FAO en Colombia

Transformación de centrales de abasto, galerías y plazas de mercado: hacia el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada

14/06/2024

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Colombia y la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe (FAORLC) han trabajado en favor de la modernización y el fortalecimiento del canal de comercialización tradicional. Adicionalmente, en el marco de la Cooperación Sur-Sur, promueven el intercambio de experiencias en temas relacionados con alimentación, economía circular y sistemas agroalimentarios sostenibles, entre otros. 


En dicho contexto, con el propósito de fortalecer las capacidades técnicas de actores clave del canal de comercialización tradicional para la modernización de las centrales de abasto, galerías y plazas de mercado, y su transformación en entornos saludables y sostenibles que contribuyan a la realización progresiva del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada, la FAO ha diseñado el ciclo de eventos técnicos "Ciclo de Intercambio de Experiencias: Transformación de Centrales de Abasto, Galerías y Plazas de Mercado: Hacia el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada". 

Dentro de este ciclo de intercambios, se abordarán diversos temas como las pérdidas y los desperdicios de alimentos (PDA), la economía circular, la gobernanza, la comercialización inclusiva y el turismo gastronómico, entre otros. Estos temas corresponden a los ejes y recomendaciones de modernización definidos de manera participativa por la FAO para su trabajo en Colombia. 

De esta manera, hoy fue realizado el primero de cuatro encuentros del ciclo, orientado al Abordaje de la pérdida y el desperdicio de alimentos a través de la economía circular, en el que representantes de centrales de abastos de México, Bogotá y Pasto presentaron las experiencias desarrolladas con el acompañamiento de la FAO. 

Marcela Villegas, coordinadora general de la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA), expuso el impacto que ha tenido el programa de sostenibilidad, el que un eje central ha sido justamente la apuesta por reducir las PDA en esta central que comercializa diariamente entre 30 a 45 mil toneladas de alimentos. 

La CEDA ha realizado análisis sobre las PDA que se ocasionan en sus instalaciones con el apoyo de Universidades y diferentes instituciones, base para el diseño de un robusto programa que comprende la mejora en la clasificación y valorización de residuos, la donación de alimentos y mejoras en la infraestructura. 

“Hemos realizado varios procesos de formación a comerciantes, dando a conocer las oportunidades de negocios que permiten reducir las PDA a partir de la economía circular; así mismo hemos implementado un proceso de selección y aprovechamiento de residuos con la creación del centro ITACATE”, explicó la señora Villegas. 

ITACATE es el lugar donde se recolectan, seleccionan y distribuyen los alimentos frescos que salen del circuito comercial. La mayor parte de estos son destinados para la donación de alimentos, que suman 8.02 toneladas a mayo de 2024, evitando la generación de 371 toneladas de CO2, estos alimentos son entregados a 600 comedores comunitarios y representan 80 mil raciones de comida diaria. 

Un aprovechamiento similar al realizado por la Corporación de Abastos de Bogotá S.A. (CORABASTOS), la principal central de abastos de la ciudad, que cuenta con 1.300 accionistas y 5.600 comerciantes mayoristas y minoristas, y donde cada mes se comercializan 250 mil toneladas de alimentos, aproximadamente. 

Fabián Cuesta, de la Subgerencia comercial y de negocios de Corabastos, destacó la alianza que la central tiene con el Banco de Alimentos de Bogotá, a través de la cual en 2023 fue posible rescatar 2.741 toneladas de alimentos, los cuales favorecen a comunidades vulnerables. 

“Alcanzar esta meta, ha sido posible gracias al proceso de sensibilización realizado con los comerciantes, así como a los procesos de formación que giran alrededor de la iniciativa de disminuir los desechos orgánicos en los contenedores”, explicó el señor Cuesta. 

Asimismo, como contribución al desarrollo sostenible del país, en línea con los Planes de Desarrollo Nacional y de Cundinamarca, Corabastos ha puesto en marcha la creación de una planta pública de abonos. Y es que, si bien hoy la central cuenta con una compostera, la apuesta crece en la medida en que la demanda de estos insumos biológicos también ha crecido, acorde a la meta que tanto a nivel nacional como departamental existe en relación con la optimización del funcionamiento del sistema agroalimentario y la producción sostenible de alimentos. 

