FAO en Colombia

Once asociaciones de campesinos del Atlántico funcionan como una sola y ahora cuentan con dos nuevas líneas de negocio

04/10/2022

Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 759, Atlántico. 

¡Confianza!, en esa palabra se resume el mayor éxito para 220 familias de campesinos, algunos sin tierra, de once asociaciones de productores del Atlántico que con su compromiso, tesón, dedicación y trabajo en equipo lograron generar dos nuevas líneas de negocio: alquiler de maquinaria -cada asociación tiene un banco de maquinaria- y producción de alimento para animales -con las mejores técnicas de calidad y eficiencia-. 

Ellos hacen parte del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 759, liderado por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), con la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

Las asociaciones que hacen parte de este PIDAR son: 

Nombre Asociación

Sigla

Asociación Campesina Agropecuaria Rivereña de Puerto Giraldo

ACAGRIPU

Asociación de Aparceros y Campesinos de Cantillera y Altamira

ASOCAM

Asociación de Ganaderos de Manatí

ASOGAMA

Cooperativa Oriental de Productores, Procesadores y Comercializadores Agropecuarios del Atlántico

COOPROAGRA

Asociación de Fruticultores de Malambo

ASOFRUMA

Asociación Campesina de Aguas Fría-Usiacurí

ASOCAMFUS

Asociación de Usuarios Campesinos de Santo Tomás

ANUC SANTO TOMAS

Asociación Ganadera de Suan

ASOGASUAN

Cooperativa Agrícola y Pecuaria de San Pablo

COOAGRISANPA

Asociación costera agropecuaria de pequeños y medianos productores de San Juan de Acosta

ASOCOSTERA

Asociación de cultivadores y productores ecológicos de la región Caribe

ADECERCA


Los resultados
 

El propósito de este PIDAR fue capacitar y entregar insumos y maquinaria para la siembra de maíz en extensiones de 70 hectáreas a 11 asociaciones de campesinos con el propósito de producir alimento para el ganado. 

De acuerdo con el Área de Gestión del Conocimiento de la FAO, esta intervención generó unas rentas económicas importantes para las organizaciones “con el establecimiento de 70 hectáreas de forraje para la producción de ensilaje para alimentación animal e ingresos por alquiler de banco de maquinaria por $535.201.356 durante 2020 y 2021”.  

El compromiso con el cuidado del ambiente también estuvo presente en el proceso de capacitación. Los productores aprendieron sobre “la implementación de planes de manejo ambiental y sobre las condiciones edafológicas, topográficas y climáticas que inciden en el tipo de maquinaria a utilizar, así como el uso adecuado de la maquinaria agrícola que contribuya a la sostenibilidad de las actividades agrícolas y la conservación del medio ambiente”, señala Fanny Aldana, líder del componente de Gestión del Conocimiento. 

La implementación del PIDAR le permite a la ADR y en especial a la UTT No. 2 aportar a las metas del Plan Integral Departamental de Desarrollo Agropecuario y Rural con Enfoque Territorial (PIDARET Atlántico). 

Finalmente, cabe resaltar que la buena administración de los recursos realizada por parte de FAO generaron unos ahorros por $140.739.705, que se reinvierten en la adquisición de aperos, otros implementos del banco de maquinaria y planta eléctrica.
 

La voz de los participantes 

“Este proyecto realmente nos revivió la credibilidad en el Estado porque ya hemos sido engañados. Pero lo que más me gustó fue la seriedad con que abordaron el proyecto y el cumplimiento en la formación y en la asistencia técnica”, dijo Liliana Beatriz Pertúz de ANUC Santo Tomas. 

“Lo que más me gustó de este proyecto es que la ADR y la FAO cumplieron al ciento por ciento con lo prometido. Tuvimos la oportunidad de contar con profesionales de la FAO que nos acompañaron en todo el proceso de implementación”, dijo Jesús Antonio Molina, representante legal de ASOCOSTERA. 

