Acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios en la región del Cercano Oriente y África del Norte

El mundo se enfrenta a un gran desafío para la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS 2), que busca eliminar el hambre y todas las formas de malnutrición para 2030. Tal es el caso, sobre todo, de la región del Cercano Oriente y África del Norte, que en los últimos años ha experimentado un preocupante aumento de la inseguridad alimentaria.

Esta evolución negativa puede atribuirse a una multitud de factores, entre los que destacan el efecto de los conflictos, la crisis climática y otras calamidades. Las recientes crisis en Gaza, el Sudán y el Yemen —junto a las prolongadas situaciones de tensión en otros países como la República Árabe Siria y el Iraq— son motivo de gran inquietud, y es necesario actuar de inmediato para superar estos retos y salvaguardar las cadenas de suministro de alimentos a fin de garantizar la seguridad alimentaria para toda la población.

Para ello, necesitamos acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios para hacerlos más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles. Este será uno de los principales temas que se debatirán en el 37º período de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para el Cercano Oriente. que se celebrará en Ammán (Jordania) los días 4 y 5 de marzo de 2024. Durante esta reunión bienal de los órganos rectores, los ministros de los países del Cercano Oriente y África del Norte se reunirán para evaluar la situación de los sistemas agroalimentarios de la región y crear un plan de acción para el futuro, así como para identificar las prioridades clave del Programa de trabajo de la FAO en la región.

En la FAO hemos reordenado y reorientado nuestros esfuerzos para ayudar a los Miembros a acelerar la transformación necesaria. Hemos adoptado estrategias operativas ágiles, ofrecido datos y apoyo analítico adaptados y oportunos, mejorado nuestra participación con los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, el mundo académico y las instituciones financieras internacionales, y establecido asociaciones transformadoras con todos los actores clave. La FAO reformada y reestructurada está ahora mejor equipada, más adecuada a sus fines y ya está trabajando para lograr esta transformación.

La implicación y el liderazgo de los Miembros de la FAO, así como los esfuerzos colectivos de todos los asociados para el desarrollo y las partes interesadas, resultan cruciales. Para alcanzar nuestros objetivos es necesario compartir la visión y previsión, las responsabilidades y los acuerdos de aplicación. Me gustaría destacar la importancia de las colaboraciones y asociaciones, en especial en la región del Cercano Oriente y África del Norte.

Los retos a los que se enfrentan los sistemas agroalimentarios de la región, y de fuera de ella, son enormes y aumentan sin cesar. Con una población creciente y unos recursos agrícolas cada vez más escasos, debemos esforzarnos por mejorar la productividad y la eficiencia en la medida de lo posible. Hemos de producir más con menos. Para ello, necesitamos aprovechar el potencial de la cooperación, el comercio, la inversión y el uso de la innovación y la tecnología dentro de la propia región y con otras regiones. La prioridad debe ser establecer corredores alimentarios, que tienen que aprovechar el potencial productivo, las cadenas de valor regionales, el comercio intrarregional, el almacenamiento y los sistemas de reservas alimentarias. Debemos salvaguardar las cadenas de suministro y el comercio para garantizar la disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad de los alimentos para todos.

La región se enfrenta también a una grave escasez de agua y a perturbaciones climáticas. En consecuencia, debemos dar prioridad a la adaptación al cambio climático, así como a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los sistemas agroalimentarios son soluciones basadas en la ciencia y los datos. Debemos reconocer y agradecer los esfuerzos realizados por Egipto y los Emiratos Árabes Unidos para fomentar la acción y las vías colectivas durante las 27.ª y 28.ª Conferencias de las Partes (COP 27 y COP 28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), para avanzar en el programa de los sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria, así como en el nexo entre alimentos, agua y energía.

En apoyo de este proceso, la FAO inició en la COP 27 un trayecto que culminó en la COP 28 con el lanzamiento de un Plan de actuación mundial para alcanzar el ODS 2 sin superar el umbral de 1,5 ºC, cuya finalidad es hacer que las acciones por el clima aceleradas puedan transformar los sistemas agroalimentarios y ayudar a lograr una buena alimentación para todos, hoy y mañana.

En la FAO, los Miembros han aprobado un Marco estratégico para 2022-2031 basado en la aspiración de las cuatro mejoras: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás. Este marco integral nos brinda la oportunidad de examinar ampliamente nuestros sistemas agroalimentarios, identificar las zonas que necesitan mejoras y tomar las medidas adecuadas. Los Miembros se benefician de los conocimientos técnicos especializados, la asistencia y el apoyo de la FAO a través de su Sede, así como de las oficinas regionales, subregionales y en los países, para garantizar una ejecución eficaz en apoyo de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS. Centro mi atención en reforzar las oficinas de la FAO en los países para maximizar su efecto sobre el terreno y apoyar el trabajo de los Miembros a nivel nacional.

En apoyo de nuestro Marco estratégico, hemos puesto en marcha una serie de iniciativas principales para respaldar la transformación, incluida la Iniciativa Mano de la mano de la FAO, que apoya la ejecución de programas ambiciosos dirigidos a nivel nacional para acelerar las transformaciones de los sistemas agroalimentarios al erradicar la pobreza (ODS 1), acabar con el hambre y la malnutrición (ODS 2) y reducir las desigualdades (ODS 10); y la Iniciativa Un país, un producto prioritario, que apoya a los países en el desarrollo de cadenas de valor alimentarias más sostenibles de productos agrícolas especiales y la mejora de los medios de vida rurales.

Las medidas proactivas elaboradas para hacer frente a los retos de la agricultura y la seguridad alimentaria desempeñan aquí un papel crucial. Esto no solo es importante desde el punto de vista social y económico, sino también para mantener la paz y la estabilidad. En los últimos tiempos, esta región ha experimentado disturbios sociales y políticos causados por la falta de seguridad alimentaria. Las consecuencias de estos hechos deberían bastar para dar prioridad a la solución de este problema y prevenir posibles repuntes en el futuro. Actualmente, más de la mitad de la población de la región no puede permitirse una alimentación saludable, lo que constituye un motivo de grave inquietud. Los gobiernos deben trabajar para mejorar el acceso de su población a dietas saludables y asequibles. La FAO seguirá apoyando estos esfuerzos nacionales, entre otras cosas, actuando como plataforma especializada para el diálogo y el intercambio de conocimientos.

Me gustaría destacar la importancia de una transformación no solo eficaz y efectiva, sino también inclusiva. Debemos abordar las brechas y desigualdades tanto estructurales como sociales. Para lograrlo, hemos de centrarnos en el desarrollo rural, empoderando a las mujeres, movilizando a los jóvenes como actores clave de los sistemas agroalimentarios, promoviendo a los empresarios agrícolas y los conocimientos locales, e implicando a las comunidades y grupos en situación de marginación. Los agricultores deben ser un elemento central de nuestro trabajo.

Es hora de movilizar todos los esfuerzos para transformar los sistemas agroalimentarios. Demos prioridad a los recursos para garantizar la seguridad alimentaria y una mejor nutrición para todos, sin dejar a nadie atrás. La FAO está comprometida con este noble objetivo.

Sitio web: FAO