Nueva maquinaria agrícola contribuye a la restauración productiva de tierras
Como parte de las acciones del proyecto "Resiliencia Climática en los Ecosistemas Agrícolas de Cuba" (IRES) continúa la restauración productiva de tierras invadidas por marabú en siete municipios cubanos afectados por la sequía, las escasas precipitaciones y la degradación de los suelos. Las labores contemplan la introducción de sistemas forestales, agroforestales y silvopastoriles que incluyen la siembra de especies forestales, frutales, forrajeras, pastos, cultivos diversos, árboles de sombra y otros que fomentan la producción de alimentos y contribuyen a la seguridad alimentaria del país.
Con ese propósito IRES, implementado por el Ministerio de Agricultura de Cuba con asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo Verde para el Clima, contribuye con maquinaria agrícola entre las que se incluyen tractores que facilitarán la restauración productiva de tierras degradadas e infestadas de marabú.
También se suministran zanjadoras, las cuales proporcionarán una solución efectiva para el control de inundaciones y el manejo de aguas, esenciales para adaptar los cultivos a las variaciones climáticas.
Esa maquinaria tiene como propósito principal mejorar la eficacia y sostenibilidad de la producción agrícola, ante los retos que representa el cambio climático. Asimismo, permitirá a los agricultores optimizar el manejo del suelo, mejorar el drenaje de las tierras y aumentar la productividad en condiciones climáticas adversas en los territorios de Los Arabaos, Matanzas; Quemado de Güines, Santo Domingo y Corralillo en Villa Clara y Jobabo, Amancio y Colombia en la provincia de Las Tunas.
IRES representa un avance en la modernización de la maquinaria del sector agrícola de Cuba y subraya el compromiso del gobierno cubano y de la FAO en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles para impulsar la trasformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, para conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor sin dejar a nadie atrás.
La colaboración de Cuba y la FAO es esencial para lograr el propósito de alcanzar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural en el contexto de un clima cambiante. En ese sentido, se continúan desarrollando acciones para un futuro agrícola más resiliente, donde la innovación y la sostenibilidad sean pilares esenciales en el enfrentamiento a los desafíos climáticos y aseguren un entorno productivo y seguro para las generaciones venideras.