FAO en Colombia

Aprovechamiento forestal sostenible: la mejor protección del bosque

03/07/2020

El Pacto Intersectorial por la Madera Legal en Colombia (PIMLC), con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organizan ciclo de conferencias virtuales para apoyar a los distintos segmentos de la cadena forestal ante la emergencia sanitaria. 

Durante la primera entrega de este ciclo de conferencias, se analizaron los retos y oportunidades en el sector forestal frente a la pandemia ocasionada por la COVID-19. En este sentido, se destacaron algunas evaluaciones que muestran cómo la pandemia podría aumentar la deforestación y la pérdida de biodiversidad. Al contraerse los ingresos de los hogares y disminuir la disponibilidad de alimentos, las comunidades de algunas zonas rurales volverán a buscar en los bosques y los productos forestales sus medios de subsistencia, lo que puede producir una explotación excesiva de los recursos naturales en el corto y mediano plazo. 

“Hemos ido encontrando la forma de reducir la tendencia a la deforestación, pero todavía ese reto es inmenso”, enfatizó Edgar Emilio Rodríguez, Director de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos en Minambiente. En este sentido, una de las decisiones políticas que se han tomado, ha sido volcar los recursos hacia la protección del bosque a través de la forestería comunitaria, y del uso y manejo sostenible de los bosques. 

Además de ser el territorio y medio de vida de una buena parte de las comunidades de grupos étnicos y campesinos, el bosque es el patrimonio natural de los colombianos. En la actualidad, Colombia es un país lleno de oportunidades en materia forestal, por lo que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Minambiente) ha enfocado sus políticas a que el bosque brinde sustento y beneficios a las comunidades que viven en él, pero que a la vez permita su conservación. “Una decisión que tiene importantes implicaciones para avanzar en que toda la cadena forestal asociada a nuestros bosques naturales pueda irse fortaleciendo para cuidar, proteger, mantener los bosques, y reducir la tasa de deforestación”, explicó el especialista de Minambiente. 

Por su parte, Guillermo Navarro, Oficial Forestal del Programa FAO-UE FLEGT, hizo referencia a algunos de los retos económicos del sector forestal producto de la emergencia sanitaria, destacando que la mayor afectación en la región América Latina corresponde a los flujos comerciales. “En el primer cuatrimestre del 2020 hemos visto que tanto las exportaciones como las importaciones han disminuido alrededor de un 11%, explicó. Un reporte de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) reflejó que los precios de exportación de productos forestales han caído entre un 31 y 54%. 

En tanto, Navarro reconoció que existe una conexión entre la informalidad del negocio forestal y la vulnerabilidad sanitaria y económica. “Todos sabemos que este sector en Latinoamérica tiene un gran porcentaje de economía informal y de evasión fiscal”, enfatizó. “El sector genera mucho empleo, pero en su mayoría informal. Esta condición invisibiliza al sector y a las empresas para obtener apoyo sanitario, social y económico, durante la emergencia”, agregó. Será necesario trabajar en la mejora de la seguridad ocupacional, generar incentivos a la producción forestal y la simplificación de trámites burocráticos. Se trata de “concebir un cumplimiento de la legalidad sin comprometer la competitividad de las empresas”. 

Los pequeños y medianos empresarios forestales han sufrido un fuerte impacto a raíz de la pandemia para seguir operando, hacer frente a sus responsabilidades fiscales y gastos operativos, incluidos los sueldos del personal y las nuevas medidas de bioseguridad. Esta situación podría poner en riesgo años de trabajo frente a la deforestación y comercio ilegal de la madera, debido a la necesidad de las comunidades de aumentar su dependencia de los bosques y productos forestales, además de poca presencia de las autoridades en los territorios forestales. 

La conferencia también contó con la participación de Matilde Ceravolo, Jefe de Cooperación Adjunta de la Unión Europea en Colombia; y Ramón Leal, Director Ejecutivo de la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible (ASOCARS), quienes destacaron el papel de la forestería comunitaria como una fuente de empleo y seguridad alimentaria en las zonas rurales. Además, resaltaron el papel de las autoridades locales, corporaciones autónomas, y los diferentes actores que intervienen en el mercado de la madera y la industria forestal. 

Alan Bojanic, Representante de la FAO en Colombia, destacó la importancia de visibilizar el sector forestal y sus contribuciones a la economía. “Hoy, más que nunca, se pone en evidencia la necesidad de visibilizar al sector, su importancia económica, su importancia en términos de empleo, su potencial, y sus posibilidades de contribuir efectivamente para salir de la crisis”, subrayó. En tanto, Bojanic reconoce que el gran reto a corto plazo para reactivar al sector forestal en esta coyuntura, será frenar la caída de los mercados para mitigar las consecuencias económica. Se trata de hacer que los números o indicadores de comportamiento económico y social del sector no sigan bajando, o que al menos, se mantengan. 

Para finalizar, la maximización del uso de las herramientas digitales es un paso necesario y debe contar con una adaptación que respalde la realidad de los territorios. Una acción del Estado para poder utilizar esta nueva virtualidad. Será necesario que las autoridades ambientales retomen sus actividades de control y reorientar algunas de sus acciones hacia otras líneas de trabajo, aprovechando las oportunidades que el mundo digital ofrece para simplificar los trámites. En tanto, plataformas digitales ofrecen una serie de aplicativos no solo para el control, monitoreo y trazabilidad forestal; sino que también son herramientas para visibilizar y comercializar productos forestales tanto en el mercado nacional como en los mercados internacionales.

Le invitamos a participar en los siguientes encuentros virtuales, accediendo en este link

Julio 10: Protocolo para la revisión y evaluación de planes de manejo, seguimiento y control a los aprovechamientos forestales en bosque natural.
Julio 17: Protocolo para seguimiento y control a la movilización de productos maderables.
Julio 24: Protocolo para el seguimiento y control a industrias y empresas de transformación o comercialización de productos forestales.
Julio 31: Esquema de reconocimiento a la legalidad y manual de buenas prácticas en las industrias.
Agosto 6: Avances hacia la dinamización de la economía forestal. 

Estas actividades serán desarrolladas en el marco del apoyo al Pacto Intersectorial por la Madera Legal en Colombia, a través del Programa de la Unión Europea y la FAO, para la aplicación de la ley, la gobernanza y el comercio forestal.
 

Sobre el Pacto Intersectorial por la Madera Legal (PIMLC) 

El PIMLC es la suma de voluntades de entidades públicas y privadas del país, que tiene como objetivo asegurar que la madera extraída, transportada, comercializada y utilizada, provenga exclusivamente de fuentes legales. Sus gestores en el año 2009, fueron el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), WWF y FEDEMADERAS, con el apoyo de la Unión Europea en Colombia. 

Fue suscrito por primera vez en agosto de 2009 por 24 entidades y con una duración de dos años. Posteriormente, en 2011, fue ratificado y ampliado por 4 años más, contando para esa época con 55 entidades público-privadas como firmantes. Actualmente, el Pacto cuenta con 72 entidades vinculadas.
 

Lecturas recomendadas:
Los impactos del Covid-9 en el sector forestal: FAO
Pacto por la Madera Legal. Edición No. 4. 1025-2018
Normativas de interés para el sector forestal en relación con la COVID-19

Contactos de prensa: 

Karina DeInnocenti
Comunicadora Programa FAO-UE América Latina
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Ana Milena Reyes Arias
Comunicadora Oficina FAO Colombia
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