Director General QU Dongyu

El Director General advierte de que nos encontramos en un momento decisivo, en su conferencia pronunciada en la Universidad Federico II de Nápoles

18/07/2023

Nápoles (Italia) El Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), pronunció una conferencia magistral en la Universidad Federico II de Nápoles, en la que recalcó que nos enfrentamos a “una extraordinaria llamada de atención” sobre la fragilidad de nuestros sistemas agroalimentarios, ahora que la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y la guerra en Ucrania han exacerbado las tendencias que han disparado las tasas de hambre en el mundo durante siete años consecutivos.

“Nos encontramos en un momento decisivo. Observamos una convergencia de factores que, si se ignoran, amenazan con impedirnos acabar con el hambre y la malnutrición mundiales en todas sus formas”, dijo el Sr. QU.

“Debemos cambiar nuestra forma de actuar y transformar nuestros sistemas agroalimentarios”.

El Director General recibió la invitación para pronunciar su conferencia del Rector Matteo Lorito. Durante su visita a Nápoles, el Sr. QU y una delegación de altos funcionarios de la FAO visitaron el Departamento de agricultura de la universidad, inspeccionaron la Sala China, los laboratorios de genética y unas instalaciones de la Agencia Espacial Europea, así como las academias de investigación especializada de Agritech y Apple.

En su conferencia, titulada “Perspectivas de la seguridad alimentaria mundial. Retos y oportunidades”, el Sr. QU recalcó la importancia de la ciencia, las políticas inclusivas y los enfoques holísticos que integren preocupaciones agroalimentarias y medioambientales, con miras a medir “los avances registrados hasta ahora y los que quedan por lograr para 2030”.

Según el último informe de la FAO sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, 735 millones de personas padecieron hambre en el mundo en 2022 —es decir, 122 millones más que en 2019—, lo cual muestra que nos enfrentamos a una nueva normalidad peligrosa, caracterizada por múltiples crisis, que podrían sumir en el hambre a 600 millones de personas para 2030, año en que esta debería erradicarse de conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados en 2015.

El Sr. QU añadió que nuestros sistemas agroalimentarios no solo no aportan suficientes alimentos nutritivos y accesibles, sino que también generan repercusiones medioambientales considerables, contribuyendo así a unos niveles elevados de pérdida y desperdicio de alimentos, contaminación del aire, emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de biodiversidad y desigualdad, lo cual supone un costo que asciende a varios billones de dólares de los Estados Unidos.

¿Qué procede hacer?

Para poder avanzar, según el Director General, será necesario entender los retos a los que nos enfrentamos por medio de una perspectiva integrada de los sistemas agroalimentarios y de una actuación holística, prestando siempre atención a las sinergias y consecuencias a la hora de buscar soluciones. Asimismo, hizo hincapié en que hay vías que abordan simultáneamente el hambre y el cambio climático y en que es posible formular políticas y mecanismos para ayudar a los más pobres, muchos de los cuales son productores rurales de alimentos.

No obstante, no existe un modelo único para todo. Por ejemplo, es posible que algunos países de ingresos más bajos necesiten aumentar su huella de carbono para satisfacer las necesidades alimentarias de sus poblaciones, en particular para prevenir la malnutrición. Sin embargo, aunque las soluciones holísticas deban ser específicas para cada contexto, es necesario hallar soluciones y “es fundamental que demos con ellas y lo hagamos a gran escala”, añadió el Sr. QU.

Los esfuerzos de la FAO encaminados a preparar al planeta ante los retos futuros están orientados por su Marco estratégico para 2022-2031, que gira en torno al discurso estratégico de no dejar a nadie atrás mediante sistemas agroalimentarios eficientes, sostenibles, inclusivos y resilientes para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor —las cuatro mejoras—, que representan un principio organizador para guiar las contribuciones de la FAO a la Agenda de los ODS.

Para acelerar este proceso, la FAO está aplicando cuatro aceleradores transversales, a saber, tecnología, innovación, datos y complementos, tales como gobernanza, capital humano e instituciones, en todas sus intervenciones programáticas.

El Director General citó también otros marcos rectores, en particular las “tres ces”: desarrollo de la capacidad, contenido pertinente para los pequeños productores y que los actores se puedan apropiar a nivel local, y contexto. Las “tres eses” brindan otro marco, en concreto para potenciar la digitalización en beneficio de la agricultura, por medio de la sencillez, la sostenibilidad y un enfoque de sistemas.

Macrotendencias

En su conferencia magistral, el Sr. QU también subrayó varias megatendencias que están modificando y conformando los sistemas agroalimentarios mundiales, a saber:

-la demografía y urbanización, con un fuerte crecimiento en regiones como África y una estabilización e incluso disminuciones en otras zonas;

-la industrialización, que aumenta los ingresos pero puede incrementar la desigualdad;

-el cambio climático, la escasez de recursos y la necesidad de alcanzar la neutralidad con respecto a las emisiones de carbono;

-las preferencias de consumo cambiantes en relación con la salud y la nutrición;

-las rápidas transformaciones e innovaciones tecnológicas;

-la digitalización y la generación, el control, el uso y la titularidad de los macrodatos;

-la inestabilidad geopolítica y las repercusiones crecientes de los conflictos;

-las incertidumbres, acentuadas por la pandemia de la COVID-19 y los fenómenos climáticos extremos.

La conferencia del Director General resaltó la importancia de entender cómo estas tendencias interactúan entre sí, con miras a formular soluciones eficaces y específicas.