Los productores recibieron capacitación en Buenas Prácticas Agrícolas, BPA, establecimiento y manejo de cultivos forrajeros, adecuado manejo del uso del suelo, ambiental y uso eficiente del agua, y manejo y mantenimiento de los equipos y maquinaria. También la asociación fortaleció sus capacidades para administrar el banco de maquinaria, es decir, proyectar su mantenimiento, alquiler, pago de impuestos, etc. 

“Aprendimos la siembra tecnificada con la sembradora que nos dieron. Antes todo lo hacíamos a chuzo. Ahora tenemos los conocimientos para ofrecer un producto de mejor calidad”, afirmó Molina. 

Por su parte Liliana Beatriz dijo: “para serle sincera nosotros no teníamos muchos conocimientos sobre las BPA, pero cuando dimos la primera cosecha, seguimos al pie de la letra toda la asistencia técnica, todos fueron a vernos el terreno porque la gente quedó fascinada de cómo estaba el maíz”.

Este proceso de fortalecimiento de capacidades estuvo acompañado con la entrega de 11 bancos de maquinaria para cada asociación. Cada banco está compuesto por un tractor, aperos, acarreos de forraje, zorra corta malezas, cuchillas frontales y rastras. Así misma semilla de maíz y silo para almacenar. 

“Con esta tecnología es otro cuento. Antes para 200 bolsas de silo nos gastábamos tres días. Ahora todo lo tenemos en un día. Eso es una ventaja grande. Igual que la cantidad de tiempo que se redujo para la sembrada”, expresó el representante de ASOCOSTERA. 

Los participantes de ANUC Santo Tomas no tienen tierra, así que tuvieron que conseguirla arrendada y convencer a los propietarios que se las alquilaran. “Al principio fue difícil y estuvimos a punto de botar la toalla porque nadie confiaba en nosotros. Pero después con la maquinaria, cuando vieron el cultivo ahora todos quieren que nosotros los apoyemos”, cuenta Liliana Beatriz. 

Vale la pena mencionar que Atlántico es una región afectada por muchas temporadas de sequía donde la alimentación y nutrición del ganado se vuelve muy difícil. Ahora estas organizaciones están en capacidad de ofertar alimento en tiempos de sequía y de mucha calidad. 

“El mayor logro que tuvo este PIDAR es que se consolidaron como una sola organización donde todos se apoyan. Generaron una red de servicios de tractores entre los diferentes municipios de tal manera que si alguien requiere contratar los servicios saben cuál asociación está más cerca o tiene la maquinaria disponible”, dice David Iriarte, profesional de la FAO en territorio. También, algunos tienen alianzas con FEDEGAN, mientras que otros ya están recibiendo ofertas para que elijan su tierra para cosechar maíz. 

A Liliana Beatriz no le asusta el futuro porque sabe que ahora con la asociación fortalecida. “No somos una asociación, somos una empresa y si trabajamos juntos podemos tener grandes resultados”. 

El PIDAR es, según la ADR, una iniciativa productiva que contempla actividades limitadas en el tiempo, que utiliza parcialmente recursos públicos con el fin de crear, ampliar, mejorar o recuperar la capacidad de producción o de provisión de bienes o servicios por parte del Estado en el sector rural. 

La ADR con la cooperación técnica de la FAO, apoyan la implementación de esos proyectos a través de procesos de formación técnica, socio empresariales y de corresponsabilidad con el medio ambiente; y con la entrega de insumos o bienes de acuerdo con las características del proyecto. 

A la fecha, la alianza ADR – FAO ha implementado 49 proyectos PIDAR en 22 departamentos, en los que han participado alrededor de 6.600 familias productoras de 169 municipios, las cuales representan a 135 organizaciones de campesinos, indígenas, afrodescendientes y raizales.


Contacto de prensa:
Nancy Villescas Sánchez
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia