La relación Agua-Bosques y su valor para la agricultura y la seguridad, asociado al uso de los recursos naturales en un contexto de cambio climático, así como  la resiliencia en el corredor seco de Mesoamética, fueron temas abordados por dos expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante su participación en la Convención Internacional Agroforestal, celebrado en La Habana, Cuba.

El Dr. Marlos De Souza comentó a los presentes sobre las particularidades de la hidrología forestal. Advirtió que bajo cualquier circunstancia hidrológica y ecológica, el bosque es la mejor cobertura vegetal para maximizar el rendimiento del agua y garantizar su alta calidad, así como para regular los flujos estacionales.

Asimismo explicó que la calidad del agua también es resultado de la minimización de la erosión del suelo, de la reducción de los sendimentos  en humedales, estanques, lagos, arroyos, ríos y del atrapamiento o filtración de otros contaminantes del agua en la basura forestal.

Por su parte, Pieter van Lierop, Oficial forestal subregional para Mesoamérica, abundó sobre los sistemas agroforestales (SAF) tradicionales y la resiliencia en el Corredor Seco de esa zona geográfica.

Desde su experiencia, los sistemas agroforestales, entendidos como una forma de uso de la tierra donde plantas leñosas perennes interactúan biológicamente en una área con cultivos y/o animales con el propósito fundamental de diversificar y optimizar la producción para un manejo sostenido, permiten la protección de los recursos naturales; favorecen la productividad agrícola y contribuyen a reducir la pobreza y mejorar la salud alimentaria.

Además, los SAF favorecen al secuestro de carbón en y sobre el suelo, aminoran la erosión y aumentan la humedad del suelo, con lo cual es posible un mejor manejo de las cuencas hidrográficas y el control del riesgo, todo lo cual apunta al incremento de la resiliencia de las poblaciones frente a la sequía y los efectos del cambio climático. (Iramis Alonso)