FAO en Cuba

Agricultura de conservación: De la labranza mecánica a la ecológica

Foto: Iramis Alonso (FAO/Cuba)
14/03/2016

Con una conferencia del Representante de la FAO en Cuba, Dr. Theodor Friedrich, sobre los aportes de la Agricultura de Conservación de cara a un mejor aprovechamiento del agua, dio inicio en el Parque Metropolitano de La Habana(PMH), el Festival del Río Casiguaguas (Almendares), que organiza el grupo ecologista Cubanos en la red, liderado por Osmel Francis.

La degradación de los suelos, explicó el diplomático, es apreciable dondequiera que se usen las tierras con fines agrícolas y, en la historia, está vinculada con la desaparición de grandes imperios, como el griego y el romano, como revela el libro “Dirt: The erosion of civilizations”, de David. R. Mongotmery.

Un suelo  labrado, agregó, reduce su biodiversidad y aumenta la cantidad de bacterias, aporta  oxígeno que acelera la descomposición de materia orgánica, además de que pierde los macroporos por donde se infiltra el agua. Al suceder esto, el agua útil se pierde y la contaminada impacta a otros ecosistemas ya sea por escorrentía o por lixiviación.

Experto en Agricultura de Conservación,  el Dr. Friedrich comentó que este es un método que permite lograr  la mayor producción posible para alcanzar el potencial genético de los cultivos, con un impacto ambiental menor que la capacidad  de recuperación del suelo. Se trata, aclaró, de convertir la labranza mecánica en labranza biológica, a partir de eliminar la roturación de la tierra, de mantener el suelo cubierto y hacer rotación de cultivos.

El Representante de la FAO en Cuba comentó que es importante que la educación y la formación vocacional en materia de intensificación sostenible de la producción agrícola vayan aparejadas con políticas que vinculen los suelos con la conservación de los recursos hídricos para evitar contradicciones a la hora de concebir la asimilación de nueva tecnología y maquinarias.

Justamente, solo por concepto de equipamiento, se podría reducir en un 50 por ciento la inversión en maquinaria si se adoptara la Agricultura de Conservación, concluyó.

Delbby García Capote, director del Programa de Asociación de País para el programa en apoyo a la implementación  del plan de acción nacional de lucha contra la desertificación y la seguía (OP-15),  comentó que de acuerdo con las experiencias vistas en los puntos de monitoreo del proyecto, con la Agricultura de conservación se reduce en un 30 por ciento el consumo de agua.  “Queremos, al menos, lograr neutralidad en el uso de la tierra; es decir, que lo que se recupere sea igual a lo que se degrade”.

Por su parte, Lázaro Rivera Hernández, director general del Parque Metropolitano de La Habana, propuso tomar un área de una de las siete fincas que gestiona el PMH para convertirla en un laboratorio de Agricultura de Conservación en la capital.

Al concluir el evento, se realizó la premier del documental “Conservando futuro”, sobre la intensificación sostenible de la producción agrícola, el cual debe ser estrenado en el Festival del cine pobre de Gibara, Holguín, en el mes de abril.

“Para nosotros la agricultura es cultura, manifestó Osmel Francis, antes de la exhibición, y este es un aporte desde el arte a la soberanía alimentaria de los cubanos”. (Iramis Alonso FAO/Cuba)