Las directrices voluntarias son una herramienta para la consecución  de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

También  reconocen la importancia de la pesca para la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza

 Países de Centroamérica y República Dominicana, promueven la implementación de las directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala (DPPE), como vía estratégica para erradicar el hambre y la pobreza.

 “El objetivo de las directrices, es respaldar, visibilizar y reconocer el importante papel de la pesca en pequeña escala. Además, fomentan el desarrollo social y económico sostenible, en beneficio de los pescadores y las personas en condición de vulnerabilidad, basado en un enfoque derechos humanos¨, comentó John Jorgensen, Oficial de Pesca y Acuicultura de la Oficina Subregional de la FAO para Mesoamérica.

 Con el propósito de analizar y elaborar una estrategia efectiva para la implementación  de las directrices, representantes de institutos, autoridades de pesca y representantes de organizaciones de pescadores artesanales de los países de la región centroamericana y República Dominicana, con el apoyo de FAO, se reúnen en Costa Rica hasta el 19 de mayo.

 El Encargado Residente de la FAO en Costa Rica, Octavio Ramírez, señaló que en el encuentro, se pretende establecer una hoja de ruta para que los Gobiernos junto con la sociedad civil, estén en la mejor disposición de apoyar la implementación de las DPPE en los marcos normativos, institucionales y en las políticas de cada país, para garantizar la seguridad alimentaria y fomentar la pesca responsable y el desarrollo sostenible.

 Las DPPE son una herramienta importante para alcanzar los ODS de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivo 1 poner fin a la pobrezay el Objetivo 2 poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición.  Asimismo, el Objetivo 14 vida Marina: conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

 “El balance entre la conservación marina y el aprovechamiento sostenible fundamentado en un enfoque ecosistémico de las pesquerías y orientado al ordenamiento espacial marino permitirá a los países de la región centroamericana y el Caribe avanzar sin duda hacia una propuesta que apoye a una mayoría de comunidades vulnerables y marginales en el corto y mediano plazo, las Directrices permiten ese balance”, comentó el Presidente Ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), Gustavo Meneses.

 El encuentro fue organizado por el INCOPESCA, la Organización para el Sector Pesquero y Acuícola del Istmo de Centroamericano (OSPESCA), con el apoyo financiero y técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

 Costa Rica: caso ejemplar en el reconocimiento y validación de las DPPE

 Mediante la oficialización de las Directrices, por el Decreto Ejecutivo 39195 MAG-MINAE-MTSS, el Estado costarricense ha logrado garantizar el reconocimiento de los derechos y el fortalecimiento de la actividad  pesquera artesanal de pequeña escala.

 INCOPESCA ha promovido el reconocimiento formal de las actividades productivas de las molusqueras de la comunidad de Chomes, en la provincia de Puntarenas, en el marco del proceso de inserción y ejecución de las DPEE en el país y orientado a favorecer un trabajo decente para las mujeres que desarrollan sus actividades en los ecosistemas de manglar.

 Además, Costa Rica avanza en la formulación de un proyecto de ley mediante la construcción participativa con los principales actores del sector pesquero, organizaciones no gubernamentales, academia y diputados, con la finalidad de beneficiar  a los pescadores artesanales y asegurar la conservación de la cultura e identidad pesquera de las comunidades y los recursos costeros de forma sostenible.

 Las DPPE representan el primer instrumento internacional que reconoce y valida la importancia del sector productivo pesquero, bajo los ejes de la pesca responsable, la gobernanza de la tenencia en las pesquerías, el desarrollo social y la promoción del trabajo decente. Además de promover el acceso de nuevos mercados para los pescadores, fortalecer el comercio, las cadenas de valor, la equidad de género y analizar los temas de riesgos de desastres y cambio climático que afectan las comunidades pesqueras del mundo.