Director General QU Dongyu

El Director General pronuncia un discurso de apertura ante el Consejo de Administración del Centro Internacional Nizami Ganjavi

28/04/2022

Roma – La agricultura y los sistemas agroalimentarios ofrecen la mejor trayectoria para crear un mundo sostenible con prosperidad inclusiva, subrayó el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, en un discurso de apertura pronunciado ante el Consejo de Administración del Centro Internacional Nizami Ganjavi.

“Nuestros sistemas agroalimentarios necesitan un cambio de paradigma y deben ser transformados”, destacó el Sr. QU, a quien se invitó a describir su visión acerca de la forma de poner fin al hambre y la pobreza y crear un mundo mejor, en particular mediante las cuatro mejoras (mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor) integradas en el Marco estratégico de la FAO para 2021-2030.

“Vivir libres del hambre es un derecho básico”, dijo el Sr. QU. “En el siglo XXI, tenemos todas las condiciones, todas las capacidades y todos los conocimientos necesarios para erradicarlo”.

El Centro Internacional Nizami Ganjavi se creó en 2021, en Azerbaiyán, con la misión de promover el aprendizaje, la tolerancia, el diálogo y la comprensión en el mundo.

Entre los integrantes del Consejo de Administración del Centro Internacional Nizami Ganjavi se encontraban numerosos exjefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, como la Sra. Vaira Vīķe‑Freiberga, ex-Presidenta de Letonia y copresidenta del Centro Internacional, y la Sra. Kolinda Grabar-Kitarović, ex‑Presidenta de Croacia. También figuraban exfuncionarios superiores de organizaciones internacionales y órganos de las Naciones Unidas, como la Sra. María Fernanda Espinosa, ex-Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas quien anteriormente fue ministra en Ecuador, su país natal.

“Vivimos en tiempos difíciles”, sostuvo además el Sr. QU, señalando los 811 millones de personas que padecen hambre hoy en día y los otros 2 000 millones de personas que necesitarán alimentarse de aquí a 2050, así como los efectos adversos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID‑19) y los aumentos de los precios de los alimentos y los combustibles, que se producen en un momento en que los presupuestos de muchos hogares y gobiernos ya están muy exigidos. Los crecientes precios de los fertilizantes, así como los precios de las semillas y los piensos, también son motivo de preocupación, ya que un menor uso de esos insumos agrícolas apunta a “la perspectiva real de una caída de la productividad de los alimentos, lo que impulsaría aún más el aumento de los precios” y, posiblemente, más aumentos en el número de personas subalimentadas del mundo, añadió.

Los problemas pueden impulsar el progreso

El Sr. QU recordó los tiempos de escasez durante su infancia en China y dijo que los avances impulsados por la ciencia, como las innovaciones introducidas por Yuan Longpin en la década de 1970, con el arroz híbrido (que ahora representa más de la mitad de los cultivos del país) le hicieron comprender que “los problemas también podrían ser factores que impulsan del progreso”.

La tecnología agrícola tiene el poder de producir alimentos suficientes para todas las personas, afirmó. Para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, no solo son fundamentales los sistemas agroalimentarios, sino que “la agricultura es la herramienta más inclusiva para poner fin a la pobreza y el hambre”, dijo el Director General.

El Marco estratégico de la FAO para el próximo decenio tiene la finalidad de prestar apoyo a los Miembros de la FAO con miras a transformar los sistemas agroalimentarios, y eso requiere enfoques integrados destinados a reducir al mínimo las compensaciones por medio del uso de datos, ciencia, tecnologías, innovación y políticas favorables.

Las cuatro mejoras constituyen el núcleo de la hoja de ruta de la FAO:

Una mejor producción significa aumentar los ingresos, los rendimientos y la productividad agrícolas, así como optimizar la utilización de recursos y reducir la pérdida de alimentos.

Una mejor nutrición significa orientar la productividad agrícola para producir alimentos inocuos y de alta calidad a través de métodos sostenibles y fomentar el consumo equilibrado, así como eliminar el desperdicio de alimentos.

Un mejor medio ambiente significa desarrollar la agricultura de precisión y circular a fin de optimizar el uso de agroquímicos, fomentar la agricultura ecológica y resistente al clima y promover la gestión sostenible de los bosques y los recursos marinos con miras a proteger la biodiversidad.

En cuarto lugar, una vida mejor para todos significa velar por la transformación rural inclusiva, especialmente para las personas vulnerables, ampliando las inversiones y facilitando el acceso de la población rural pobre a activos, servicios, fondos, empleos decentes y oportunidades comerciales y medios de vida mejorados.

El Director General hizo hincapié en que todo ello requiere eliminar las limitaciones que enfrentan las mujeres tanto para participar en el proceso de transformación como para aprovechar sus beneficios y empoderar a la juventud, de manera de no dejar a nadie atrás.

El Director General también respondió preguntas de los miembros del Consejo de Administración acerca de cómo promover el papel de la ciencia en toda la Organización. “Confío en que todos estamos de acuerdo en el potencial de la ciencia y la innovación para ayudarnos a avanzar hacia un mundo mejor para todos”, dijo la Sra. Ismahane Elouafi, Científica Jefa de la FAO, quién moderó el debate.