MINAG, FAO y Unión Europea impulsan en Cuba el uso de la energía solar fotovoltaica para la agricultura y desarrollo rural sostenibles
La energía es esencial para la seguridad alimentaria y el desarrollo. En este sentido, encontrar soluciones limpias y resilientes que respalden la transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios es una prioridad para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En este contexto, en Cuba, el Ministerio de la Agricultura y la FAO, con apoyo financiero de la Unión Europea a través del proyecto "Apoyo estratégico a la seguridad alimentaria sostenible en Cuba" y su componente 1 "Fortalecimiento de políticas para la seguridad alimentaria sostenible en Cuba" (POSAS), están impulsando soluciones innovadoras a partir del uso de la energía renovable para potenciar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios.
En una iniciativa concreta, los municipios de Santa Clara y Taguasco recibirán apoyo para la adquisición de dos paneles fotovoltaicos, que apoyarán unidades vinculadas a la comercialización de alimentos.
Los sistemas contarán con una potencia instalada de 35 kW y una capacidad estimada de generación de 52,500 kWh. Además, se estima que contribuirán a la reducción de 37.9 toneladas de emisiones de CO2 equivalentes a la atmósfera.
Este enfoque busca abordar desafíos como la promoción de la circularidad a lo largo de las cadenas agroalimentarias mediante el enfoque integrado del nexo agua-energía-alimentos.
Invertir en tecnologías de energías renovables puede ayudar a minimizar las emisiones de las cadenas agroalimentarias, a aumentar la productividad y la competitividad y a aprovechar mejor los recursos naturales.
Estas acciones también apoyan el cumplimiento de los compromisos internacionales de desarrollo, incluidos los que se recogen en las contribuciones determinadas a nivel nacional y en la Agenda 2030.