FAO en Colombia

Mujer rural y protección social, prioridades para el gobierno nacional

29/11/2022

Las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes, representan la mitad de la población en las zonas rurales. Según la Nota Estadística del DANE hay casi tantas mujeres como hombres en el campo y para el año 2022 en las zonas rurales habita el 23,7% de la población total, de esta el 48,2% son mujeres y el 51,8% son hombres.  

Día a día ellas hacen una importante contribución al desarrollo agropecuario, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. En 2020-2021, en promedio, las mujeres rurales trabajaron diariamente 14 horas y 1 minuto y solo recibieron pago por 5 horas y 28 minutos, es decir, que el 61,0% de su tiempo no fue remunerado (8 horas y 33 minutos). 

Las mujeres rurales desempeñan un papel importante en la economía como agricultoras, asalariadas y empresarias. También son quienes asumen en mayor medida las labores de cuidado de los miembros de sus familias, incluida la provisión de alimentos y el cuidado de niños y ancianos. 

Según xxx, con las mujeres rurales son las que más cuidan a otros. En 2020-2021, en las zonas rurales, el 93,0% de las mujeres y el 56,5% de los hombres realizaron actividades de trabajo no remunerado. Las mujeres rurales participan un 36,5 p.p. más que los hombres rurales.  

Ellas enfrentan enormes limitaciones que las han dejado por décadas en desventaja. De acuerdo con el IPM, que mide las múltiples carencias que enfrentan las personas pobres en educación, niñez, juventud, salud, trabajo y vivienda, para 2021, el 33,7% de la población que habita en zonas rurales tenía jefatura femenina y estaba en situación de pobreza multidimensional. 

A su vez, son las mujeres rurales las más desempleadas. Según datos del DANE, la tasa de desempleo del 2021 y el primer semestre de 2022 ha sido mayor para las mujeres que para los hombres, en el sector rural, con una brecha 6,8 y 9,7 p.p. 

En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con apoyo del Programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO y el Programa de Asistencia Técnica de Desarrollo Rural UE-AICS-FAO, lideraron el diálogo de mujeres rurales con delegados de los ministerios de Agricultura y Desarrollo Rural y del Trabajo, así como de otras instituciones, para revisar los retos y oportunidades que estas tienen en materia de protección social. 

“Las mujeres rurales han recibido históricamente una desventaja amplia en relación con la protección social; educación, salud, trabajo digno y pensión son algunas de los elementos a priorizar y que hoy queremos apoyar a impulsar desde FAO y la OIT”, anunció Diego Mora, Oficial de Programas y Representante Asistente de la FAO en Colombia. 

Pablo Casalí, Especialista en Seguridad Social y Desarrollo Económico de la OIT, expresó que es mucho lo que se debe hacer para aumentar la participación de las mujeres rurales en el acceso a trabajo decente, un salario justo y el sistema de protección social, haciendo un llamado al trabajo articulado con el Gobierno nacional para cumplir estas metas. 

Mensajes que fueron reforzados por Nazly González, oficial nacional de Género y no discriminación de la Oficina de la OIT para los Países Andinos en Colombia, al mencionar que “las políticas deben ser sensibles al género, buscando la igualdad” en la apertura de su moderación del conversatorio con la Ministra de Agricultura, Cecilia López y Juan Carlos Hernández, Viceministro (e) del Ministerio del Trabajo: ¿Cómo se puede ampliar la cobertura del sistema de protección social a las mujeres rurales en Colombia?

“Es momento de que el cuidado se entienda como una actividad social y salga de los hogares, para lograr que las mujeres, especialmente las rurales, cambien su realidad económica y se integren verdaderamente a la fuerza productiva nacional”, señaló la Ministra Cecilia López. 

Por su parte, el Viceministro (e) del Trabajo, Juan Carlos Hernández, expreso que “debemos equilibrar la balanza y en esta tarea el conocer y dimensionar lo que ocurre en el campo, nos da diferencias a contemplar para que las políticas sean orientadas de manera eficiente”. 

Así, en el desarrollo de la agenda, el evento tuvo participación de Claudia Brito Bruno, Oficial de Políticas, experta en Género y Sistemas Sociales e Institucionales de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, quien manifestó que “la feminización del hambre, del desempleo y de la falta de ingresos, en suma a la violencia contra mujeres y niñas, recrudecidas estas en el mundo rural, son alertas que no podemos seguir pasando por alto”.

