FAO en Colombia

Cecilia, mujer Nasa es ATE-SEK: suavidad de luna, fuerza del sol

08/03/2022

María Cecilia Valencia, es indígena del pueblo Nasa y lleva en la sangre el tesón de mujeres valientes, como el de la Cacica Gaitana, la mujer que resistió la colonización de su territorio. 

Ella es caficultora, integrante de la Asociación de Pequeños Productores La Esperanza (ASPROLE) y presidenta de la junta de vigilancia de la Central de Cooperativa del Cauca (CENCOIC), cargo que le ha abierto puertas para participar y representar a las mujeres indígenas en diversos escenarios internacionales. 

Es oriunda de Tierradentro, una región ubicada entre los departamentos del Huila y el Cauca, tierra del pueblo Nasa que traduce “Gente del Agua”, quienes conciben su mundo desde el concepto de yet, traducido al español como casa, pero que en Nasa Yuwe (su lengua ancestral) representa un espacio de abrigo y construcción colectiva de vida, materializado en la tierra y el cuerpo, casas que unen a vientos y espíritus. 

María Cecilia nació en el Resguardo de Pioyá, y desde los 18 años vive en el Resguardo San Lorenzo de Caldono, de donde es su esposo. Es madre de cinco hijos, quienes han dado continuidad a la convicción de Cecilia de estudiar y regresar para impulsar su territorio. 

Orgullosa del legado de sus ancestros, busca mantener su lengua Nasa Yuwe, así como las tradiciones en el cuidado de las semillas y la siembra. Mantiene en su casa un tul, que para el pueblo Nasa es donde yacen las plantas que dan cura a las enfermedades con especies tanto herbáceas como arbóreas, y un espacio en el que convergen no sólo siembras, sino también personas, animales y espíritus; una muestra de equilibrio y enorme respeto por la naturaleza. 

En su rol como lideresa ha promovido la unión entre los asociados de ASPROLE, así como las buenas prácticas de cultivo, lo que, sumado a su gestión como tesorera, les ha hecho merecedores de varios reconocimientos por la calidad de su café, además de conseguir acuerdos comerciales, logrando exportaciones de más de 10 contenedores a seis países de Europa, en plena época de pandemia. 

Cuando se vinculó a ASPROLE solo era productora y vendía su café, pero gracias a su alto compromiso e involucramiento en los procesos organizativos y demás actividades de la asociación, ganó reconocimiento y empezó a participar con decisión en diferentes espacios. Ser parte de la junta directiva, ejercer el cargo de tesorera por más de 9 años y ahora como presidenta, le han permitido demostrar sus capacidades y ver los resultados del trabajo constante, riguroso y esperanzador. 

“Cuando comencé como tesorera de ASPROLE tenía mucho miedo, porque pasé de manejar unos pocos de miles a miles de millones, pero gracias al apoyo de mi familia y la confianza de mi comunidad he logrado hacer que nuestra asociación sea cada vez más grande”, narra con orgullo Cecilia, quien asumió el reto de administrar la asociación que vincula a más de 500 familias cafeteras del resguardo indígena San Lorenzo. 

Y sí que ha dado frutos el impulso de Cecilia, pues no solo ha logrado que crezca el número de asociados, el éxito de ASPROLE ha permitido generar nuevas oportunidades y vincular a muchas personas jóvenes, quienes han decidido quedarse en Caldono y apoyar a la comunidad para que el legado de la cultura Nasa siga presente y la complementariedad generacional sea un reto para la comunidad. 

Cuando se le pregunta cuáles han sido los retos que ella ha debido afrontar como mujer, responde sin titubear: “El respeto se gana. Yo me gané el respeto de las personas que nos colaboran y de la comunidad como mujer lideresa”. Su trabajo incansable destaca la importancia de distribuir las tareas y responsabilidades del hogar, para que las mujeres, como ella, puedan incursionar en nuevos espacios. 

María Cecilia es ATE-SEK, suavidad de luna, fuerza del sol, nombre y slogan elegido para el café de ASPROLE, y que refleja perfectamente lo que ella y muchas mujeres de su comunidad representan, y aunque la luna, en su intención, alude especialmente a la mujer, ellas demuestran que de la fuerza del sol no están desprovistas.
 

Contacto de prensa:
Ana Milena Reyes Arias
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia