FAO en Colombia

Cuatro experiencias exitosas de abastecimiento alimentario en tiempo de pandemia, apoyadas por FAO Colombia

01/07/2020

En momentos donde la crisis generada por la Covid-19 afecta todos los sectores de la economía, Organizaciones de Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria del país están desarrollando estrategias para mantener la producción y poder comercializar sus productos. 

En Caquetá, Meta, Cundinamarca y Bogotá se han desarrollado estrategias de circuitos cortos de abastecimiento que han permitido la adquisición de insumos para la producción y la venta de productos frescos, contrarrestando así las restricciones logísticas originadas por la pandemia y reduciendo la distancia entre productores y consumidores. 

Entre los ejemplos de circuitos cortos de abastecimiento se encuentran las ferias o mercados campesinos, ventas a domicilio o por internet, proveeduría de mercados públicos locales (ej.: alimentación escolar), ventas directas a hoteles, restaurantes y casinos, entre otros. 

En el Departamento de Caquetá, la Corporación Ambiental para el Fomento del Turismo y Desarrollo Rural Integral Comunitario (Corcaraño), integrada por 22 mujeres, trabaja en la estrategia de mercados campesinos y el agroturismo comunitario, fortaleciendo a más de 40 familias de los corregimientos de Caraño, Danubio y Orteguaza, en el municipio de Florencia. 

Durante el aislamiento, Corcaraño ha realizado 7 mercados, triplicando la demanda de alimentos abasteciendo, en promedio, a 133 consumidores en cada jornada de mercado con una oferta de 64 productos agropecuarios y una fidelización de clientes del 78%. 

En el Departamento del Meta FAO, en asocio con Ecopetrol, desarrolló una estrategia de mercados a domicilio con el apoyo de la Alcaldía de Villavicencio y Mercaorinoquía. Allí participan productores de la capital del Meta, y los municipios de Acacías, Guamal y Castilla La Nueva, principalmente, al igual que organizaciones campesinas de otros municipios de ese departamento y de Cundinamarca. 

Este sistema ha sido innovador en el uso de tecnologías de información, pues inicialmente los pedidos se hacían por teléfono y Whatsapp, pero ahora se hacen mediante una aplicación. 

De esta forma se ha logrado contar con una oferta de al menos 183 productos alimenticios a disposición de los hogares de esa región. 

En Cundinamarca, con el objetivo de evitar la concentración de productores y alimentos en la Central de Abastos (Corabastos), se ejecutó una estrategia de circuitos cortos en los municipios de Vianí, Nocaima, Sasaima y Villeta con 11 asociaciones de productores que comercializan sus productos en la plaza de mercado de Facatativá. La idea es extenderlo a los municipios de Zipaquirá y Cáqueza. 

Los productos se comercializan desde hace 5 semanas en tamaño de canastilla siendo muy atractivos para los comerciantes minoristas de la zona. 

Finalmente, en Bogotá, junto con la Secretarías de Desarrollo Económico y Salud, la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias (UAEOS), el Ejercito Nacional y cinco organizaciones campesinas solidarias (Asociación Agropecuaria de Mujeres de Rionegro, Asociación de Productores Agropecuarios con Visión y Emprendimiento, Asociación Mutual Agropolitana y Corporación Social Servimos) se desarrolló una estrategia donde la institucionalidad aporta los bienes públicos y protocolos para la venta de los productos de las asociaciones, mientras que la UAEOS y el Ejército apoyan la logística. 

El proyecto promueve el pago a través de diversas plataformas tecnológicas y ha permitido, entre el 7 de abril y el 7 de mayo, comercializar más de 92 toneladas de alimentos en 3.600 mercados que beneficiaron a 1.445 familias agricultoras de Tolima, Cundinamarca, Meta, Boyacá y Bogotá rural. La estrategia se consolida como una alternativa de abastecimiento en la capital de país dinamizando los territorios a través de los circuitos cortos de comercialización. 

Con estas iniciativas, FAO Colombia busca apoyar el desarrollo de servicios de distribución de última milla en las grandes ciudades, promoviendo el uso de Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs) que permitan a las organizaciones de agricultura familiar agregar valor y ampliar su participación en la cadena de suministro y garantizando el permanente suministro de alimentos en estos tiempos de crisis.