El espacio convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Procuraduría General de la Nación, contó con la participación de panelistas expertos de la academia, jueces especializados, y voceros de comunidades restituidas.  En ese sentido, enriqueció el intercambio de aprendizajes, buenas prácticas y recomendaciones del proceso de restitución de tierras y los derechos étnico-territoriales frente a la tenencia de la tierra y la generación de proyectos productivos sostenibles.

De acuerdo con lo expresado por Manuela Ángel, Representante Asistente de la FAO en Colombia, el espacio es clave porque permite compartir resultados a partir de la experiencia de un trabajo adelantado en Colombia y que bien puede ser referente para países que están adelantando procesos similares. “Hace menos de un mes, la FAO y la Procuraduria General de la Nación, firmamos un acuerdo de entendimiento que busca la colaboración mutua para avanzar en los mandatos constitucionales para la erradicación del hambre y la pobreza, que promueve una agricultura sostenible y la protección del medio ambiente, siempe usando como base los principios de la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques”.

 Desde 2013, la FAO con el apoyo de la Unión Europea y el gobierno de Suecia y en coordinación con la Unidad de Restitución de Tierras, ha contribuido a la implementación de proyectos y emprendimientos productivos y sociales sostenibles que fortalecen el desarrollo rural, la integración territorial y - garantizan una mayor participación de las comunidades en torno a la toma de decisiones.

A lo largo de la jornada, varios panelistas coincidieron en mencionar, que temas como la asociatividad productiva, la articulación de políticas y la recuperación de recursos naturales, relaciones sociales y culturales y las costumbres ancestrales, son retos que deben surtirse en los territorios para garantizar una restitución integral y sostenible con garantías en la tenencia de la tierra y el fortalecimiento del tejido social de las comunidades. Al respecto, concretamente,  la FAO ha desarrollado un modelo asociativo que parte de la lectura del contexto territorial y le apunta a tomar proyectos individuales para trascenderlos a lo comunitario. Esta apuesta en el territorio propone el establecimiento de redes asociativas que incluyen tanto a las víctimas de despojo destinatarias de la restitución como a sus comunidades,  con el fin de consolidar iniciativas para un mayor alcance, integración y sostenibilidad.

La FAO ha venido acompañando la caracterización de 20 casos étnicos territoriales a través de la cooperación con el Gobierno de Suecia, tres de ellos analizados en conjunto con la Procuraduría General de la Nación y contrastados con tres casos no acompañados por FAO, ejercicio que dejó una serie de recomendaciones y aprendizajes importantes. Alejandra Vega, coordinadora del área de Tenencia de tierras y DVGT, al referirse a estas recomendaciones enfatizó en “la necesidad de fortalecer los territorios tanto en el enfoque étnico como en las capacidades para el cumplimiento de la sentencia, y en la garantía de los medios de vida para las comunidades como parte fundamental de la sostenibilidad del proceso de restitución, que se logra no solo a través de las sentencias de restitución, sino también de la inversión. El fortalecimiento de la defensa técnica de las comunidades étnicas que no se agote en los procesos de caracterización y en el cumplimiento de la sentencia, sino que continúe hasta que se dé el restablecimiento de sus derechos”.

Cabe destacar que este espacio de intercambio de conocimiento contó con la participación de beneficiarios de procesos de restitución quienes, desde sus territorios pudieron, a través de sus experiencias, generar insumos importantes para adelantar procesos de restitución y desarrollo integral.

5 Recomendaciones claves para tener en cuenta

Aunque durante el evento, se recogieron diversas recomendaciones, aquí solo se enlistan cinco de ellas para no perder de vista:   

1. La caracterización de las afectaciones territoriales en el ámbito de la restitución de derechos étnico-territoriales debe dar cuenta de las dimensiones (política, económica, social, cultural).  Esta mirada integral permite que en los procesos de restitución se incorpore la recuperación de recursos naturales, relaciones sociales y culturales y las tradiciones o costumbres ancestrales.
2. La confluencia de la restitución de tierras con otras políticas de tierras como el catastro multipropósito y el Ordenamiento Social de la Propiedad Rural es crucial para generar alternativas de desarrollo sostenible para las personas destinatarias de la restitución.
3. Como parte de una restitución integral, es importante fortalecer la seguridad socioeconómica y de los medios de vida dignos para la tenencia de la tierra, siendo esta un factor fundamental para que las comunidades cuenten con las garantías para permanecer en sus territorios. Lo anterior implica reconocer que la tierra más que un activo, es un factor fundamental para garantizar derechos como la seguridad alimentaria, la generación de ingresos y el refugio, entre otros.
4. La construcción participativa es un aspecto vital para la eficiencia de los procesos de restitución que permitan espacios y mecanismos de diálogo y resolución de controversias, y que involucren a las comunidades y las diferentes instituciones encargadas de la restitución. Esto permite sentar las bases para seguir mejorando la gobernanza de la tierra de manera participativa y transparente.
5. El fortalecimiento de los  sistemas de información y la construcción de indicadores permitirá verificar la efectividad de las intervenciones realizadas en el marco de la política de restitución y la satisfacción de los beneficiarios. Para este fin, es importante propiciar una articulación entre las entidades comprometidas con la recopilación de información.

Este es el link para ver el foro virtual: https://www.facebook.com/PGNCOL/videos/139571507859176

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