Historias de Proyectos Integrales de Desarrollo Agropecuario y Rural, PIDAR 604. 

Con un incremento del 93% en la producción de leche, el mejoramiento en la calidad higiénica y composicional y aumento del precio de venta leche, entre otros, concluyó la intervención del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 604 con 40 productores de la Asociación de Ganaderos del municipio de Páez ASGAPAEZ de Boyacá, la cual fue realizada por la alianza entre la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

Así quedó evidenciado en el Coliseo de Deportes de Páez, donde se llevó a cabo el evento de cierre comunitario y los asociados expresaron los resultados de la intervención. Participaron la vicepresidenta de Integración Productiva de la ADR, Lida Casas; el director de la Unidad Técnica Territorial (UTT) de la ADR, Diego Guzmán y Juan David Cardozo del equipo profesional de FAO. 

“Este es un proyecto que se hizo bien hecho”, dice sin dudarlo Tito Davian Gómez Rojas, asociado de ASGAPAEZ. Y se logró, en su criterio, porque todos los productores participaron en los ejercicios de conocimiento teórico, en las prácticas realizadas en las Escuelas Campo y en las visitas que realizaron los profesionales a cada predio durante un periodo de 12 meses. “Todo eso ayuda a que los proyectos sean exitosos y tengan resultados satisfactorios”, asegura Gómez. 

Efectivamente, al hacer el balance del proceso de acompañamiento durante los dos años de intervención (técnico y socio empresarial) se evidenció que la totalidad de los productores participaron e incorporaron en su trabajo diario los saberes adquiridos. Luis Alberto Martínez Hernández, representante legal de ASGAPAEZ destaca: “Fue una escuela muy bonita, no nos imaginábamos que en un terreno tan pequeño pudiéramos tener más ganado. Imagínese lo que eso significa para la economía de la familia… también aprendimos a guardar comida para los animales y eso mejora la cantidad y la calidad de la leche”. 

Por su parte, Gómez destacó los aprendizajes que incorporó en su finca: “acá construimos comedores individuales para las vacas y así podemos controlar mejor el consumo de alimento, el ordeño, incluso sirve para cuando el veterinario tiene que revisar a los animales”. 

La formación en Buenas Prácticas de Ordeño y las Buenas Prácticas Ganaderas estuvieron acompañadas con la entrega de insumos y activos que realizó el convenio ADR – FAO: cada uno recibió cantinas, filtros, rollos de alambre, planta eléctrica, medicamentos para el ganado, abono y semillas. A la asociación se le dotó con una moto tractor para manejar las parcelas pequeñas, picadoras de pasto y maquinas para ensilar. 

Los productores recibieron capacitación en tecnificación de la actividad ganadera y de la producción de leche y su enfriamiento; establecimiento y renovación de praderas para soportar la carga animal; mejoramiento de las pasturas; forraje para la alimentación de los animales, y calidad e inocuidad de la leche cruda, entre otras. 

Adicionalmente, recibieron formación en procesos de empoderamiento y asociatividad; manejo administrativo, financiero y tributario para fortalecer la asociación; comercialización formal de manera asociativa; uso de las TICs como herramienta para la toma de decisiones. 

Si bien los productores tienen como su comprador principal a una empresa lechera de marca reconocida, quieren dar el siguiente paso. Su representante legal afirma que hacia futuro se espera contar con un centro de acopio propio que cumpla con todas las normas de INVIMA y ellos puedan procesar la leche. El centro de acopio actual fue dotado en su totalidad para asegurar el enfriamiento del volumen siguiendo los requerimientos de la normatividad actual. 

Para los dos asociados, el gran desafío es no dejar que el proceso muera y por el contrario seguir consolidándose como una asociación efectiva, como lo ha sido en los últimos 10 años. 

Para Maria Knowles, profesional a cargo del proyecto desde la FAO, el éxito de este PIDAR, se debe al esfuerzo, dedicación, compromiso y constancia de cada socio y de la junta directiva, que trabajaron mano a mano con la FAO en la búsqueda de apropiar cada una de las prácticas de acuerdo con las condiciones propias y oferta ambiental de cada unidad productiva. “Los socios, puntualizó, trabajan en y para el colectivo, lo que permitió el crecimiento de la organización y facilitará su consolidación a través del tiempo. El trabajo conjunto finalmente derivo en un proyecto exitoso y con todas las posibilidades de mantenerse en el tiempo”.
 

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Nancy Villescas Sánchez
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