Los gobiernos de Colombia, Brasil y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) inician un proyecto de cooperación sur-sur trilateral que propone perfeccionar la oferta de servicios dirigidos a la agricultura campesina, familiar y comunitaria colombiana, contribuyendo para la calidad de vida de estas familias bien como para la sostenibilidad de los acuerdos de paz establecidos en el país. El eje central es apoyar a Colombia en el diseño de estrategias que fomenten el desarrollo del campo para aumentar el ingreso y las condiciones de vidas de las familias agricultoras.

Con un enfoque participativo y territorial, el proyecto denominado “Sembrando Capacidades” arranca con sus actividades con la primera reunión de acompañamiento del proyecto, que se realizó entre el 22 al 24 de enero en Bogotá, con la participación de representantes de los dos gobiernos y de FAO que discutirán y aprobarán en plan de acción para el año 2020. Los tres objetivos principales son generar circuitos cortos de comercialización, sistematización de los agricultores familiares que existen en el país y promoción de procesos productivos agroecológicos.

En el marco del proyecto están previstas actividades de capacitación para que las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para que puedan contribuir en tema de políticas públicas de extensión agraria, agroecología, asociatividad y circuitos cortos de comercialización.

El proyecto de Colombia es llevado a cabo de forma conjunta por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), en representación al gobierno de Colombia; el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) y la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), por parte de Brasil; y las oficinas de FAO en Colombia, Brasil y la Regional para América Latina y el Caribe. La iniciativa es parte del proyecto regional América Latina y el Caribe sin Hambre, en ejecución en el marco de Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO.

La firma del Acuerdo de Paz, que tiene como uno de sus temas la política de desarrollo agrario, ha permitido al gobierno colombiano discutir bases para erradicar la pobreza extrema en las áreas rurales y desarrollar la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria (ACFC). En el desarrollo de las zonas rurales es esencial la implementación y el acceso a una serie de políticas públicas como crédito, asistencia técnica e tecnologías apropiadas, entre otras. “El proyecto que arranca ahora en enero puede ser un importante instrumento de apoyo para que la agricultura colombiana pueda cumplir con su rol de contribuir a la transformación económica, social y política del país, fortaleciendo y ampliando la oferta de servicios y bienes para este sector productivo. Será el paraguas de las acciones que Colombia, Brasil y FAO van a planificar juntas en el marco de este proyecto de cooperación”, evaluó Ronaldo Ferraz, coordinador regional del proyecto América Latina y el Caribe sin Hambre/Cooperación Internacional Brasil-FAO.

El Viceministro de Desarrollo Rural, Javier Pérez Burgos, manifestó que en Colombia la agricultura familiar representa el 70 por ciento de la producción de alimentos en el país y, por tanto, “este convenio contribuye a impulsar la rentabilidad y sostenibilidad del campo colombiano”.

Alan Bojanic, Representante de FAO Colombia, destacó la experiencia y conocimiento técnico de FAO y sostuvo que estas acciones de cooperación “contribuirán notablemente al desarrollo de la economía agrícola del país.

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