FAO en Costa Rica

Costa Rica presentó diagnóstico para establecer las bases de una acuicultura sostenible

26/09/2016

Finalizó el primer diagnóstico que permitió identificar y definir las zonas acuícolas en todo el país.

FAO brindó apoyo técnico para fomentar la actividad acuícola y garantizar la oferta futura de productos acuícolas en el mercado interno en forma sustentable.

 El Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo técnico de la FAO,  presentaron los resultados de la situación actual de la acuicultura costarricense, y determinaron los principales desafíos que enfrenta el sector.

 En el informe se incluyó una muestra representativa de los productores existentes en el país, como base para implementar un enfoque ecosistémico en la planificación del desarrollo acuícola, tomando en cuenta los objetivos sociales, económicos, ambientales y de gobernanza que se relacionan con esta actividad.

 Gustavo Meneses, Presidente Ejecutivo del INCOPESCA enfatizó en la necesidad de establecer una política de desarrollo de la acuicultura en concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo Pesquero y Acuícola (PNDPA), mediante la utilización del Enfoque Ecositémico de la Acuicultua (EEA) recomendado por la FAO. Esta política de desarrollo permitirá atender las necesidades de los productores acuícolas según el tipo de producción e intensidad de sus actividades.

 Según la FAO, el Enfoque Ecosistémico de la Acuicultura tiene como objetivo promover el desarrollo sostenible, la equidad del uso de los recursos, y la capacidad de recuperación de los sistemas sociológicos.

 “Para hacer efectiva la aplicación del Enfoque Ecosistémico de la Acuicultura, se requiere de datos e información socioeconómica y ecológica georreferenciados para su uso en planificación y seguimiento. Los datos deben ir más allá que los relacionados directamente con la producción acuícola,  y dar evidencia de un sector socioeconómico y ecológicamente integrado”, comentó Octavio Ramírez, Oficial a cargo de la Representación de la FAO en Costa Rica.

 En la actualidad una adecuada zonificación permite establecer prioridades para  el desarrollo de la acuicultura en áreas  vulnerables a desastres naturales que pueden afectar al sector.

 “La identificación de las áreas potenciales para el desarrollo acuícola permite impulsar el fortalecimiento de organizaciones  de productores, brindando énfasis a aspectos productivos y sociales, que son propios de cada uno de los grupos de acuicultores”, dijo Ramírez.

 También, se constató que Costa Rica requiere 83 mil toneladas métricas anuales entre pescado y mariscos para satisfacer las necesidades de los consumidores. Por lo tanto la política de desarrollo acuícola vendría a aprovechar estas oportunidades que ofrece el mercado, puesto que en la última década los desembarcos pesqueros, han disminuido de manera importante y la acuicultura emerge como una actividad que puede llenar este faltante de producto pesquero, ante una población creciente y cuyo consumo per cápita de productos pesqueros va en aumento.

 El Oficial Subregional de Pesca y Acuicultura, John Jorgensen, presentó la situación de la acuicultura mundial y de la Región de América Latina y el Caribe, así como el análisis del extensionismo acuícola. Esto fue un aspecto muy importante para los participantes a fin de poder valorar la situación de Costa Rica con relación al resto del mundo.

 El estudio generó un inventario de la acuicultura existente en el país, y se establecieron las actividades y los productos existentes,  dando origen a la creación de mapas con ubicación geográfica de los establecimientos acuícolas, y que pueden generar información básica de los diferentes sistemas de cultivo que a un futuro cercano permitirán planificar el desarrollo de la actividad.

 En Costa Rica la acuicultura, está casi totalmente dominada por la acuicultura de tipo continental de agua dulce, con énfasis en el cultivo de peces, específicamente de tilapia y trucha.

 Del 2012 al 2016, la producción de tilapia en pequeña escala, la pesca industrial y la producción de trucha en pequeña escala tuvieron un descenso. Por otra parte,  la producción de ostras en las zonas costeras, la de pargo de la mancha en jaulas de cultivo, y la producción de trucha en mayor escala, aumentó en los últimos 4 años.