“El planeta está muy contaminado y entre todos tenemos que hacer lo que se debe para que no se siga acabando”, dijo sin dudar María del Carmen Fonseca, propietaria del restaurante Yury de la plaza de mercado La Perseverancia, localidad de Santa Fe, tras participar en el taller de fortalecimiento de capacidades para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos promovido por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, SDDE, con la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.

A María del Carmen le llamó la atención la cantidad enorme de comida que se pierde diariamente. De acuerdo con el DNP, el 62% de la comida que se pierde y se desperdicia en Colombia son las frutas y las verduras y el 25% son raíces y tubérculos. Y en algunos casos, esos alimentos se descartan por razones como una apariencia diferente o imperfecciones que nada tienen que ver con su valor nutritivo y cultural, que se mantienen intactos.

Una buena parte de los desperdicios de alimentos ocurren en la etapa de venta al por mayor o al detal y en el consumo. En el primer caso, pueden influir factores como la variabilidad de la demanda, la exposición inadecuada de productos, las exigencias estéticas y la manipulación inadecuada. En cuanto al momento del consumo es frecuente la confusión en la lectura de las etiquetas, el almacenamiento y conservación inadecuada en el hogar, el descarte de partes de los alimentos que son comestibles y la preparación de cantidades superiores a las que se consumen usualmente.

La organización de la nevera fue el tema que más llamó la atención de Libia Vargas, manipuladora de alimentos en Corabastos, localidad de Kennedy: “Me gustó la división que se debe hacer en la nevera y cómo debe guardarse el pescado. Esas cosas uno no las sabía porque yo hago mercado y meto todo en donde quepa”.

En el fortalecimiento de capacidades, en el que han participado más de 700 manipuladores de alimentos y minoristas, conocieron las causas más habituales del desperdicio de alimentos en el sector minorista: exigir que las verduras sean perfectas; la manipulación excesiva de los alimentos perecederos por parte de compradores; refrigeración inadecuada -se mezclan alimentos contaminados con limpios y se mezclan crudos con transformados o preparados-, no revisar las fechas de vencimiento de los alimentos, ubicar gran cantidad de alimentos sobre otros, romper la cadena de frío, no limpiar las canastillas y estanterías y mezclar frutas con vegetales en diferentes grados de maduración.

Tras participar en el proceso de formación, Adriana Arévalo, campesina de la vereda El Uval de la localidad de Usme, dijo que todo lo que se haga en la reducción de las pérdidas de alimentos “está relacionado con la soberanía alimentaria porque si cuidamos los alimentos le estamos agradeciendo a la tierra”.

Y esa es lo que decidieron hacer María del Carmen en su restaurante “cuando me sobra comida que no está muy presentable se la comparto a un señor que tiene como seis perritos y cuando la comida todavía es digerible se la doy a un papá que tiene como seis hijos. No voy a botar nada, no voy a contaminar más”.

“Ya aprendí que uno puede guardar en la nevera en bolsitas, limpiar y secar todo muy bien y ahí tiene comida para más tiempo”, asegura Libia desde Corabastos.

Para ellas ya es claro que las pérdidas y desperdicios de alimentos representan un problema planetario que todas y todos podemos ayudar a resolver.

Una RED que crece

El fortalecimiento de capacidades en la prevención y reducción de las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, PDA hace parte de la Estrategia de redes de abastecimiento de alimentos sostenibles y encadenamientos comerciales en el Sistema de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (SADA) del Distrito Capital la cual busca incrementar los conocimientos de los actores que participan en los circuitos alimentarios en los eslabones de producción, transformación, comercialización y transporte.

Para conocer más de la estrategia lea https://acortar.link/lycteW

Para realizar dicha formación, la SDDE con la cooperación técnica de la FAO ha desarrollado un proceso de capacitación presencial y virtual que incluye temáticas relacionadas con el marketing digital, asociatividad, plan de negocios, buenas prácticas de manufactura, entre otras. Adicionalmente, después de finalizar su presentación los actores reciben un kit relacionado con la actividad que realizada y quedan integrados a la Red Agroalimentaria de Bogotá.

A la fecha se han capacitado a 701 actores, de los cuales 76% son mujeres, se han realizado 26 jornadas de formación y se han realizado alianzas con Corabastos, Jardín Botánico, Cámara de Comercio de Bogotá y la Red de Plazas de Mercado de Bogotá. 

En la Red pueden participar productores agropecuarios y de la agricultura campesina, familiar y comunitaria (ACFC), transportadores de alimentos, comerciantes minoristas de alimentos tales como detallista de plazas de mercado, minimercados, Fruver, graneros y abarrotes, legumbrerías, tiendas mixtas y carnicerías o comerciante de alimentos preparados: restaurantes, cafeterías, fruterías y panaderías entre otros.

Si usted cumple este perfil inscríbase ya aquí: https://ee.humanitarianresponse.info/x/8SmCCbXx

Para ampliación de información los interesados podrán comunicarse con:  

Adrián Chávez [email protected]

Duván Santos Portilla [email protected] 

La información también estará disponible a través de todas las redes sociales de la Secretaría de Desarrollo Económico:

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