FAO en Cuba

Cuba presenta Ley de Fomento y Desarrollo de la Ganadería

Foto: Cortesía del Ministerio de la Agricultura
20/12/2022

Tras su aprobación el pasado 14 de diciembre por la Asamblea Nacional del Poder Popular, este lunes fue presentada oficialmente la Ley de Fomento y Desarrollo de la Ganadería, en acto celebrado en el Ministerio de la Agricultura (MINAG).

La Ley establece el régimen jurídico general para el fomento y desarrollo sostenible de la ganadería en el país, así como los principios, responsabilidades, derechos y obligaciones de los sujetos que participan en su gestión. Igualmente, contempla lo relativo a los registros públicos de la ganadería, el patrimonio genético y la inspección pecuaria.

El encuentro fue conducido por el Ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, y la Directora Jurídica del MINAG, Mayra Cruz Legón.

Durante la presentación de la normativa, Cruz Legón explicó que la Ley se enfoca en la responsabilidad del Ministerio de la Agricultura y los órganos locales del Poder Popular de fomentar el desarrollo de la ganadería con la aplicación de técnicas efectivas para estimular la actividad productiva de los ganaderos.

Se detalla en el documento que son fines de la nueva Ley el desarrollo de una ganadería sostenible, resiliente y baja en emisiones de gases de efecto invernadero; y la incorporación de nuevos conocimientos, productos y tecnologías generadas por los procesos de ciencia e innovación.

En cuanto al alcance, Cruz Legón significó que, por primera vez, en el ámbito de aplicación se amplía a las especies bovinas y los équidos, que constituyen el ganado mayor; las especies porcinas, ovinas, caprinas, avícolas, cunícolas, que conforman el ganado menor; las especies apícolas, y otras especies de animales domesticables utilizadas para la alimentación y el desarrollo humano.

De acuerdo con el documento normativo, las disposiciones de la Ley se aplican a las personas naturales y jurídicas que realicen, de manera permanente o eventual, la crianza de animales domesticables de las especies de la actividad ganadera, con independencia del régimen de posesión del ganado o de la tierra. Además, se aplica, según corresponda, a otras personas naturales y jurídicas que realicen actos vinculados con la actividad ganadera.

La Ley dedica un capítulo para definir las responsabilidades de las personas jurídicas encargadas de fomentar la actividad ganadera; establece derechos y obligaciones generales para los productores ganaderos, haciendo énfasis en las obligaciones relativas a la alimentación y nutrición de los animales de las especies ganaderas; regula obligaciones específicas para determinadas especies de la ganadería; dispone que el Ministro de la Agricultura actualice el régimen registral en materia de ganadería, reconoce las razas criollas y regula su protección.

También busca el desarrollo de la inversión extranjera, el comercio exterior y la cooperación internacional en las cadenas de producto y valor de la ganadería; el establecimiento de pautas organizativas de la actividad ganadera; el empleo de fuentes renovables de energía en esta esfera; y el perfeccionamiento del sistema de control de la masa ganadera y el flujo zootécnico.

Otros objetivos definidos son la promoción de la mejora genética de las diferentes especies de interés económico; el ordenamiento territorial de la ganadería y su diversificación; la recuperación y desarrollo de la cultura y el patrimonio ganadero; la protección de los recursos naturales y la biodiversidad, la adaptación y mitigación al cambio climático y el empleo de principios de economía circular.

En la construcción de la Ley participaron representantes de Órganos y Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), de Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) del sistema de la agricultura, asociaciones e institutos de investigación, así como académicos, expertos y productores agropecuarios.

Con un enfoque hacia la intensificación sostenible de la ganadería en el contexto del cambio climático, la elaboración, consulta y validación de la norma contó con asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, a través de los proyectos Fortalecimiento de Políticas para la Seguridad Alimentaria Sostenible en Cuba (POSAS), financiado por la Unión Europea, e Incremento de la resiliencia de los ecosistemas agrícolas de Cuba (IRES), financiado por el Fondo Verde para el Clima.