FAO en Colombia

Abastecimiento alimentario: una apuesta de soberanía local

27/04/2020

Una estrategia de abastecimiento alimentario local de la iniciativa de Conexión BioCaribe, desarrollada por FAO Colombia, para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria de la covid-19: “Cosechas de vida que nos unen”, promueve el apoyo entre comunidades a través de la donación de productos agroecológicos frescos. 

La experiencia colombiana de Conexión BioCaribe adelanta con éxito una estrategia de comercio local solidario de alimentos que se producen de manera agroecológica, promoviendo la cultura de comprar localmente, el valor de los cultivos campesinos familiares y comunitarios y el biocomercio, ya que se conserva la biodiversidad en la práctica productiva. Con este tipo de acciones de fortalecimiento socioempresarial se busca incentivar también la responsabilidad social y ambiental en la producción agropecuaria, resaltando los saberes ancestrales de los grupos étnicos y rescatando la gran variedad de productos nativos y criollos. 

Una vez satisfecho el autoconsumo por parte de las diferentes comunidades del Caribe colombiano, se da paso a la oportunidad de inclusión, generando con las cosechas excedentes un medio de vida dentro del sistema territorial de abastecimiento alimentario. Se trata de la comercialización de alimentos sanos, originados en agroecosistemas diversos, que han iniciado a disponerse en los mercados más próximos, apropiándolos de certificación de garantía participativa que avala su calidad ecológica, el precio justo y motiva a la promoción (ferias, visitas a predios, mercados campesinos) y la firma de acuerdos de voluntades con compradores públicos y privados, en donde se pactan volúmenes y frecuencias de entrega de productos frescos o procesados amigables con el ambiente.    

Todo esto se enmarca en los Sistemas Participativos de Garantías (SPG) que adelantan diferentes zonas como ruta para acceder a sellos de confianza participativa para sus productos agroecológicos, que garantizan el aumento del consumo saludable y el aprovechamiento biológico por parte del “amigo consumidor”. 
 

Solidaridad alimentaria 

La cooperación -como marco de actuación de los SPG-, ha sido una expresión solidaria de comunidades como la de Marriaga (Unguía) que ha adoptado este modelo de distribución de alimentos, permitiendo mitigar los efectos de la pandemia de la Covid-19 al velar por la seguridad alimentaria de los habitantes más necesitados del corregimiento vecino de Tanela. Igual, es el caso de los cultivadores de Tierralta (Córdoba) y San Juan Nepomuceno (Bolívar), que bajo el lema “Cosechas de vida que nos unen”, compartieron 20.000 kilos de ñame, 6.000 unidades de plátano, 200 kilos de borojó y 90 kilos de miel a través de FAO Conexión BioCaribe, para ser entregados a la población más vulnerable del sur de Montería en la campaña #DonatónPorLagente de la Alcaldía de la ciudad. 

Es así como cientos de indígenas, afrodescendientes y mestizos han descubierto negocios verdes que además de manifestar su sentido humanitario, dinamizan las economías locales con la estrategia de circuitos cortos de mercado para productos naturales. Sin duda, una alternativa sostenible que le aporta a la conectividad y contribuye al mantenimiento de bosques y cultivos, así como a la generación de ingresos justos para las familias. 


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