FAO en Colombia

La experiencia de Eber, un promotor FAO que aprende y replica

26/03/2020

En lugar de salir de la casa a cumplir su rol como promotor de FAO Conexión BioCaribe, “Grondo” -como es llamado en su localidad- prefiere recibir en su hogar a las personas que lo visitan, para darles ejemplo, junto a su familia, de algunas buenas prácticas de producción sostenible, conservación y conectividad. Además de la vivienda que ocupa un pequeño porcentaje de los 720 metros cuadrados que tiene su predio, los Grondona Reyes han ido madurando desde hace 20 años un Agroecosistema Biodiverso Familiar (Abif), como es denominado por la Asociación de Productores para el Desarrollo Comunitario de la Ciénaga Grande del Bajo Sinú (Asprocig), organización a la que pertenece hace más de 22 años.  

Su sistema socioecológico llamado ‘Aguas Prietas’ y ubicado en el sector Calle Grande, del corregimiento San Sebastián de Lorica, cuenta con 84 especies vegetales registradas e integradas de los seis grupos de plantas, en donde sobresalen los frutales de mango, papaya, maracuyá, ají y berenjena. Es un agroecosistema avanzado que se ha diseñado, rediseñado y ahora está en su fase de producción de ingresos familiares, sin dejar de lado el autoconsumo. Ha asociado el modelo de nueve estanques circulares de geomembranas, con cuatro metros de diámetro cada uno, en el que habitan 10 000 peces, cultivo que le permite sacar cada cinco meses una cosecha de tres toneladas, que, al momento de la venta con vísceras, equivalen a unos $18.000.000. Siguen trabajando para elevar la producción a siete u ocho toneladas y con este dinero poder pagar los estudios de geografía a su segunda hija, Yulimeis. 

Jhon Jairo es su primogénito mayor y también terminó los estudios en administración en salud, gracias al emprendimiento familiar que el año anterior, reportó ingresos mensuales de dos salarios mínimos que les mejoraron la calidad de vida. Es así como Eber, sus dos hijos, su cuñado y su señora Carmen Reyes, componen un equipo de cinco miembros que se distribuyen las labores del cultivo, siendo la esposa la única que recibe un pago fijo mensual producto de la decisión que se tomó en asamblea familiar, una instancia posible por la reintegración, cohesión, participación y mejoramiento de las relaciones humanas que ha tenido el hogar, uno los resultados más significativos de esta experiencia. 

La energía entre las personas no es lo único que mueve en su propiedad, en todo este tiempo la innovación artesanal ha sido un principio, han desarrollado un sistema para hacer recircular el agua garantizando la cosecha permanente del líquido y optimizando el consumo del mismo. Igualmente, han logrado la medición de parámetros de agua, el abonamiento proporcionado por el mismo predio y diferentes técnicas agropecuarias que priorizan el brillo del sol. Esta réplica o fractal, como la conocen en esta zona de ancestros Zenúes, linda por el sur con la imponente Ciénaga Grande del Bajo Sinú, haciendo que se conjugue con ecosistemas naturales y posibilitando la biodiversidad funcional. 

Esta reserva familiar es sin duda más que una parcela de aprendizaje o un centro demostrativo de capacitación, es también un refugio de especies de aves residentes y migratorias que en las tardes se recrean a la vez que disfrutan del festín de papaya. Con un variado componente pecuario que involucra pollos de engorde, patos, cerdos y conejos ha sido y seguirá siendo el destino de muchas giras de intercambio de conocimientos y anfitriona número uno de la institución educativa Rafael Núñez, de su feria de la ciencia con énfasis en acuicultura y sus profesores de ciencias naturales y química, que encuentran la manera de hacer observable la compleja tabla periódica en vivo y de forma aplicada en este “laboratorio” natural. 

‘Aguas Prietas’ seguirá siendo el sitio en el que Eber y Carmen continuará restaurando el ecosistema y “viviendo sabroso”. “Mi casa es un sistema autosostenible y lo que quiero es que otros hagan lo mismo. Acá la pandemia no se sufre porque hay comida”, asegura con altivez, Eber Grondona Argumedo, promotor del proyecto Conexión Biocaribe desde 2017.  

Conexión BioCaribe es la primera iniciativa desarrollada en Colombia con el propósito de crear y formalizar corredores de conectividad social y ecosistémica, promoviendo la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad en el Caribe colombiano. Así como Eber, esta experiencia cuenta con otros 17 promotores y facilitadores afrocolombianos, indígenas y mestizos en Chocó, Antioquia, Córdoba, Sucre y Bolívar, que hacen posible tener territorios ricos en cultura, biodiversidad y alimentos que se producen de manera natural.

 

 

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Daniel Posada Rada
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