en información de suelos de los países participantes. El sistema actualizado estará albergado por medio de un software libre, en la plataforma de la FAO en Roma. De esta manera, y según la política de datos de suelos de la FAO, (http://www.fao.org/3/a-bs975e.pdf) los países podrán dar crédito a las instituciones que generan los datos y mantener el control sobre todos los datos que se integran al sistema.


El manejo sostenible del suelo en Colombia

Desde 2014, la FAO ha apoyado al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) en el proceso de validación, aprobación e implementación de la Política de Gestión Sostenible del Suelo. En el marco de esta alianza, se elaboró  una propuesta de agenda de investigación, se diseñó una estrategia de control de la contaminación del suelo y se llevaron a cabo una serie de capacitaciones regionales sobre el manejo sostenible del suelo, dando lugar a la elaboración de una guía de buenas prácticas para la gestión y uso sostenible de los suelos en áreas rurales. 

Por otra parte, el proyecto de cooperación sur-sur para el fortalecimiento del sector algodonero que se adelanta en el país con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Confederación Colombiana del Algodón (Conalgodón), incluye un componente sobre los sistemas de producción sostenibles, orientado a recuperar la capacidad productiva de los suelos algodoneros en Colombia, con la introducción de cambios importantes en prácticas de manejo convencionales.  

De igual manera, en relación con la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación y la sequía, se está ejecutando desde mediados de 2017 el proyecto de manejo sostenible de tierras – WOCAT, liderado en Colombia por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria y el Ministerio de Agrcultura y Desarrollo Rural.  Este proyecto prevé la caracterización de los cambios de uso de la tierra y la evaluación y seguimiento de las prácticas de manejo sostenible de la tierra, como herramienta para la toma de decisiones y su integración en los instrumentos de política pública.

Es preciso tomar medidas ahora mismo, no dejar pasar más tiempo para que el suelo se contemple como un aliado contra el cambio climático, que nos ayuda en la seguridad alimentaria, en el proceso de concentración de carbono y en la purificación del agua. El suelo es un integrante fundamental de la vida.


Alianza Mundial por el Suelo
Mapa de carbono orgánico del suelo
Guía de buenas prácticas para la gestión y uso sostenible de los suelos en áreas rurales
Galería de imágenes



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