“No podemos hablar de desarrollo rural si no tenemos claros los nexos entre el campo y la ciudad. Sistemas agroalimentarios, prácticas agroecológicas y semillas, son algunos de los elementos claves en el enfoque de interseccionalidad que el país necesita”, dijo Natalia Jaramillo, Asesora de la Dirección de Mujer Rural del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), al dar inicio a su ponencia sobre el panorama de las mujeres rurales en Colombia. 

Modificar y ajustar los proyectos de inversión rurales para que no solo se financie la actividad productiva y técnica, sino que se incluyan los trabajos de cuidado es una de las metas del actual gobierno, con el fin de mejorar la economía de la mujer rural. 

Para cumplir esta meta, la Dirección de Mujer Rural del MADR ha planteado una ruta basada en:

  1. Identificar las actividades de cuidado regionales. Para ello, se realizará una encuesta nacional sobre el uso del tiempo para ver cuáles son las labores que demandan más tiempo de la totalidad de sus actividades en el campo.
  2. Definir pilares del cuidado, es decir, estrategias y herramientas para apoyar a las mujeres rurales. Por ejemplo, tener centros veredales para cuidar niños, o lavar ropa, o formar personas para el cuidado de personas en situación de discapacidad, dependiendo de las necesidades de uso de tiempo de las mujeres.
  3. En este sentido se buscará vincular tanto a los gobiernos regionales para formular políticas públicas que reconozcan los cuidados en los presupuestos, acompañamiento y formación para las mujeres, para lo cual se deberán integrar otros sectores gubernamentales como salud y educación, por ejemplo, así como el sector privado. 

Asimismo, Pablo Casali, Especialista en Protección Social de la OIT, compartió algunas recomendaciones con los representantes del Gobierno nacional y las mujeres participantes del foro, para avanzar en sistemas integrales con modelo de cuidado universal, lo que requiere, entre otros:

- Promover sistemas de protección social basados en un modelo de cuidado universal
- Velar porque en las prestaciones sociales se reconozca y se recompense el costo de los cuidados y se evite reproducir las desigualdades de género
- Velar porque la protección social se extienda a los y las trabajadoras de la economía informal
- Introducir os créditos por cuidad en los sistemas de protección social
- Garantizar pensiones universales
- Tratar los cuidados de larga duración como un nuevo riesgo social en el seguro social
- Ampliar la cobertura de las prestaciones por discapacidad
 

Lideresas de la sociedad civil se mostraron motivadas al encontrar la definición de esta ruta, así como la definición de la protección social como un tema prioritario para el bienestar y la vida de las mujeres rurales, siendo ellas un motor de desarrollo y estabilidad social en sus entornos familiares y comunitarios. 

A su vez hicieron un llamado a pensar en el enfoque de género vinculando aspectos fundamentales en el restablecimiento de derechos contemplados en el Acuerdo de Paz y ligados estrechamente con la protección social, como los son temas relacionados con la propiedad y el uso de la tierra, el impulso a la productividad y la comercialización, y el fomento de la educación y la innovación. 

En el cierre del foro, Jenny Paola Santander de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, reafirmó el compromiso del Gobierno nacional, en el trabajo articulado para promover el bienestar de las mujeres rurales. “Debemos construir una sociedad cuidadora y en esta apuesta hacemos el llamado para integrarnos y trabajar por ello”.
 

Lectura recomendada:

Tercera versión de la Nota sobre Mujeres Rurales, que presenta un panorama acerca de la situación de vida de las mujeres que habitan las zonas rurales del país en comparación con los hombres rurales y las mujeres urbanas; con información de diversidad de fuentes de estadísticas oficiales, incluyendo la Gran Encuesta Integrada de Hogares, la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, las Proyecciones Poblacionales basadas en el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018, mediciones de Pobreza Monetaria y Multidimensional, entre otras: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/notas-estadisticas/oct-estadisticas-mujer-rural.pdf
 

Vea aquí la transmisión del foro ‘El derecho a la protección social de las mujeres rurales en Colombia’: https://youtu.be/7SKKDUPX4fc
 

Contacto de prensa:
Ana Milena Reyes Arias
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia