Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 462, La Esperanza, Norte de Santander.

Se denomina ‘Sistema Agroforestal’ y consiste en combinar en una finca diferentes cultivos con distinto tiempo de cosecha a fin de que nunca falte la comida y la familia pueda generar ingresos permanentemente. De ese sistema se beneficiaron 54 familias productoras de cacao que participaron en el Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural, PIDAR 462 quienes cultivaron cacao, plátano y plantas maderables. 

El sistema de asocio agroforestal en que se sembró el cacao actuará como semibosque, considerando que involucra especies perennes (maderables) y transitorias (plátano, maíz, yuca, matarratón entre otros). Este sistema realiza un gran aporte de biomasa al suelo, la cual está representada por material vegetal de ramas, tallos, hojas, raíces, flores y frutos que se descomponen en el suelo y se transforman en un abono natural para el cacao y a la vez permite el desarrollo de una capa o “mulch” protectora del suelo.  

El proyecto no contempló la sustitución de bosques intervenidos, ni de bosques naturales, en algunos casos los arreglos agroforestales de cacao son instalados en rastrojos o potreros, por tal razón, los cultivos no ocasionarán efectos negativos en términos de alteración de la biodiversidad ni costos en relación con la adopción de normas ambientales.  

El PIDAR es liderado por la Agencia de Desarrollo Rural, ADR, con la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, y la participación de la Asociación de Productores Agropecuarios del Corregimiento de Pueblo Nuevo, La Esperanza, ASOCACAO. 

El PIDAR es, según la Agencia de Desarrollo Rural, ADR, una iniciativa productiva que contempla actividades limitadas en el tiempo, que utiliza parcialmente recursos públicos con el fin de crear, ampliar, mejorar o recuperar la capacidad de producción o de provisión de bienes o servicios por parte del Estado en el sector rural. La ADR con la cooperación técnica de la FAO, apoyan la implementación de esos proyectos a través de procesos de formación técnica, socio empresariales y de corresponsabilidad con el medio ambiente; y con la entrega de insumos o bienes de acuerdo con las características del proyecto.
 

Rentas económicas 

Con base en la inversión y el fortalecimiento de capacidades, este PIDAR generó unas rentas económicas para ASOCACAO y sus afiliados y que Fanny Aldana, líder de Gestión de Conocimiento describe así:  

* Se evidenció una producción total de 9.731 kg/ha/año de plátano hartón, de los cuales el   61% (5.951 kg/ha/año) se utilizó para autoconsumo aportando a la seguridad alimentaria de las familias y en alimentación de pequeñas especies fomentando la agricultura familiar y 39% (3.780 kg/ha/año) se destinó a ventas locales de plátano hartón por un valor proyectado de $218.859.000 (entre octubre y diciembre de 2021) con un precio promedio de $1.071 por kilogramo. 
* Se identificó un incremento proyectado de la producción de cacao en 750 kg/ha/año. 
* Se implementó un plan de mercadeo que establece estrategias de promoción y estandarización del proceso de venta del grano del cacao. 
* Se firmó un acuerdo comercial con la Federación Nacional de Cacaoteros FEDECACAO⁶. 
* Se detectó un aumento del 31% en el precio de venta por kilogramo de cacao. 
* Se registraron ingresos por valor de $20.020.000⁷ a partir de la venta de 2.200 kg de cacao a FEDECACAO.  

Todos estos resultados de la intervención fueron dados a conocer en dos eventos de cierre comunitario que se llevaron a cabo en la sede de ASOCACAO del corregimiento de Pueblo Nuevo y en la Alcaldía de La Esperanza. Contó con la participación de Geraldine Díaz en representación de la UTT N.º 4 de la ADR, Manuel Guillermo Alvarado Chacin de FAO y Luis Antonio Caicedo Caicedo en representación de la organización beneficiaria ASOCACAO. 

En el caso de La Esperanza, el PIDAR se desarrolló con un grupo de productores que tienen una tradición de cultivo de cacao. “Llevo más de 20 años sembrando”, dice con orgullo Luis Antonio Caicedo Caicedo de ASOCACAO. 

