Con el apoyo y recursos del Gobierno del Reino de Bélgica inicia proyecto “Asistencia de emergencia para pueblos indígenas en situación de vulnerabilidad afectados por el flujo migratorio y el COVID-19”. 

Colombia es el país con mayor número de migrantes provenientes de Venezuela, albergando a cerca de 1,8 millones de personas.  Los departamentos de La Guajira y el Cesar han recibido 150.943 y 55.257 personas venezolanas, respectivamente, en donde las dinámicas migratorias se caracterizan por el retorno masivo de familiares con doble nacionalidad que antes de la crisis vivían en territorio venezolano. Esto ha incrementado dramáticamente el número de integrantes por hogar y ha ejercido una mayor presión sobre las comunidades y sus medios de vida, que ya eran altamente vulnerables previo a los flujos migratorios mixtos y al COVID-19. 

Aproximadamente el 55% de la población migrante (891.000 personas) sufre de inseguridad alimentaria severa o moderada en Colombia. Los hogares migrantes tienen una inseguridad alimentaria severa del 20% en el departamento de La Guajira y del 17% en el departamento del Cesar (ESAE, 2020).  Una vez implementadas las medidas preventivas frente al COVID-19, el número de hogares migrantes que reportaron generación de ingresos por trabajo remunerado disminuyó en un 78% (del 91% al 20%). Después de las restricciones de movilidad ante la crisis sanitaria sólo el 15% de los hogares encuestados reportó consumir 3 o más comidas, en comparación con el 56% que reportó consumir 3 o más comidas al día antes de las restricciones. De este porcentaje, el 10% pasó de 3 comidas a 1 comida al día, el 68% de 3 comidas a 2 comidas al día, y solo el 22% se quedó con 3 comidas (GIFMM Colombia: Evaluación Conjunta Rápida de Necesidades - COVID-19, mayo de 2020). 

En respuesta a esta situación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y el Gobierno del Reino de Bélgica llevarán a cabo el proyecto “Asistencia de emergencia para pueblos indígenas en situación de vulnerabilidad afectados por el flujo migratorio y el COVID-19”, con el objetivo de proteger y recuperar los medios de vida de las comunidades beneficiarias y reducir la crisis alimentaria que afecta con mayor rigor a las comunidades étnicas.  Los hogares vulnerables beneficiarios recibirán transferencias monetarias para cubrir necesidades básicas, especialmente alimentos; serán dotados con insumos agropecuarios esenciales para establecer áreas de producción de alimentos; verán rehabilitada la infraestructura de abastecimiento de agua; sus animales recibirán tratamiento veterinario y contarán con acompañamiento técnico permanente. 

El Proyecto tiene una duración de un año a partir de noviembre de 2020, beneficiará a 1.210 familias, aproximadamente 8.470 personas pertenecientes a pueblos indígenas del Cesar y La Guajira.   FAO brindará la cooperación técnica para el logro de los resultados y el Gobierno del Reino de Bélgica una contribución de USD 500,000. 

El proyecto también trabajará de manera articulada con el Gobierno de Colombia para hacer frente a las brechas de información sobre la situación que enfrentan las comunidades étnicas de acogida y los venezolanos en las zonas rurales y en la reducción del riesgo de contagio por Covid-19 en el sistema agroalimentario de las zonas de intervención.
 

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Diana Samacá Ramírez
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