De igual manera ocurre en Pasto, Nariño, Central de Abastos El Potrerillo, donde se han planificado acciones para dar mayor impulso a la economía circular. Así lo explicaron las profesoras de la Universidad Mariana, Yomaira Yépez y Diana Andrade, quienes han venido acompañando a la central. 

El Potrerillo se ha sumado a la meta departamental por el derecho humano a la alimentación adecuada, para lo que ha gestado acciones en relación con el fortalecimiento de la producción, posconsecha y almacenamiento, procesamiento industrial, distribución y comercialización, hasta llegar al consumo de los alimentos. 

En esta última parte de la cadena ya ha habido avances importantes con la realización de un estudio para analizar las PDA ocasionadas en la central, donde participan más de dos mil comerciantes minoristas y mayoristas. 

La medición de PDA, realizada con el apoyo de la FAO y su metodología, en 44 puestos de minoristas y 21 bodegas, con 528 y 252 mediciones, respectivamente, permitió identificar que cada día se pierden 195 Kg aproximadamente; mientras que los desperdicios llegan a 22 kg cada día. 

Al igual que en los casos de México y Bogotá, el Potrerillo ha iniciado su programa de donación de alimentos en articulación con el Comité departamental de Seguridad Alimentaria. Asimismo, pondrá en marcha iniciativas como el turismo gastronómico y la producción de abono orgánico, en paralelo a procesos de formación en buenas prácticas de manipulación, transporte, almacenamiento y transformación de alimentos. 

Estos ejemplos de iniciativas dan cuenta de la importancia de trabajar en la modernización de plazas de mercado, galerías y centrales de abastos, generando con ello una mayor participación social y el fortalecimiento del tejido social. 

Tal como fue expuesto por João Intini, oficial de Políticas de Sistemas Alimentarios de la FAO para América Latina y el Caribe, “la integración de productores y productoras de la agricultura familiar, generando alianzas con centrales de abastos y plazas de mercado, no solo optimiza el abastecimiento de alimentos, sino que además aumenta la sostenibilidad de las economías locales”. 

“El impacto de la modernización de plazas de mercado y centrales de abasto en la seguridad alimentaria y el derecho humano a la alimentación adecuada es innegable, estos pueden ser entornos de alimentación saludable para todos y todas”, expresó Agustín Zimmermann, representante de la FAO en Colombia, al celebrar este tipo de intercambios que amplían la mirada a nivel regional, donde estos escenarios tienen características similares. 

Y es que, de acuerdo con lo presentado por José David Torres, Especialista en Sistemas Alimentarios, abastecimiento y comercialización inclusiva de la Oficina Regional de la FAO, en América Latina y el Caribe “los mercados tradicionales son los mayores proveedores de alimentos, contrario a lo que ocurre en otras regiones, de allí la importancia de seguir impulsando su modernización, incluyendo elementos como la digitalización, economía circular, transparencia e inocuidad”. 

“El desarrollo de políticas y la gobernanza son elementos clave para facilitar y mejorar el acceso a alimentos”, agregó, señalando que en los últimos años la actualización y publicación de precios, programas de sostenibilidad y capacitación a comerciantes son algunos de los logros que la adelanta la agenda de modernización de plazas de mercado y centrales de abasto, desarrollada en 14 países de la región. 

“Las plazas de mercado y centrales de abastos son escenarios de intercambio entre los diferentes actores del sistema agroalimentario, contribuyendo a la garantía progresiva del derecho humano a la alimentación, y avanzando en la transformación para ser entornos de alimentación saludable y sostenible”, concluyó Yazmín Aldana Holguín, especialista en pérdidas y desperdicios de alimentos, y economía circular de la FAO en Colombia. 

El mundo exige tomar medidas para contribuir en el funcionamiento de los sistemas agroalimentarios, de los que todos hacemos parte, y en los que las plazas y centrales son indispensables para avanzar en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
 

Agéndese con las siguientes sesiones del ciclo de intercambio de experiencias:

  • 2 de agosto: Gobernanza alimentaria y Derecho Humano a la Alimentación Adecuada
  • 6 de septiembre: Comercialización inclusiva
  • 18 de octubre: Digitalización y comercialización electrónico

 

Para mayor información, le invitamos a escribir a [email protected]


Video: Plazas de mercado y centrales de abasto, escenarios para la economía circular


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