En Junio, a comprar ají topito
Un total de 60 familias de Galapa y Malambo en Atlántico asumieron el reto de comercializar el ají topito. El proceso es liderado por Prosperidad Social, con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
Sesenta familias campesinas de Malambo y Galapa en Atlántico decidieron apostarle a la comercialización del ají topito como una manera para mejorar sus ingresos y lograr el bienestar y la salud de sus comunidades. La iniciativa es liderada por Prosperidad Social y cuenta con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.
Estas familias asumieron el reto a pesar de la intensa sequía que ha vivido la región en los últimos años y que ha afectado la calidad y la cantidad de la producción en el pasado e incluso se han registrado pérdidas totales de lo cosechado.
De acuerdo con el diagnóstico hecho a las familias vinculadas a emprendimientos productivos en Malambo y Galapa (Atlántico) elaborado por Prosperidad Social - FAO, se trata de sesenta familias campesinas integradas, en su gran mayoría, por personas que tienen entre 40 y 70 años de edad de ingresos limitados y que han enfocado su trabajo en el auto-consumo de diferentes especies hortícolas, tarea que fortalecieron por su participación en el programa Red de Seguridad Alimentaria, ReSA, de Prosperidad Social.
La elección del ají topito como el producto estrella se fundamentó en una experiencia previa que tuvieron con este producto y que les permitió vender, de manera individual, a tiendas y comercio local. Según el diagnóstico: “El ají topito resulta ser el rubro de mayor comercialización, ejercicio que según las familias se realiza principalmente en las tiendas minoristas del nivel municipal”
En la actualidad, el ají topito está en proceso de producción. Las familias con el apoyo técnico de Prosperidad Social – FAO se proponen generar procesos de comercialización local donde los vendedores y tenderos se comprometan a comprar el producto a precios justos. La estrategia es lograr fortalecer las tres asociaciones que agrupan a las familias campesinas para que sea a través de ellas que se realicen las alianzas comerciales.
El ají topito no pica, se le conoce también como ají dulce. Su fragancia y sabor típicos lo hacen más preferido que el pimentón en la preparación casera de guisos, salsas y sopas. Además, se usa en la elaboración de salsas envasadas, se puede deshidratar y moler para aprovecharse como condimento.
Alimentación integral
Simultáneamente, las familias están participando en un proceso de educación alimentaria y nutricional con el fin de contrarrestar la situación de inseguridad alimentaria que viven las familias, especialmente, donde hay presencia de niños y niñas.
De acuerdo con el diagnóstico: “La frecuencia de consumo de alimentos de la población entrevistada está sujeta a los ingresos, a la cultura alimentaria de la región, al número de personas del hogar, a las percepciones frente al consumo de alimentos que ha generado la adopción de estilos de vida ‘poco saludables’, que a mediano plazo repercutirán en problemas de salud como la obesidad, hipertensión arterial, diabetes, entre otras”.
Las familias, con el apoyo de Prosperidad Social –FAO, están participando en la construcción de un recetario en donde se promueva una alimentación adecuada para la salud y bienestar, aprovechando lo que se produce en las huertas.
De acuerdo con las expectativas, en junio el ají topito será la forma más dulce de apoyar a los campesinos de Galapa y Malambo.
Convenio Seguridad Alimentaria y Nutricional para la equidad y la paz. Prosperidad Social – FAO.
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