El desafío que se asumió con estos productores fue fortalecer sus capacidades para que mejoraran la calidad y el aroma del cacao, comenzaran a cultivar plátano con el fin de comercializarlo en la zona y cultivaran maderables para aportar la sombra que requiere el cacao. 

El acompañamiento técnico, explica Manuel Guillermo Alvarado, líder de FAO en este PIDAR incluyó “fortalecimiento de capacidades en Buenas Prácticas Agrícolas, manejo integrado de plagas y enfermedades, manejo de sombríos transitorios y permanentes que les dio como resultado la producción de colinos de plátano para el sombrío transitorio y la disminución de la incidencia de plagas y enfermedades en la zona. El manejo agronómico del plátano permitió tener un flujo de caja en el primer año”. 

Caicedo reconoce que a pesar de llevar tantos años en el cultivo hubo muchas cosas que no sabía y que hoy está aplicando, como ser organizados en los cortes de las plantas, recoger y disponer adecuadamente de los desechos y de los envases de los agroquímicos y revisar el cultivo para asegurarse que no haya plagas. “Y ya se ven los resultados, el cacao se hecho una floreadota”. 

Los productores recibieron material vegetal -5.400 plántulas de abarco (es un árbol) y 83 mil plántulas de cacao-, herramientas y equipos -tijeras podadoras, machetes, paladragas, azadones, palinesy bombas de espalda-, insumos -fertilizantes, fungicidas e insecticidas biológicos de baja toxicidad- y asistencia técnica integral.  
 

Comercialización: “Vencimos la barrera”

El proyecto PIDAR también contempla acompañamiento a las asociaciones para que fortalezcan sus conocimientos socio empresariales y puedan también comercializar su producto. En ASOCACAO, dice su representante legal, “no habíamos podido romper la barrera de asumir la venta del cacao. Siempre nos faltaba un empujón”. 

En esta oportunidad, los afiliados se comprometieron a desarrollar estrategias de comercialización que les permitiera competir, tales como hacer una selección previa del grano, tener una presentación adecuada del producto, proteger la calidad y el aroma y conseguir un aliado comercial. 

Alvarado explicó que en este PIDAR se logró despertar el interés de dos firmas importantes para la asociación: COLCOCOA y FEDECACAO. El acuerdo comercial se firmó con FEDECACAO, pero quedó en evidencia que la asociación ya tiene un reconocimiento entre los comercializadores del grano de cacao. 

“Vamos a salir adelante para poder quitar a los intermediarios y vender nosotros directamente o exportar”, dice Caicedo, “en Bogotá participamos en cinco ruedas de negocios”. Está convencido que ese logro se debe al apoyo que recibieron desde el PIDAR que les permitió subir la producción y a que los socios están comprometidos con la asociación porque están viendo resultados. 

Como es habitual en los PIDAR, la administración transparente que realizó la FAO de los recursos generó unos ahorros superiores a 25 millones de pesos que se reinvirtieron en la Asociación para análisis de suelo, compra de fertilizantes, molino refinador, compra de mobiliario para la sede de ASOCACAO y asistencia técnica durante dos meses más. 

Alvarado está convencido que este PIDAR es sostenible “y va para adelante porque la organización participa en todo, es sólida y los productores están ubicados en una zona estratégica para la comercialización”.

“A la vuelta de dos o tres años vamos a producir tanto cacao que no nos van a reconocer”, concluye Luis Antonio Caicedo.
 

A la fecha, la alianza ADR – FAO ha implementado 49 proyectos PIDAR en 134 municipios de 22 departamentos, en los que han participado 6.612 familias productoras que representan a 135 organizaciones de campesinos, indígenas, afrodescendientes y raizales. En total se han intervenido 4.000 hectáreas, se han entregado 73 bancos de maquinaria agrícola de última tecnología y 18 proyectos PIDAR han participado en el programa Coseche y venda a la fija.

Contacto de prensa:
Nancy Villescas Sánchez
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia