FAO en Colombia

En momentos de crisis la solidaridad sí que cuenta

23/04/2020

“Nada más difícil que responder a tu hijo que no tienes que darle de comer” es la frase que retumba en muchas de las comunidades que, tras ser afectadas por el conflicto armado en Colombia, tienen un pasado que se hace presente en circunstancias de crisis como la que actualmente vivimos debido a la COVID-19. 

Es quizás esta la razón por la que, sin tener muchas riquezas materiales, su mayor fortuna es la empatía y poder entender que las necesidades del otro son tan apremiantes como las propias. Sumado a la fortuna de saber producir con los recursos que tienen a la mano. 

Así, motivados por la intención de ayudar muchos de los campesinos desde sus posibilidades y desde lo que saben hacer, han aportado alimentos para que familias en situaciones de pobreza puedan comer. 

Este es el caso de la Cooperativa Agropecuaria del Centro de Magdalena (Colapaz), una organización comunitaria dedicada a la ganadería doble propósito y a la producción de derivados de la leche como el queso costeño. Organizaron una primera donación de 160 litros de leche que repartieron a 100 familias del barrio Joaquín Anaya en el municipio de Chibolo, Magdalena. 

Este barrio, con el mayor índice de marginalidad y vulnerabilidad, recibió emotivamente la donación. No se lo esperaban y lo más gratificante fue recibirla de manos de sus paisanos. 

“No podemos ser indolentes ante las necesidades ajenas. Lo sabemos porque lo hemos vivido en carne propia y no queremos que nuestros amigos y vecinos, la sufran también. Por eso nos pusimos de acuerdo para que los asociados(as) de Colapaz, donaron de manera directa 40 litros y los 120 restantes los donó la Cooperativa” así lo expresa Dairo Guette, gerente de Colapaz. 

“Sabemos que nos es mucho, pero si en algo podemos ayudar, no dudaremos en hacerlo, por eso ya estamos planeando una donatón más grande para beneficiar a muchas familias que nos quedaron faltando” añade María Garcearan lideresa de Colapaz. 

Este colectivo cuenta con 143 socios restituidos y no restituidos de Chibolo, Plato y Sabanas de San Ángel en el departamento del Magdalena. Hoy en día, tras un proceso de capacitación y acompañamiento técnico brindado por la Embajada de Suecia, la Unidad de Restitución de Tierras y la FAO, tiene un centro de acopio lechero, emprendimiento en Pollos de engorde y una panificadora, construida por la organización y dirigida por 20 mujeres de Colapaz y Asomujerimpaz, que lleva por nombre “Llegó el Pan”.