Con el propósito de que países de América Latina y el Caribe mejoren el acceso físico y económico de la población más vulnerable a alimentos saludables, en el contexto de la crisis sanitaria y socioeconómica provocada por el COVID-19 y pos-pandemia, incluyendo la evidente inflación sobre los alimentos a través de una mejor eficiencia en el abastecimiento y transparencia en la comercialización de alimentos en ferias, mercados mayoristas y centros de abasto minorista, una comisión de diferentes organizaciones y del gabinete ministerial de Economía, Fomento y Turismo de Chile, visitarán nuestro país para conocer y comprender el funcionamiento del canal alimentario tradicional desde el ámbito social, cultural, económico y ambiental, mediante la generación de espacios de intercambio y cooperación que involucre iniciativas y estrategias de trabajo con distintos actores.

    La actividad que se desarrollará entre el 6 y el 10 de febrero realizará una serie de visitas a diferentes plazas de mercado en Medellín y Bogotá y a la Central de Abastos más grande del país, CORABASTOS en Bogotá, con el propósito de abrir el diálogo y construir estrategias para la modernización saludable y sostenible de las plazas de mercado y centrales de abastos para hacer frente a los diferentes retos de los sistemas alimentarios actuales, teniendo como objetivo la garantía progresiva del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada en Colombia.

“Es necesario que estos establecimientos de distribución tradicional de alimentos se modernicen de manera saludable y sostenible como entornos alimentarios adecuados y transparentes con el productor y el consumidor, donde se promueva y facilite la transición de una economía lineal que desgasta nuestros recursos naturales, hacia una economía circular que los protege y optimiza promoviendo además la participación de los diferentes actores del sistema alimentario” explica Daniela Idárraga Tunjo, Consultora especialista en pérdidas y desperdicio de alimentos de FAO Colombia, quien acompañará la visita.

De acuerdo con la consultora Idárraga, esta apuesta busca que estos espacios de comercio alimentario incluyan la protección y fomento de medios de vida de quienes participan dentro de los sistemas alimentarios, promuevan la prevención de la pérdida y el desperdicio de alimentos, potencien estos escenarios en favor de la cultura alimentaria siendo estos estratégicos por su potencial gastronómico y turístico. Para ello es preciso avanzar en la mejora de infraestructura y transparencia mediante sistemas de información, y donde además exista participación equitativa de todos los actores inmersos en el sistema alimentario, generando espacios de gobernanza para fortalecer la comercialización inclusiva.    

Se espera que este intercambio favorezca y promueva la ruta hacia la modernización saludable y sostenible de la comercialización de alimentos en plazas de mercado y centrales de abastos mediante la participación y la identificación de oportunidades y fortalezas a lo largo de los procesos, que indispensablemente se deberán enmarcar en la garantía de los derechos humanos.