FAO en Cuba

FAO, MINAG y UE potencian producción de bioplaguicidas en Cuba, con equipamientos e insumos en marco de proyecto CONSAS

Foto: Cortesía del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal
15/05/2023

Equipamientos e insumos para fortalecer las capacidades de Cuba en la producción de bioplagiuicidas con tecnologías innovadoras llegarán próximamente al país para apoyar la transformación de los sistemas alimentarios locales, en el marco del proyecto “Fortalecimiento del sistema integrado de gestión del conocimiento para la seguridad alimentaria sostenible en Cuba” (CONSAS). 

Implementada en 6 municipios de la región central de Cuba por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Ministerio de la Agricultura (MINAG) y con financiamiento de la Unión Europea (UE), la iniciativa forma capacidades en actores locales y nacionales para impulsar la seguridad alimentaria desde la gestión del conocimiento, la ciencia y la innovación.

Entre los insumos aportados resaltan algunos como liofilizadora, zaranda orbital refrigerada, mezcladoras, balanzas, analizador de humedad, filtros para fermentador, entre otros utilizados en la producción de bioplaguicidas.

Los equipamientos adquiridos en el marco del proyecto potenciarán una mayor articulación entre el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV), los laboratorios provinciales de sanidad vegetal y los centros de reproducción de entomófagos y entomopatógenos, aseguró la doctora Marlene Veitía Rubio, Directora del INISAV.

Esto contribuirá a crear entornos más propicios para el manejo integrado de plagas en más de 5 mil hectáreas de tierras de las zonas beneficiarias, con impactos directos para los productores y sus familias.

De acuerdo con Veitía, los recursos tendrán una repercusión directa en la calidad y suministro estable de las cepas utilizadas para la producción de bioproductos en Cuba (tres formulaciones de la bacteria entomopatógena Bacillus thuringiensis: como Thurisave 24, 26 y 13).

Esta tecnología innovadora, puntualizó, mejorará el método de conservación de las cepas, lo que representará un ahorro de recursos en su transportación hacia los laboratorios. Asimismo, contribuirá a la preservación de otras cepas que constituyen el ingrediente activo a partir del cual se generan nuevos bioproductos.

“El uso de los bioplaguicidas es estratégico para Cuba, porque le aporta soberanía tecnológica, reduce la importación y el uso de plaguicidas químicos que pueden contribuir a la contaminación del manto freático y causar desequilibrio en el sistema agrícola, entre otros efectos negativos.  Igualmente, permite obtener cosechas con menor nivel de residuos, lo que contribuye a una mayor inocuidad de los alimentos con un impacto directo en la salud de la población”, destacó Veitía.

La Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Ley SSAN) tiene entre sus prioridades disminuir la dependencia a recursos externos y fortalecer la producción local de insumos productivos entre los que se destacan los bioplaguicidas, imprescindibles en el manejo de plagas para el desarrollo de producciones sostenibles.

En el contexto de la celebración del Día Internacional de la Sanidad Vegetal, este año FAO realizó un llamamiento a la promoción de la innovación para impulsar la seguridad alimentaria y transformar el modo en que se producen, distribuyen y consumen nuestros alimentos.

El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, dijo que “se necesitan inversiones en investigación, desarrollo de la capacidad y divulgación en temas de sanidad vegetal”, asunto estratégico para los países, que tienen entre sus prioridades la gestión sostenible de plagas y plaguicidas y crear entornos propicios para la sanidad vegetal mejorando la salud de los suelos, las semillas y los polinizadores.