El día del campesino se celebra en Colombia desde el año 1965, desde entonces, en esta fecha se ha buscado reconocer los invaluables aportes que los 15 millones de campesinos y campesinas hacen al desarrollo económico, social y ambiental, así como a la seguridad y soberanía alimentarias (como productores de alimentos, guardianes de la tierra y las semillas), en la conservación de los territorios y de las tradiciones culturales rurales del país. 

Así, con el propósito de establecer un intercambio de experiencias y concretar apuestas por el reconocimiento y garantía de los derechos de las campesinas y campesinos del país, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (SDDE) de Bogotá, con el apoyo del Programa de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET II) de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), la Unión Europea y la FAO, realizaron el foro gastronómico del día del campesino.

El diálogo realizado el 1º de junio en la Plaza de Bolívar, contó con la participación de lideresas de la Organización Cultivadores de vida de Sumapaz, Ciudad Bolívar y Usme, y de Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia (ANMUCIC). Asimismo, participaron representantes de la Cancillería, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), Corabastos y la Fundadora Más compost SAS. 

Con la moderación de la reconocida periodista, dedicada hace más de una década temáticas relacionadas con el campo colombiano, Yanelda Jaimes, y el acompañamiento de los chefs Andrés Isaza y Miguel Jaimes, del Restaurante Tierra, fue desarrollado el conversatorio del Día del Campesino y la Campesina, en tres momentos: entrada, plato fuerte y postre. 

Agricultura campesina, familiar y comunitaria, y su rol en los sistemas agroalimentarios, desde la producción y el abastecimiento, fue el tema del primer conversatorio. En este espacio, además del reconocimiento del aporte de la ACFC que produce más del 70% de los alimentos que consumimos, fueron revisadas las apuestas que en materia de comercialización se desarrollan actualmente en el país. 

Destacando en este primer momento, la estrategia de circuitos cortos de comercialización y dentro de estos la Ley de Compras Públicas Locales (Ley 2046 de 2020), se mostró un panorama esperanzador al incluir como proveedores a los productores y organizaciones de la ACFC en los programas institucionales y la compra de al menos el 30% de los alimentos (en crudo o preparados) que se adquieran con recursos públicos. 

Alejandro Álvarez Morato, Director de Comercialización de la Agencia de Desarrollo Rural, explicó que la implementación de la Ley 2046/2020 ha venido avanzando con apoyo de las gobernaciones departamentales y a la fecha se han realizado acuerdos protocolarios por más de 3 mil millones. 

Asimismo, Juanita Rodríguez Garay, Directora de Economía Rural y Abastecimiento Alimentario de la SDDE destacó la articulación que se ha realizado con la FAO para mejorar la producción y comercialización de productores de la ACFC de la Bogotá Rural, a través de la que se han activado los mercados móviles y se han vinculado además a transformadores, transportadores y comerciantes de alimentos. 

Por su parte, Furio Massolino, coordinador del programa DRET II, desde la AICS, manifestó la importancia de la suma de esfuerzos entre las carteras ministeriales de Agricultura y Ambiente, para que se fortalezca la asociatividad y mejoren las condiciones de producción agropecuaria como contribución al desarrollo rural sostenible del país, encontrando mejores garantías para los campesinos. 

Para el plato fuertes, el eje de conversación giró en torno a la Reforma Rural Integral y los sistemas de producción sostenible. Momento en el que la participación de la Unión Europea, la Embajada de Suecia y ANMUCIC dieron cuenta de la importante conexión que existe entre la producción amigable con el medio ambiente, como herramienta para optimizar rendimientos y calidad de los alimentos. 

La agroecología, vista como un modelo de producción, pero también bajo el enfoque de sostenibilidad ambiental y social, fue resaltada por Nelly Velandia Avendaño, Presidenta de ANMUCIC, quien destacó la importancia de la participación de las mujeres rurales (campesinas, afro e indígenas), quienes han sido guardianas de semillas y promotoras de la cultura gastronómica, preservando la biodiversidad y cultura alimentarias. 

Así también lo confirmó Sofia Dohmen, Consejera Jefe de Cooperación de la Embajada de Suecia en Colombia, quien resaltó varias de las experiencias desarrolladas con las mujeres rurales, ampliando su participación con liderazgos que benefician a comunidades productoras de alimentos bajo el enfoque de sostenibilidad en nuevas líneas como la melicultura, y en otras tradicionales como el café o la ganadería. 

Para Tobías Biermann, Agregado de Medio Ambiente, Clima y Empleo de la Unión Europea en Colombia, el programa DRET II ha aportado al país el acompañamiento en el diseño de políticas, como la que cursa actualmente enfocada en la agroecología, para que la sostenibilidad y la nutrición sean objetivos principales en la transformación de los sistemas agroalimentarios. 

Y para el cierre, en el momento del postre, el tema principal fue el de la gestión de perecederos, así como la prevención y mitigación de las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA), entendiendo que esta es una problemática que afecta la disponibilidad y acceso de alimentos, así como la sostenibilidad ambiental. 

Al respecto, Mauricio Cedeño, Subgerente Comercial de Corabastos, contaron a los participantes cómo en la central de abastos se ha puesto en marcha todo un programa de recuperación de alimentos con la donación al Banco de alimentos de Bogotá, y el plan de gestión de residuos sólidos, producto de las cerca de 8 mil toneladas que a diario ingresan a Corabastos. 

También Jéssica Rivas Sánchez, fundadora de Más compost SAS, presentó su experiencia, con la que durante los últimos 4 años han evitado que más de 1 millón de toneladas de residuos lleguen al botadero de Doña Juana, a través de la recolección de desperdicios en hogares y empresas, para luego transformarlos en compost que da vida a nuevas plantas con el proceso agroecológico de ‘A la Canasta’. 

“Debemos avanzar en mejorar las condiciones y medios de vida de las familias de la ACFC, son ellas y ellos la piedra angular de los sistemas agroalimentarios. Desde la producción de alimentos, que son a su vez el ingreso principal para los más de 10 millones de campesinos y campesinas, los colombianos disfrutamos de acceso a alimentos saludables y autóctonos, esta es una riqueza que no podemos perder”, fue el mensaje de cierre del conversatorio que dejó Diego Mora, Oficial Nacional de Programas y Representante Asistente de la FAO en Colombia.
 

Visite aquí la galería fotográfica del Día del Campesino y la Campesina: https://flic.kr/s/aHBqjAGjPV

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