Las familias que pertenecen a los municipios de Almaguer, Argelia y la Vega avanzan en la construcción de sus planes de vida, comercialización de productos y fortalecimiento de relaciones comunitarias.

Esta es una iniciativa de Prosperidad Social y la FAO que busca contribuir al mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de hogares afectados por el conflicto armado en zonas donde prevalece la pobreza extrema.

Familias Rurales, proyecto que se desarrolla desde hace seis meses en el Cauca por parte de Prosperidad Social y la FAO, cuenta a la fecha con más de 1.500 hogares vinculados. El programa adelanta el acompañamiento en temas agropecuarios, sociales, comerciales y comunitarios a través de un equipo técnico local que orienta a los participantes.

De manera conjunta, los hogares han construido planes de vida familiares, en los cuales han establecido metas y compromisos que promueven su bienestar y calidad de vida en sus relaciones personales, ingresos económicos, seguridad alimentaria y nutricional y su integración comunitaria con miras a aportar al desarrollo del territorio.

Como parte del proceso, los hogares han sido fortalecidos para implementar sus propias huertas caseras y manejar los cultivos bajo un enfoque agroecológico. Estos encuentros se hacen mediante la metodología de “aprender haciendo”, en 48 Centros Demostrativos de Capacitación (CDC) que ya han sido establecidos por los mismos participantes, en los tres municipios mencionados.

Con el ánimo de acompañar a estas familias en la implementación de proyectos productivos, se han desarrollado sondeos de mercado en cada municipio, para explorar las opciones de comercialización de diferentes productos en la perspectiva de trabajo asociado e integración comunitaria. Cerca del 30% de las familias participantes ya tienen un diagnóstico que permita la implementación de proyectos productivos sostenibles. 

Gracias al interés de la comunidad, a la fecha ya se han conformado 17 comités de participación y control social, que fortalecen liderazgos ya presentes en el territorio y promueven otros nuevos de mujeres y jóvenes.

Finalmente, cada municipio ha identificado posibles iniciativas de impacto comunitario, es decir, obras de infraestructura física, social o ambiental, que serán implementadas de manera comunitaria, contando con el trabajo en equipo de los hogares participantes del proyecto. Estas obras no solo buscan ofrecer soluciones concretas a ciertas necesidades de la comunidad, sino que articulan y fortalecen el tejido social, el consenso, la resolución armónica de conflictos y preparan a la comunidad para generar sus propios proyectos a futuro.

Nemesio Roys Garzón, director (e) de Prosperidad Social resaltó que, “Familias Rurales no es sólo un programa de huertas, es un proyecto que aborda de manera integral las necesidades de las familias y las acompaña desde el componente social y el productivo. Es nuestro interés replicarlo en otras zonas del país pues vincularse a este proyecto no limita a los hogares para participar en otros programas del Estado, en pro de su progreso y desarrollo”.

Contacto de prensa:

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FAO

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