Proyecto promueve el fortalecimiento de capacidades de los productores y productoras de la región

El Gobierno de Costa Rica, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), trabaja en un proyecto de cooperación técnica para fortalecer la agricultura familiar y la seguridad alimentaria y nutricional en la Región Chorotega, mediante una estrategia de producción y comercialización de hortalizas, en el contexto de la nueva construcción del Mercado Regional de la zona.

 “En este contexto se pretende crear y fortalecer una cultura de producción y consumo de hortalizas, que establezca una base productiva que apoye al mercado regional, a la seguridad alimentaria y nutricional, a la agricultura familiar y a la adaptación al cambio climático”, resaltó Dennis Sánchez, Coordinador del Proyecto de Agricultura Familiar en la Región Chorotega de FAO.

 Actualmente el Mercado Regional de la Región Chorotega es una prioridad para el Gobierno de Costa Rica, en su Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 estipula: “que es urgente mejorar la inserción de la pequeña agricultura en los mercados mediante su preparación para la articulación a nuevos mercados, reducción de las barreras de acceso a los servicios públicos esenciales y el fomento de la asociatividad”.

 Por lo tanto, el propósito del Mercado Regional será favorecer la comercialización de los productos agrícolas de la zona.

 El Oficial a cargo de la Representación de la FAO en Costa Rica, Octavio Ramírez, enfatizó que el proyecto impulsado por la FAO,  pretende contribuir a la creación de un sistema eficiente de abastecimiento, distribución y comercialización de productos alimenticios tales como hortalizas y frutas, en beneficio de los pequeños agricultores familiares de la Región Chorotega, dentro de un enfoque de igualdad de género y de derechos humanos, con énfasis en el derecho a la alimentación.

 La Región Chorotega cuenta con una población a aproximada de 400,000 habitantes y posee uno de los niveles de pobreza más altos en el país, además en los últimos años la región se ha visto muy afectada por la falta de disponibilidad y acceso al agua y la variabilidad climática. Dentro del propósito del programa se encuentra el definir formas de erradicar el hambre y la inseguridad alimentaria existente.

La estrategia del proyecto de cooperación técnica se fundamenta en los ejes que promueven el fomento de la producción agrícola de hortalizas, bajo un enfoque integral que fortalezca y capacite a los productores tanto a nivel empresarial, financiero, y al mismo tiempo relacionar proyectos de tipo productivo con proyectos de protección social.

 Asimismo el proyecto va a impulsar y desarrollar la comercialización de los productos de los agricultores familiares, con el propósito de mejorar sus ingresos y calidad de vida.

 A la fecha en el plan de acción del proyecto se incluye la elaboración del modelo de producción de ambientes protegidos, conocido en el país como “Casas Sombra”, que está orientado a la producción de hortalizas y cuyo diseño permite que una familia pueda ocuparse del mantenimiento y manejo, con un área de 700 m² y con un costo de aproximadamente $ 3,400.

 La realización de este proyecto es posible junto al trabajo y a la alianza entre instituciones del sector público y el sector académico, más el expertiz técnico de la FAO.

Por el momento el sector agropecuario ha seleccionado a 20 productores que serán beneficiados con los ambientes protegidos denominados Casas Sombra. El financiamiento será efectuado por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS),  el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), y mediante los recursos de emergencia que maneja el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). 

Las instituciones gubernamentales cuentan con un proceso ya establecido, que incluye la compra de los materiales e insumos requeridos para cada Casa Sombra, que  se dispondrán para  iniciar  el proceso de capacitación, instalación y puesta en marcha de las Casas Sombra y la producción de hortalizas.

El proyecto permitirá la capacitación tanto a productores, como a técnicos y extensionistas, para que conozcan más sobre el uso de los ambientes protegidos y logren enfrentar exitosamente los nuevos retos de  la producción y comercialización de hortalizas de la región.