Hay más organismos vivos en una cucharada de suelo que habitantes en el planeta tierra. De eso se trata el Plan de Fortalecimiento de Capacidades “Yo cuido mi suelo”, que comenzará en Tunja con 22 técnicos agrícolas, con el propósito de que 720 productores de leche y papa de la región utilicen técnicas para la protección del suelo y se beneficien con el aumento de la productividad del mismo.

La formación hace parte del convenio de cooperación técnica entre la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Tiene el propósito de sensibilizar a 1.269 productores de Boyacá, Atlántico, Bolívar y Cesar sobre las acciones que deben implementar para proteger el suelo. El Plan de fortalecimiento inicia con un taller que se realizará el 29 y 30 de marzo en la Unidad Técnica Territorial de la ADR ubicada en Tunja. Al final los asistentes diseñarán una Escuela de Campo (ECA) sobre el suelo.

En el proceso de formación, los especialistas de FAO les recordarán a los asistentes que el suelo es un recurso no renovable, del cual depende la producción del 95% de los alimentos y que cuando un suelo tiene una degradación severa deben pasar cientos de años para que se recupere.

La especialista de la FAO y líder de los talleres de formación, Carolina Olivera, explicó que lo que se quiere lograr es que “los agricultores sepan que tienen en sus cinco sentidos la capacidad de evaluar el estado de salud de los suelos. Es algo que hacen todos los días sin darse cuenta. En el taller vamos a crear herramientas sencillas para que ellos mismos puedan evaluar sus suelos y analicen si las prácticas que están implementando le ayudan a sacarle todo el potencial productivo que tiene.

El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) de Colombia define el suelo como: “un componente vital del ambiente natural. Su disponibilidad es limitada y se encuentra constituido por minerales, aire, agua, materia orgánica, macro, meso y microorganismos que desempeñan funciones indispensables para la sociedad y el planeta”.

La señora Olivera, recuerda que los suelos aportan servicios ecosistémicos que permiten la vida en la tierra, desde suministrar alimentos, fibras y combustibles, ser purificadores de agua, ser reguladores del clima, ser protectores de ciclo de los nutrientes, ser el hábitat para los microorganismos, ser reguladores de las inundaciones, ser fuentes de productos farmacéuticos, hasta dar los suministros para los materiales de construcción.

Al referirse a la relación del agua y el suelo, la especialista señaló que “el agua es la ´sangre´ de la agricultura, una mejor gestión de la humedad del suelo es clave para la producción sostenible de alimentos”. Según la FAO, se estima que si hay un uso eficiente del agua, un uso reducido de pesticidas y una mejora de la salud del suelo puede haber un aumento hasta del 79% en los cultivos.