Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural PIDAR 687, Socha, Boyacá. 

En Socha, un municipio de vocación minera, 46 familias de la Asociación de Alfalferos de Socha (ASOALFASOCHA) le apostaron a la producción técnica de harina de alfalfa y hoy tienen la posibilidad de comercializar hasta 782 toneladas al año. Ellos hacen parte del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 687, en el que con el acompañamiento técnico especializado lograron generar una nueva línea de negocio, fortalecer sus conocimientos técnicos sobre la agricultura y empoderar su propia organización. 

Un PIDAR es “una iniciativa productivas que contemplan actividades limitadas en el tiempo, que utilizan parcialmente recursos públicos, con el fin de crear, ampliar, mejorar o recuperar la capacidad de producción o de provisión de bienes o servicios por parte del Estado en el sector rural, enfocadas a incentivar la generación de ingresos o excedentes de producción, para contribuir a mejorar las condiciones de vida de los pobladores rurales y la competitividad del país”, según la Agencia de Desarrollo Rural (ADR). 

Efectivamente, en alianza con la ADR, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), realizaron el apoyo técnico a los productores de alfalfa de Socha y los resultados de esa intervención serán dados a conocer hoy en el evento de cierre comunitario intervendrán Diego Luis Guzmán de la ADR, Alejandra Muñoz de la FAO y Luis Emiro Yaya, presidente de la Asociación quienes contarán a los afiliados todo el proceso de intervención y las expectativas que tienen hacia futuro dado que ya tienen pactado la compra con la Asociación de Alfalfa de Colombia. 

Luego del apoyo técnico del equipo FAO – ADR, hoy los alfareros cuentan con los conocimientos y habilidades para interpretar el análisis de suelos de su predio, aplicar de manera adecuada los abonos y fertilizantes y reconocer las ventajas del establecimiento de las praderas. El resultado más evidente es que las plantas han ganado una altura no esperada que evidencian el vigor de estas, producto de un buen manejo agronómico. 

Luis Emiro Yaya, profesor y presidente de la Asociación está convencido que la alfalfa es rentable: “desde que le hagan el trabajo correcto, el mantenimiento cuando salen las malezas, se le fertilice y se haga el corte adecuado; va a producir”.  Cuenta con orgullo que todo ese cuidado ha permitido que hoy las plantas alcancen una altura hasta de 1,20 m. 

Yaya destaca que lo que más le gustó del convenio fueron las capacitaciones que ayudaron a fortalecer la asociación y que hoy hay más mujeres participando y siendo muy activas en el grupo. Confía en que una vez finalice el convenio, la Asociación continúe fortaleciendo su producción de alfalfa. 

La asociación, a todas las bondades del proyecto le ha sumado que utiliza semillas regionales para la producción y eso le ha traído consigo que este en camino a transformarse en la mejor calidad de alfalfa de la región. teniendo en cuenta que la asociación tiene un potencial de producción 782 toneladas de harina de alfalfa por año, convirtiéndolo en un importante competidor para los productores de Jericó que hoy son líderes en la producción de alfalfa. 

Además de las capacitaciones, cada familia recibió abono, guadañas, bombas de espalda, kits de protección personal y les construyeron 46 secaderos y dos molinos para el proceso de transformación de harina de alfalfa. 

En cuanto a las rentas territoriales derivadas del proyecto se destaca la destinación de 46 nuevas hectáreas a la producción agrícola sustentable, como alternativa a la actividad minera predominante en la zona.  Así mismo, el PIDAR logra aportar a las metas del Plan Integral Departamental de Desarrollo Agropecuario y Rural con Enfoque Territorial (PIDARET) Boyacá, al modernizar la infraestructura agropecuaria del municipio de Socha para la producción de harina de alfalfa.
 

Contacto de prensa:
Nancy Villescas Sánchez
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia