FAO en Cuba

Estudiantes de ciencias agropecuarias abordan visión de la FAO sobre Desarrollo sostenible y seguridad alimentaria

Foto: @FAOCuba/Iramis Alonso
24/05/2017

El Representante de la FAO en Cuba, Dr. Theodor Friedrich departió con jóvenes universitarios de todo el país sobre el modelo de la agricultura en el marco de la Agenda de Desarrollo Sostenible, durante la inauguración del 23 Foro Nacional de estudiantes de ciencias agropecuarias, celebrado en la Universidad de Matanzas.

El conversatorio, en el que participó la Rectora de la Universidad de Matanzas, Aleyda Finalé de la Cruz, dio inicio con una explicación sobre cómo la Agenda 2030 reconoce que no se puede considerar la alimentación, los medios de vida y la gestión de los recursos naturales por separado, y que un enfoque centrado en el desarrollo rural y la inversión en agricultura (cultivos, ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura) es un instrumento eficaz para poner fin a la pobreza y el hambre y alcanzar el desarrollo sostenible.

El Dr. Friedrich comentó que los alimentos, a través de la forma en que se cultivan, se producen, se negocian, se transportan, se procesan y se almacenan y comercializan, crean una conexión fundamental entre la población y el planeta, así como la vía para un crecimiento económico e incluyente.

Agregó el diplomático que para que puedan cumplirse los objetivos de seguridad alimentaria deben realizarse simultáneamente sus cuatro dimensiones: disponibilidad de los alimentos, acceso a ellos, uso sano y estabilidad de todo esto en el tiempo.

Más adelante el Representante explicó cómo la FAO visualiza algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sobre el No. 1 (Fin a la pobreza) recordó que esta batalla se gana también en las regiones rurales, donde vive casi el 80 por ciento de las personas extremadamente pobres. “El crecimiento agrícola en las economías agrarias y de bajos ingresos es al menos dos veces más eficaz que el crecimiento en otros sectores para la reducción del hambre y la pobreza”, dijo.

En cuanto al ODS2, apuntó que tiene una importancia esencial para la Organización pues está basado en un enfoque global para hacer frente a la inseguridad alimentaria y la malnutrición, a la vez que se promueve la agricultura sostenible. Recordó Friedrich que aunque el número de personas subalimentadas ha disminuido en 216 millones desde 1990-92, uno de cada nueve habitantes del planeta todavía pasa hambre.

Con respecto al ODS3, referido a Salud y bienestar, expuso que apunta con mucha claridad al costo económico y social de la malnutrición y a la paradoja de la connivencia de este fenómeno junto al aumento de la obesidad, que se ha duplicado en los últimos 30 años.

Un tema ampliamente abordado por el también reconocido experto en Agricultura de Conservación fue lo referido a la Igualdad de género (ODS5), en tanto las mujeres, aunque constituyen el 50 por ciento de la población mundial, en muchos países su posible contribución en la producción agrícola no se aprovecha o no tienen las mismas condiciones de colaboración.

Otros ODS (12, 13, 14 y 15), relacionados con la producción y consumo responsable, la acción por el clima, los ecosistemas submarinos y los terrestres son también claves en el logro de la seguridad alimentaria, ya que es imprescindible aumentar la producción de alimentos, pero reduciendo los impactos ambientales negativos y la degradación que acarrea.

Frente a estos fenómenos la propuesta de la FAO es la Intensificación sostenible de la producción agrícola, que implica generar la máxima cantidad posible de alimentos con las tecnologías disponibles con un impacto ambiental por debajo de la capacidad de recuperación natural del medio ambiente. “Para ello resulta esencial comprender que el suelo es el elemento más vulnerable del sistema, como propone la Agricultura de Conservación”, subrayó el Dr. Friedrich.

La AC, cuyos principios básicos son la perturbación mínima del suelo en forma continua, la cobertura permanente de la superficie del suelo con materiales orgánicos y la diversificación de especies cultivadas en secuencia y/o asociación, permite el aumento de los rendimientos y la producción con un 50 por ciento menos de uso de fertilizantes, con un ahorro en el empleo de maquinaria y mano de obra de hasta el 70 por ciento, con un menor impacto climático pues los sembrados se hacen resilientes tanto al impacto de la sequía como de lluvias torrenciales e inundaciones.

Al finalizar el conversatorio, algunos de los presentes indagaron sobre la visión de la FAO sobre la agroecología. Al respecto al Representante de la FAO dijo que considera necesario promover la agroecología en su enfoque más amplio, con la vista en el recurso suelo y no solo en la eliminación de los insumos sintéticos. (Iramis Alonso Porro)