Agricultura de conservación

Llanuras Indo Gangeáticas

La agricultura de conservación como clave de la seguridad alimentaria

En el “granero” de Asia meridional, las tecnologías de conservación de recursos generan altos rendimientos del trigo, al tiempo que reducen los costos de los agricultores en un 20%.

En de Asia meridional, los agricultores practican el cultivo sin labranza para reducir costos y cultivar más trigo. La alternancia humectación/secado de los campos de arroz ayuda a reducir el consumo de agua hasta un 50%. Los rendimientos de ambos cereales mejoran después de la nivelación del terreno asistida por láser. Los agricultores ahorran en fertilizantes gracias al manejo del nitrógeno “basado en las necesidades” y el uso de leguminosas para eliminar las malas hierbas.

En el caso del arroz, el Consorcio del Arroz y el Trigo fomentó la sustitución de variedades de cilco largo por los de ciclo corto, y la siembra directa  en seco que, al eliminar la necesidad de trasplante, reduce el uso de agua, los gastos energéticos y la necesidad de mano de obra. En la siembra en seco, los campos se preparan en junio y se siembra un cultivo de arroz de temporada corta después del riego para asentarlo antes del inicio del monzón en julio.

Durante el crecimiento del cultivo, se promueven varios métodos para ayudar a los agricultores a aumentar la producción de arroz con la misma cantidad de agua, o utilizar menos agua sin reducir el rendimiento. Uno de estos métodos es la alternancia humectación/secado, en la que el arrozal se anega y el agua se deja secar antes de volver a anegar. Otro es el arroz aeróbico, donde las semillas se siembran directamente en el suelo seco, y luego se riega. Ambos métodos permiten ahorrar de un 30% a un 50% de agua. La plantación en lechos elevados también genera un aumento significativo de los rendimientos del arroz.

Otra tecnología de conservación de los recursos introducida en las llanuras indogangéticas es la nivelación del terreno por láser. Muchos campos presentan superficies irregulares, que provocan la pérdida de agua, una germinación incompleta y menores rendimientos. Tradicionalmente, los agricultores han utilizado traíllas y tablas de madera para nivelar sus terrenos. En la actualidad, tractores guiados por láser, manejados por contratistas privados, ofrecen una nivelación más precisa del terreno a precios que los pequeños productores se pueden permitir. En estudios recientes en la India noroccidental se determinó que la tecnología es mucho más eficaz que la nivelación tradicional, pues reduce las aplicaciones de agua hasta un 40%, mejora la eficiencia de los fertilizantes y aumenta los rendimientos del arroz y el trigo de un 5% a un 10%. Su rentabilidad es la misma en todos los tamaños de explotación agrícola.

Los agricultores también han introducido nuevas rotaciones de cultivos que interrumpen los ciclos vitales de las plagas de insectos y las malas hierbas, y fomentan la salud del suelo. En la provincia de Punjab (Pakistán), los pequeños agricultores cultivan arroz en rotación con trébol de Alejandría, un forraje que mejora la fertilidad del suelo y elimina las malas hierbas que, de no ser así, podrían infestar los cultivos siguientes de cereales. En las llanuras orientales, donde los campos permanecen generalmente en barbecho durante 80 días después de cosechar el trigo, la plantación de un cultivo de frijol mungo de verano en suelo sin labrar produce 1,45 toneladas por hectárea, por un valor de 745 USD. El frijol mungo añade asimismo nitrógeno al suelo gracias a la fijación biológica del nitrógeno.

Para reducir el uso innecesario de fertilizantes, el Consorcio del Arroz y el Trigo fomentó la gestión del nitrógeno “basada en las necesidades” e introdujo una carta analítica de colores de las hojas que indica los mejores momentos para la fertilización. Estas cartas se diseñaron en un principio para el arroz, pero los agricultores las adaptaron al trigo de manera espontánea. Gracias al uso de estas cartas, los agricultores han reducido las aplicaciones de fertilizantes hasta un 25% sin disminuir el rendimiento.

En encuestas realizadas en aldeas de las llanuras en 2009 se observó que uno de cada tres hogares agrícolas había adoptado al menos una tecnología de conservación de recursos y era en el noroeste donde se registraban las tasas más elevadas, de casi el 50%. Los agricultores tuvieron conocimiento de estas tecnologías por diversas fuentes, como por ejemplo otros agricultores y fabricantes de equipos, y la mayoría las han integrado en sus prácticas tradicionales de gestión de cultivos. En el noroeste de la India, las sembradoras directas en línea eran el artículo más frecuente de maquinaria agrícola después de los tractores. Su alto índice de adopción fue posible por la rápida disponibilidad de sembradoras en líneas desarrolladas por el sector privado, con el apoyo firme de los gobiernos estatales y locales.

La repercusión de las tecnologías y prácticas del modelo “Ahorrar para crecer” se refleja en el reciente aumento de la producción de trigo en la India. Después de los escasos rendimientos registrados entre 2003 y 2007 en el estado de Punjab, por ejemplo, se ha producido un aumento continuado de la productividad del trigo y, en 2012, el promedio de la producción superó las cinco toneladas por hectárea. En 2014, la producción global de trigo de la India alcanzó la cifra récord de 96 millones de toneladas.