FAO en Colombia

El cacao se renovó en 184 hectáreas de 9 comunidades indígenas de Guainía y Vichada

26/08/2022

Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 459, Rivera del río Guaviare, Guainía y Vichada. 

Son nueve comunidades indígenas y 184 hectáreas de cacao ubicadas a lo largo del río Guaviare, entre Guainía y Vichada, que conviven desde tiempos inmemorables pero que ahora, con la participación de 90 familias en el Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 459, rehabilitaron el terreno que estaba abandonado y con un uso esporádico, mejoraron la calidad del producto con la injertación de 15 mil árboles y 47 mil plantas sembradas y están en miras de generar acuerdos comerciales locales, en resumen, se fortaleció la cadena productiva del cacao. 

Se trata de las comunidades de Pueblo Nuevo, Laguna Colorada, Sapuara, Murciélago, Chatare, Barrancopicure, Chiguiro y Carrizal en el departamento de Guainía y Guaco en Vichada cuyo medio de comunicación principal es el río Guaviare. Fue hasta allí a donde llegó el equipo de profesionales de la alianza entre la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quienes se reunieron con los representantes de la Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales Unión de Indígenas del Guainía y Vichada, ASOCAUNIGUVI, para estudiar y definir la mejor intervención para la zona. 

Ese primer acercamiento se hizo hace tres años y hoy ya tiene resultados los cuales fueron socializados durante esta semana, entre tres eventos comunitarios realizados en Pueblo Nuevo, Chatare y Carrizal, en el que participaron Elizabeth García Pérez, directora de la Unidad Técnica Territorial, UTT de la ADR, Alejandro Valencia en representación de la FAO y Uriel Rodríguez González líder de ASOCAUNIGUVI. 

Uno de los frutos de la intervención fue la capacitación para la elaboración de bioinsumos con el fin de disminuir el efecto negativo en los bosques por el uso ingredientes activos con categorías toxicológicamente altas. Así mismo se fortalecieron los conocimientos sobre el manejo de residuos de cosecha (cacota del cacao) para evitar la proliferación de Carmenta Negra y Amarilla, lepidopteroque se ha convertido en plaga de control oficial y que cuya incidencia afecta el fruto del cacao.  

“El sistema agroforestal rehabilitado tiene efectos positivos en la conservación de la biodiversidad del bosque ripario y con ello las tradiciones de las comunidades que se benefician con la dinámica de la zona media del rio Guaviare, en específico con el manejo de la fertilidad en el cultivo de cacao establecidos en la zona”, señala Fanny Aldana y Gestión del Conocimiento de FAO.
 

Siembra mejorada 

El cacao ya estaba allí, sin embargo, no tenía una intervención propia a sus características así que “era necesario recuperar el potencial del producto ya que se trata de una planta con características diferentes por ser zona húmeda. Este cacao facilmente está 4 meses inundado y no se muere y tiene capacidad para adaptarse a esas conduciones de suelo”, señala Diego Martínez, profesional de la FAO. 

A esto se sumó la participación de las comunidades quienes adoptaron los conocimientos de Buenas Prácticas Agrícolas, BPA para la producción de cacao, con asistencia técnica en manejo y mantenimiento de los cultivos de cacao con un óptimo nivel fitosanitario. Alejandra Muñoz del equipo profesional de la FAO destaca la injertación de 15 mil árboles de cacao “es pegar una yema de planta mejorada para que se unan y nazcan mejores plantas. La idea es que los cacaos viejos sean remplazados por estas nuevas plantas”. 

Las plantas nuevas y el fortalecimiento de capacidades se ve reflejada con unas rentas económicas para las comunicades teniendo en cuenta que se generaron ingresos por más de $65 millones de pesos correspondientes a la venta de 16.264 kg de cacao durante tres años. 
 

Ahorros reinvertidos 

Como es habitual en los proyectos cuyos recursos son administrados por la FAO se generan ahorros que luego de una reunión de acuerdo con la asociación se definió su destinación. 

Por solicitud de la comunidad los saldos se invirtieron en transporte hasta las comunidades (lanchero y combustible), asistencia técnica, equipos de cómputo y apoyo al evento de cierre del proyecto.   

El PIDAR es un proyecto liderado por la ADR, con el acompañamiento técnico de la FAO y, en este caso, de 90 familias de ASOCAUNIGUVI. 

Los proyectos PIDAR están definidos por la ADR como una iniciativa productiva que contempla actividades limitadas en el tiempo, que utiliza parcialmente recursos públicos con el fin de crear, ampliar, mejorar o recuperar la capacidad de producción o de provisión de bienes o servicios por parte del Estado en el sector rural. La ADR con la cooperación técnica de la FAO, apoyan la implementación de esos proyectos a través de procesos de formación técnica, socio empresariales y de corresponsabilidad con el medio ambiente; y con la entrega de insumos o bienes de acuerdo con las características del proyecto. 

A la fecha, la alianza ADR – FAO ha implementado 49 proyectos PIDAR en 134 municipios de 22 departamentos, en los que han participado 6.612 familias productoras que representan a 135 organizaciones de campesinos, indígenas, afrodescendientes y raizales. En total se han intervenido 4.000 hectáreas, se han entregado 73 bancos de maquinaria agrícola de última tecnología y 18 proyectos PIDAR han participado en el programa Coseche y venda a la fija.
 

Contacto de prensa:
Nancy Villescas Sánchez
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia